Después de tres elecciones y 17 meses de bloqueo político, se acordó en Israel un gobierno de rotación cada 18 meses que contará con al menos 32 ministerios, lo que convierte a este gobierno en el más caro de la historia, en plena crisis por el coronavirus.
El gobierno de Netanyahu (Likud) y Gantz (Kahol Lavan) deberá afrontar, como primer problema, la pandemia, sin dejar de lado los efectos que está teniendo en la economía y el comercio de Israel. El desempleo subió a niveles exorbitantes, con más de un 25% de la población sin trabajo, siendo que hace menos de un mes este número era del 20%.
El cierre de empresas no queda atrás, y se pronosticó que, para fin de año, si no se toman medidas urgentes, pueden cerrar hasta 25.000 empresas.
En los detalles del acuerdo, se plasmó que el actual premier, Netanyahu, permanecerá en el cargo durante año y medio, y luego será relevado por Benny Gantz. Respecto a los ministerios, si son 32, 16 serán de la coalición Kahol Lavan, de centro, que podrá elegir a quiénes y de qué partidos de la coalición poner al frente de los ministerios. Los otros 16 son del Likud, que tendrá los mismos poderes.

Netanyahu, el futuro ministro Benny Gantz y el Presidente israelí, Reuven Rivlin, pactando finalmente un inédito gobierno de coalición
Entre los 16 de Kahol Lavan están algunos muy importantes como Defensa y Asuntos Exteriores (mitad del mandato nada más), Justicia, Cultura y Deportes, Economía y Bienestar y Asuntos Estratégicos, entre otros.
Por el lado del Likud, recibirán Asuntos Exteriores (la mitad que no le corresponde a Kahol Lavan), Seguridad Interna, Vivienda, Energía y Educación. Aparte, el Likud tendrá el privilegio de que el Embajador de Israel en la ONU, sea del Likud, tanto en el mandato de Gantz, como en el de “Bibi” Netanyahu.
Otro beneficio importante que obtendrá el Likud en el acuerdo es que Netanyahu tendrá incluso durante el mandato de Gantz el poder de veto sobre el nombramiento del Fiscal General y el Fiscal Estatal, dos importantes funcionarios de la justicia.
El gobierno fue críticado por el líder del partido Yisrael Beitenu, Avigdor Liberman, quien dijo que este gobierno de unidad no es una verdadera solución al estancamiento político ni a los problemas de Israel, ya que es sólo “otro gobierno de Netanyahu y su bloque religioso-mesiánico”. Lieberman, que apostó todo para formar un gobierno a su medida, hoy se quedó sin nada gracias a este histórico acuerdo entre el oficialismo y la oposición.
El anuncio también fue criticado duramente por el líder de la coalición islámica y anti-sionista Lista Conjunta Árabe, Ayman Odeh, quien afirmó sobre el acuerdo que “el gobieno de rendición de Gantz y Netanyahu es una bofetada a la mayoría civil que acude a las urnas una y otra vez para expulsar a Netanyahu”, a quien considera un corrupto, racista e invasor.
Odeh había apoyado a Gantz tan sólo unas semanas antes para que llegue al poder, minimizando realmente cualquier crítica que pueda tener para con este gobierno ahora, pero no fue incluido en la coalición por sus diferencias con Netanyahu, y por su fuerte anti-sionismo.

El musulmán Ayman Odeh, junto al presidente de Israel, Reuven Rivlin, negociando
Tanto Netanyahu como Gantz, habían firmado a principio de año, junto al Presidente estadounidense, el denominado “Plan Trump para la Paz en Medio Oriente”.
En este plan, se especifica una división territorial heterogénea que formaría finalmente el Estado de Palestina, con la condición que este nuevo país no promocione más el terrorismo en Israel, como lo viene haciendo desde la clandestinidad. Sin embargo, como las autoridades palestinas rechazaron el Plan, Israel podrá anexar al país territorios de Cisjordania desde el primer día de julio, si Netanyahu lo desea, con el aval de Gantz y de Estados Unidos.

Netanyahu junto a Trump
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