En el día de hoy, 2 de Mayo del año 2020, se cumplen 9 años del asesinato por parte del Ejército de los Estados Unidos de América al terrorista, asesino y responsable de miles de muertes estadounidenses y de todo el mundo, Osama Bin Laden.
Bin Laden fue el líder de la organización terrorista paramilitar yihadista Al Qaeda, responsable de los atentados del 11 de Septiembre del año 2001 en territorio estadounidense, cuando con un ataque coordinado a 3 aviones, fueron derribadas las Torres Gemelas.

Soldado de Al-Qaeda
La misión que acabó con su vida tuvo el nombre en clave de “Operación Lanza de Neptuno” y fue llevada a cabo por unidades del Grupo de Desarrollo de Guerra Naval Especial de los Estados Unidos (unidad de élite de los SEAL) bajo el Mando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos.
La operación fue ordenada personalmente por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y fue monitoreada desde la sala de situación de la Casa Blanca, donde estuvo tanto el presidente como todo su gabinete.

Obama en la sala de situación, junto a la ex-candidata a presidente, Hillary Clinton y el actual candidato, Joe Biden.
Para hallar a Bin Laden, los servicios de inteligencia de los EE.UU. siguieron las pistas de un terrorista que fue la mano derecha de Bin Laden, Sheikh Abu Ahmed. Cuando Bin Laden se enteró que estaban siguiendo a Abu Ahmed, decidió recluirse y ocultarse en Abbottabad, Pakistán. Este escondite se encontraba en un recinto lujoso, en el centro de la ciudad de Abbottabad.
Una vez encontrado el escondite por la inteligencia estadounidense, el asalto se realizó con helicópteros, donde dos grupos de agentes de élite SEAL irrumpieron en rapel y comenzaron el asalto sobre el edificio, en busca de “Toronomo”, el nombre en clave de Bin Laden.
Justo afuera del espacio aéreo pakistaní, había múltiples drones y aviones estadounidenses sobrevolando la zona listos para abrir fuego si el equipo que estaba llevando a cabo la misión lo necesitaba.

El escondite de Bin Laden
En las escaleras subiendo hacia el segundo piso, los agentes encontraron a Khalid, hijo de Bin Laden, y fue abatido casi instantáneamente con un tiro limpio en la cabeza de pistola Heckler & Koch MK23.
El equipo SEAL siguió avanzando por las escaleras del edificio hasta llegar al tercer piso, donde encontraron a Bin Laden, agarrando a su esposa más joven, Amala, a quien trataba de usar como escudo humano.
Allí es cuando entra en escena el veterano Robert James O’Neill, quien evaluando que Bin Laden podría tener un arma o explosivos, decidió abrir fuego. Con tres tiros del arma M11 Sig Sauer P228 acabó con la vida del peor terrorista del Siglo XXI, vengando así a miles de sus compatriotas.
Robert James O’Neill, según relata, se había preparado toda la vida para ese momento, y contó que durante su entrenamiento como SEAL practicaba disparándole a maniquíes con el rostro de Bin Laden.
Terminada esta operación, el 0residente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció ante toda la nación la muerte de Bin Laden en conferencia de prensa, bien entrada la madrugada de esa fatídica pero heroica noche.
“Allí estaba yo, parado al lado del cuerpo de Bin Laden, mientras miraba al presidente Obama dar el anuncio de su muerte, mientras desayunaba un delicioso sándwich de pollo”, aseguró O’Neill.
Tras el anuncio de la muerte de Bin Laden, se produjeron innumerables festejos por la indudable victoria de los EE.UU. en una de las guerras más largas y devastadoras de su historia. Lo que parecía ser una rápida invasión a Afganistán, terminó extendiéndose por más de 10 años, con despliegue militar en Irak, Pakistán y Siria. La muerte del responsable de tanta destrucción y malas decisiones, finalmente había sido abatido.
La felicidad esa noche en EE.UU. era tal que miles de personas salieron a la calle a festejar, y muchos otros se acercaron a las puertas de la Casa Blanca para aplaudir la decisión de Obama, que aunque lideraba un gobierno de izquierda, no había titubeado en acabar con uno de los terroristas más importantes de la historia, que encima había sido entrenado por las mismas fuerzas estadounidenses. Ese día Obama supo que su reelección estaba asegurada.
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