Como todos los diciembres, desde la redacción de La Derecha Diario elegimos la persona política más influyente del año y que más pudo marcar su agenda no sólo en su país si no que en el mundo.
Este 2020 nos encuentra con un tono más pesimista que en 2019, cuando unánimemente elegimos a Jair Bolsonaro como Persona del Año, después de completar su primer año de mandato cambiando rotundamente el escenario político brasileño.
Para el año marcado por la pandemia, la crisis económica, las cuarentenas, el Estado gigante y el autoritarismo, elegimos destacar a la persona que se sitúa en el centro de donde nació todo: Xi Jinping, dictador chino y líder supremo del Partido Comunista Chino (PCCh).
¿Por qué Xi Jinping es la Persona del Año 2020?
Desde la redacción creemos que Xi Jinping ha podido completar todos sus objetivos políticos este año. Haya manufacturado esta crisis intencionalmente o no, el coronavirus fue la herramienta fundamental para que el dictador chino pueda expandir su esfera de influencia en todo el mundo.
Gracias a la pandemia del COVID-19, China logró:
Poner un aliado suyo en la Casa Blanca, Joe Biden.
Gracias al voto por correo universal que se introdujo como una excepcionalidad este año, el Partido Demócrata logró una participación histórica en el país, logrando el voto de millones de estadounidenses más jóvenes que rara vez votaban.
Además, las irregularidades en el voto a distancia le permitieron a los punteros demócratas cometer fraude electoral en algunos distritos puntuales que le dieron la estrecha victoria a Biden.
Invadir Hong Kong.
En pocas semanas, el Partido Comunista Chino impuso a su propia policía en la metrópoli, expulsó a la oposición de la región, se hizo del control del Parlamento e intervino a la Justicia. Lo que solía ser la sede del anti-comunismo en Asia y la principal amenaza a la hegemonía china,
fue conquistada en cuestión de semanas.
Subvertir el orden económico mundial.
Debido a la pandemia, las principales fuerzas económicas del mundo sufrieron una fuerte contracción de sus economías. Primero con la recesión en China y luego con la llegada del virus a Europa y América, el comercio mundial quedó severamente comprometido. China se recuperó rápidamente y todo indica que cerrará el año con un crecimiento del +0,7% interanual.
Si bien es un incremento paupérrimo a las conocidas “tasas chinas”, en comparación con Estados Unidos que caerá -3,6%, Alemania -5,4% o Inglaterra -11,3%, es un cambio total a la estructura económica del mundo. En 2021, mientras el resto de los países estarán terminando de recuperarse, China ya estará creciendo de vuelta, tomando la posta al frente del desarrollo mundial.
Si la caída del Muro de Berlín cambió la bipolaridad EEUU/URSS a hegemonía estadounidense, sin lugar a dudas después de la pandemia COVID-19 se consumó una vuelta a la bipolaridad, esta vez EEUU/China.

Mientras todas las economías del mundo cayeron en Q2 y Q3 (aproximadamente hasta octubre), China en abril ya estaba recuperándose y para junio ya había recuperado el 50% de la caída del Q1.
Recuperar la confrontación con Taiwán.
Desde 1949, el Partido Comunista Chino ha querido invadir la isla de Taiwán y unificar “las dos chinas”. En el año de la revolución comunista en China, el gobernante Kuomintang, partido de centro-derecha aliado de Occidente, fue depuesto en un brutal golpe de Estado que vio la ascendencia de Mao Tse-Tung como dictador indiscutido de toda la China continental. Sin embargo, desde aquél entonces, toda la cúpula de Kuomintang mudó su sede de gobierno a la pequeña isla taiwanesa, desde donde mantienen hace 70 años un reclamo por el territorio chino.
El Partido Comunista todavía cree que la existencia de Taiwán es el mayor enemigo de la legitimidad de su régimen, y que no puede completar su proyecto de nación mientras siga existiendo una Taiwán libre e independiente.
Volver a disputar los territorios con India.
China comparte enormes cantidades de fronteras con India, y desde hace décadas que ambos países han confrontado sobre este tema. Si bien hacía años que no había conflictos armados entre los Ejércitos de estos países, la llegada de la pandemia le dio la oportunidad perfecta a Xi Jinping para reanudar el conflicto con el gobierno de Narendra Modi.
Para Xi Jinping esto es una gran logro, ya que en el pasado temía que reanudar este conflicto le iba a valer el ostracismo del resto del mundo. Pero en este año tan particular, la pandemia del coronavirus tapó todo.
Sikkim, Arunachal Pradesh y Cachemira, los principales puntos de disputa entre India y China este año.
Expandir el autoritarismo en el mundo.
El coronavirus sirvió como la excusa perfecta que muchos gobernantes en todo el mundo estaban buscando para poder expandir su poder sobre la población. Algunos países, como Argentina o España, apenas con algunos casos de coronavirus ya cerraron sus economías y pusieron a la población en una larga y empobrecedora cuarentena.
Abusando del poder ejecutivo y olvidándose completamente de las libertades civiles que garantizan las constituciones de sus países, presidentes, primer ministros y cancilleres en todo el mundo sometieron a sus poblaciones a los más brutales confinamientos.
Y gracias a un arduo trabajo de comprar a la prensa mundial, el régimen chino logró que los medios ataquen ferozmente a aquellos líderes mundiales que no cerraron sus economías, como
Donald Trump (EE.UU.),
Jair Bolsonaro (Brasil),
Stefan Löfven (Suecia),
Simonetta Sommaruga (Suiza) o
Shinzo Abe (Japón).
La Nueva Ruta de la Seda.
Un modus operandi muy común este año fue el de la “Nueva Ruta de la Seda”, en la que China, bajo el pretexto de querer generar una mayor conectividad comercial en el mundo, ofrece construir aeropuertos, puertos marítimos, rutas, autopistas, ferrocarriles, gasoductos, centros de distribución, y más en países muy pobres, sabiendo que nunca podrían pagar estas mega-obras.
Cuando el gobernante de turno blanquea que no puede pagar este préstamo, Xi Jinping ofrece a cambio ceder el control operativo de esta obra a una empresa nacional china. Así, el Partido Comunista Chino ha logrado ejercer control sobre decenas de países en África, el sur asiático y algunas partes de América Latina.
Tapa de la Persona del Año 2020. Elaboración: Ignacio Ledesma, para La Derecha Diario.
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