¿Crisis política en Uruguay? El líder del Partido Colorado, Ernesto Talvi, anuncia que renunciará a la Cancillería
Luego de una serie de disputas con el presidente Lacalle Pou, el canciller uruguayo Ernesto Talvi, que a su vez es el líder del Partido Colorado en la coalición gobernante, anunció que renunciará a su cargo. Los desacuerdos entre ambos abarcan desde Venezuela hasta Argentina.
Desde hace tiempo existe cierta tensión entre el canciller y líder del Partido Colorado, Ernesto Talvi, y el presidente y líder del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, en el contexto de la coalición “multicolor” que conformaron para vencer al Frente Amplio en 2019 y gobierna el país actualmente.
Lacalle Pou y Talvi tienen muchísimas coincidencias pero algunas diferencias fundamentales que hacen imposibles que, a pesar de ser los dos líderes principales de los dos partidos más importantes de Uruguay, puedan gobernar juntos.
Mientras Lacalle quiere que el Estado uruguayo tenga unas relaciones exteriores muy dinámicas, con buenas relaciones tanto con Brasil y la derecha de Bolsonaro como con Argentina y el peronismo progresista de Fernández, Talvi tiene en mente una geopolítica muy diferente.
Esta disputa estalló con la designación del embajador uruguayo en la Argentina. Lacalle nombró Carlos Enciso, un hombre duro del Partido Nacional muy vinculado al Partido Justicialista argentino y al peronismo clásico, de buena relación con los líderes del Frente de Todos. Para Lacalle era importante tener una buena relación con el gobierno argentino a pesar de sus diferencias ideológicas.
Talvi, en cambio, expresó que prefería nombrar en la Embajada argentina al ex-canciller y actual senador Sergio Abreu, también del Partido Nacional y quien de hecho trabajó para el padre de Lacalle Pou, pero que tiene una línea política mucho menos pragmática y que serviría de entrada para dialogar más con la oposición macrista que con el oficialismo.
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Esta disputa fue feroz pero finalmente quedó en el cargo Carlos Enciso. Pero la gota que rebalsó el vaso se dio casi un mes después, el pasado 4 de junio, con respecto al tema Venezuela.
En una entrevista, el canciller Talvi se negó a calificar al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura, reavivando a su vez una vieja discusión entre las fuerzas más de derecha y las de más de izquierda dentro de la coalición de gobierno.
Horas después de las declaraciones de Talvi, Lacalle salió a transmitir su postura clave con respecto a Venezuela y reiteró que “Venezuela es una dictadura”.
A su vez, el ex-canciller del izquierdista Frente Amplio, Rodolfo Nin Novoa, metió cizaña en el conflicto y declaró que “el actual Canciller tiene la misma postura respecto a Venezuela que nosotros”.
A diferencia de la estrategia de la nueva derecha americana, que busca socavar al dictador Maduro en todos los aspectos posibles y no darle legitimidad, parece que Talvi ha tenido acercamientos a autoridades del régimen chavista y ha abierto canales de diálogo, lo cual es inadmisible para cualquier gobierno que no quiera avalar las terribles violaciones de derechos humanos y libertades individuales en Venezuela.
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El pasado miércoles fue un día complicado en la coalición gobernante, los rumores de que Talvi renunciaba colmaron los medios de comunicación luego de esta disputa y varios periodistas de renombre empezaron a hablar del tema en redes sociales, rumoreando en un principio que su salida era inminente y complicada, pero finalmente se confirmó que estos rumores no eran ciertos aunque no del todo falsos: la renuncia es cierta pero va a tener lugar en los próximos meses.
El jueves los rumores se hicieron realidad: el gobierno anunció que el canciller Talvi dejará el cargo en los próximos meses, que servirán de transición, y volverá a asumir su banca en el Senado dedicándose “100% a su partido y a su sector político ‘Ciudadanos’”.
En una entrevista con el Semanario Uruguayo Búsqueda, Talvi dijo que quiere “jugar en toda la cancha” y “liderar su sector, a sus funcionarios en el Ejecutivo, a la bancada legislativa y a los equipos técnicos, y aportando a la calidad de las decisiones gubernamentales en un espectro más amplio de temas” que los que supone su posición actual.
Evidentemente, Talvi piensa que pierde poder y terreno político en su cargo en la Cancillería y quiere tener otro rol en la coalición gobernante.
Las malas lenguas dicen que todas estas declaraciones de Venezuela son una cortina de humo y que Talvi en realidad renuncia por otras razones. Se rumorea que en realidad renuncia para dedicarse a conducir al Partido Colorado, ya que teme que su rival, el izquierdista ex-presidente Julio Sanguinetti, siga ganando poder y lo desplace en la conducción del Partido.
Ernesto Talvi junto al ex-líder colorado Julio Sanguinetti. La interna del Partido Colorado está al rojo vivo.
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Uno de los nombres que se manejan para sustituir al canciller es el del actual embajador uruguayo en España, Francisco Bustillo, quien supo ser embajador en Argentina desde el 2005 al 2010 durante el kirchnerismo y durante épocas muy difíciles para las relaciones entre los países.
Bustillo es un hombre de altísima confianza del presidente Lacalle y se dice que pertenece a su círculo íntimo.A su vez también tiene una estrecha relación con el presidente argentino, Alberto Fernández, de cuando Bustillo era embajador en la Argentina y el actual presidente era jefe de gabinete de Néstor Kirchner.
Fernández y Bustillo estuvieron reunidos el pasado 4 de febrero en Madrid en plena gira por Europa y el embajador también participó del asado en Olivos brindado por el entonces presidente-electo Fernández antes de asumir en diciembre del año pasado. Meses antes, cuando Fernández aún era candidato a la presidencia, se alojó en la residencia en Madrid de Bustillo.
Si estos rumores se confirman y Francisco Bustillo es nombrado como canciller, se confirmaría esta dirección pragmática de parte del gobierno de Luis Lacalle Pou con respecto al gobierno de Alberto Fernández.
Otro de los nombres que suena fuerte para sustituir a Talvi es el del senador y ex-precandidato presidencial, Juan Sartori.
Sartori es el principal rival político de Lacalle Pou dentro del Partido Nacional pero también uno de sus más estrechos aliados, ya que tiene una base de militantes y seguidores muy fuerte tanto dentro como fuera del Partido. A su vez, Sartori es un gran amigo de Bolsonaro y muy cercano al gobierno de Trump, por lo que podría poner a Uruguay en el camino de este nuevo movimiento americano de derecha populista.
Por último, se barajan los nombres de Sergio Abreu (PN), el de la actual vicecanciller, Carolina Ache Batlle (PC), el del ex-embajador Uruguayo en EE.UU. entre 1995 y el 2000, Álvaro Diez de Medina (PN) y el del ex-senador y anterior líder del Partido Colorado hasta 2018, Pedro Bordaberry (PC).
De todos modos, es importante recordar que el Ministerio de Relaciones Exteriores es actualmente una cartera asignada al Partido Colorado dentro de la coalición y aunque Talvi abandone el cargo es probable que dicho Ministerio permanezca bajo el control colorado. Además, no sería raro que Talvi tenga un rol importante en la elección de su sucesor.
La cantidad de nuevas postulaciones de trabajo de parte de argentinos en Uruguay ya igualó a la de los venezolanos, en lo que indica una verdadera crisis migratoria para el país oriental.
Desde que comenzó el gobierno de Alberto Fernández y luego la pandemia, el número de argentinos que decidió asentarse en Uruguay creció exponencialmente en relación a los índices de años anteriores. De esta manera y desde la óptica del país vecino, en 2021 la cifra escaló al 40% del total de argentinos que postulan a un trabajo del otro lado del charco.
En total, Uruguay cuenta con 46.442 extranjeros trabajando allí, según los últimos datos del Banco de Previsión Social a los que accedió el canal Telemundo. Eso significa que un 3% de las personas ocupadas en el país son extranjeras, y de ese porcentaje, las nacionalidades principales son: argentinos en un 35%;venezolanos, un 18%; cubanos, un 11%; brasileños, un 10% y peruanos un 4%.
Si bien la mayoría es argentina, este es un dato histórico debido a la cercanía de ambos países y las familias compartidas entre los dos países. Pero si se tiene en cuenta los últimos años, las postulaciones de extranjeros estaban dominadas por los venezolanos, abarcando entre un 40 y un 50%.
En comparación, las postulaciones de argentinos en 2018 habían estado entorno al 20 o 25%, pero en lo que va del año, este número ya superó el 40%, poniéndose a la par de los postulantes venezolanos. De hecho, antes de la pandemia, los números evidenciaban una baja que se mantuvo constante desde el 2011, pero que explotó entre 2020 y 2021, según pudo rastrear la consultora Advice.
La consultora mostró que Argentina fue el único país que aumentó el éxodo de ciudadanos durante el año pasado. Además de la flexibilidad de las medidas sanitarias del país vecino, la eficacia del plan de vacunación uruguayo y su estabilidad económica fueron los motivos que más sedujeron a los argentinos.
Según Advice, la inmigración argentina que está experimentando Uruguay este año solo es comparable con la que vivió con la inmigración venezolana en 2013, durante el mandato de José “Pepe” Mujica, cuando luego de la muerte del presidente Hugo Chávez, asumió el poder Nicolás Maduro y consolidó la dictadura comunista en Venezuela.
El presidente uruguayo convocó a representantes de todos los partidos para dar detalles de las negociaciones con el régimen comunista chino.
Uruguay volvió este martes a sacudir al Mercosur, luego de que el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou diera a conocer que hay avances significativos en un acuerdo de libre comercio de su país con China. La noticia llega tras los fuertes cruces que el mandatario uruguayo tuvo con Alberto Fernández acerca del rumbo económico del bloque comercial sudamericano.
“El mandatario convocó este encuentro para brindar información relevante sobre los últimos avances en materia de acuerdos comerciales con terceros países, en particular, con la República Popular China“, señala el comunicado difundido por el Gobierno uruguayo.
“El presidente y el gobierno nacional han manifestado en diferentes instancias la vocación aperturista de Uruguay y la necesidad de concretar acuerdos comerciales con el propósito de generar oportunidades de progreso para el país”, agrega el texto.
El acuerdo que quiere Lacalle con China va en la misma dirección que había casi consolidado con Estados Unidos en 2020, durante el mandato de Trump. Sin embargo, un decreto de Joe Biden el mismo día de su asunción dejó sin efecto todas las negociaciones comerciales del ex presidente republicano, que incluía el TLC con Uruguay, además de uno con China, Corea del Sur, Japón y Brasil.
De todos modos, al igual que un acuerdo con un país como Estados Unidos, el acuerdo comercial con China viene con un conjunto de requisitos geopolíticos que, a diferencia del que se tenía pensado con Trump, implica un cambio importante a la manera de hacer política en la región.
🇺🇾🇨🇳 | Lacalle Pou anuncia un tratado de libre comercio con China: "El mundo avanza muy rápido y no nos espera. Esto traerá prosperidad para nuestros compatriotas".pic.twitter.com/IksU7dyWel
La otra cara de la moneda, ¿Se profundiza el desencuentro entre Fernández y Lacalle Pou?
Mientras a nivel internacional se verá un alineamiento de Uruguay a los intereses de China, en la región se ve una profundización a la grieta en el Mercosur, entre Uruguay, Brasil y Paraguay por un lado, y Argentina por el otro, quien con su veto resiste una reducción a la Tarifa Común del bloque comercial que quieren Lacalle, Bolsonaro y Abdo Benítez.
El mayor choque ocurrió hace unos meses, cuando durante su exposición, el primer mandatario de Uruguay, aseguró: “Nosotros no estamos conformes, creemos que es bueno iniciar diálogos, sentarse a la mesa, pero la suma de situaciones en las cuales no canalizan estos acuerdos generan frustraciones”.
Finalmente, Lavalle destacó que el Mercosur “pesa” en el concierto de naciones, pero que no puede ser “un lastre” que actúe como un “corset” que no deja mover a los países. “Uruguay necesita avanzar”, aseveró.
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) March 26, 2021
“En ocasión de la última cumbre de jefes de Estado del Mercosur, Lacalle Pou sostuvo que el mundo va muy rápido entrelazándose comercialmente y que, con el fin de la pandemia, las negociaciones se dispararán“, afirmó el gobierno uruguayo en su comunicado de este martes.
La convocatoria lanzada por Lacalle Pou incluye a políticos aliados y opositores. Entre ellos están: Pablo Iturralde (Partido Nacional), el ex presidente Julio María Sanguinetti (Partido Colorado), Pablo Mieres (Partido Independiente), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), María José Rodríguez (Frente Amplio), Daniel Peña (Partido de la Gente) y César Vega (Partido Ecologista Radical Intransigente).
El popular conferencista no estará más en la versión uruguaya de Polémica en el Bar.
Conrado “Connie” Hughes, reconocido conferencista y profesor de orientación liberal uruguayo, confirmó finalmente que ya no formará parte del equipo de panelistas de Polémica en el Bar, el popular programa que conduce Jorge Piñeyrúa en Canal 10 de la televisión uruguaya.
Su salida ocurrió por su propia voluntad luego de tener un encontronazo con otro panelista y no llegar a un acuerdo con la producción del canal, que cada vez da más lugar al discurso único progresista de izquierda, opacando las voces disidentes.
“Todos sus días tienen sus más y sus menos”, publicó Hughes en su cuenta de Twitter y cerró con un “Hasta la vista”, confirmando la desvinculación del programa.
El ahora ex panelista del ciclo destacó y agradeció a sus seguidores, y saludó también a sus compañeros de piso, Patricia Madrid, Robert Moré, Álvaro Navia, Sergio Puglia, Nicolás Lussich y Juan Miguel Carzolio, a quienes no responsabilizó por su salida.
Su salida se produjo luego de que Hughes discutiera acaloradamente con el sindicalista Eduardo “Lalo” Fernández. La discusión inicial se había dado en el marco de un debate por el endeudamiento de algunos departamentos del Uruguay, y la la polémica surgió debido a que la Junta Departamental de Canelones no aprobó el endeudamiento para el intendente Yamandu Orsi, y posible aspirante presidencial del Frente Amplio.
Esto fue tildado de operación política de parte del gobierno nacional de Lacalle Pou a Orsi por el sindicalista y, en la discusión, Hughes acusó al Frente Amplio, muy acertadamente, de manejar mal el dinero de los uruguayos.
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