Honduras
INSOLITO: el Presidente de Honduras se reunió con el dictador Daniel Ortega para “luchar contra el cambio climático en Centroamérica”
El Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, sostuvo un encuentro con el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, con el objetivo de sumar apoyos y obtener recursos de organismos internacionales para “luchar contra el cambio climático en la región centroamericana”.
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ArchivoEl presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández se reunió el pasado viernes con el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, en la ciudad de Managua, en donde se abordaron “asuntos de interés” entre ambas naciones y el resto de Centroamérica, según reportes de medios locales.
Luego de la reunión, el dictador Daniel Ortega afirmó en conferencia de prensa que “la pandemia de coronavirus es un problema que no ha sido resuelto”, y agregó que “este problema no ha sido resuelto por los países desarrollados”, una afirmación falsa, si consideramos que hay países como Taiwán que han logrado contener al virus, siendo censurados por la Organización Mundial de la Salud.
Por otra parte, el presidente Hernández manifestó su agradecimiento a Daniel Ortega “por su buena voluntad”, y afirmó que “Centroamérica ha sido la región más afectada del mundo por los efectos del cambio climático en los últimos 25 años”.
“Nosotros somos los menos responsables en el tema del cambio climático (…) Son las otras naciones del mundo que han reconocido que la mejor forma de apoyar a los países que sufrimos más es precisamente con el mecanismo de los Fondos Verdes y queremos que esa experiencia sea para toda la región”, expresó Hernández
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Aunque la visita podría ser calificada por diversos sectores como “urgente y necesaria” debido a los últimos acontecimientos en Centroamérica, llama la atención que el presidente Hernández (de centro-derecha, y partidario del humanismo cristiano) mantenga estrechos vínculos con el régimen sandinista, y peor aún, que contribuya de forma indirecta al financiamiento de las políticas represivas dentro de Nicaragua.
De hecho, Hernández ha sido uno de los pocos líderes de centro-derecha en la región que no se han pronunciado respecto a las múltiples violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, a pesar de que el propio Hernández ha condenado las múltiples violaciones a los derechos humanos en países como Venezuela, por lo que mantiene una postura ambigua respecto al socialismo en la región, llegando a utilizar este doble discurso para minimizar a candidatos verdaderamente de derecha dentro de la oposición hondureña.
Incluso, en el año 2014, Juan Orlando Hernández sería uno de los invitados principales en la celebración de los 35 años de la Revolución Sandinista, junto al propio líder de izquierda en Honduras, Manuel Zelaya, y otros personajes como Nicolás Maduro, y el entonces Presidente de El Salvador, el ex guerrillero Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, entre otros.
En esa ocasión, Hernández afirmó que “su Gobierno y el pueblo hondureño se sienten agradecidos por la buena vecindad que Nicaragua ha brindado a su país”.
“Gracias compañera Rosario, gracias Presidente Comandante Daniel Ortega, ha sido un amigo del pueblo de Honduras (…) Somos pueblos hermanos, hermanos centroamericanos, hermanos latinoamericanos ahora y para siempre”, dijo Hernández.
Además, no desaprovechó la ocasión para “saludar a la juventud vibrante de Nicaragua” de la que dijo “sentirse contagiado y emocionado por la demostración de amor hacia la Revolución”.
Juan Orlando Hernández es un claro ejemplo de la tibieza, la tolerancia y el servilismo político de algunos sectores de la “derecha” en Centroamérica para con los personajes sanguinarios del comunismo revolucionario de la región.
Con su discurso poco coherente contra la izquierda, y los señalamientos de corrupción y narcotráfico en su contra, Hernández le da de comer a la izquierda radical hondureña, situación que podría afectar aún más a un país que se ubica entre los más pobres de la región.

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Honduras
Ortega ha conseguido un gran aliado para los negocios del régimen sandinista en Honduras: Juan Orlando Hernández

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hace 2 añosen
29 de agosto de 2021Bajo la complicidad del cuestionado Juan Orlando Hernández y otros funcionarios de Honduras, el régimen comunista nicaragüense desarrolló una importante red de corrupción que operan en los dos países centroamericanos, logrando evadir las sanciones aplicadas por Estados Unidos

Desde la Cuba de Miguel Díaz-Canel y la Venezuela de Nicolás Maduro, hasta la Bolivia de Luis Arce y Evo Morales, son los “incondicionales” del cada vez más aislado régimen comunista de Daniel Ortega en Nicaragua, que en los últimos meses ha intensificado sus acciones para mantenerse en el poder, persiguiendo y arrestando arbitrariamente a importantes figuras de oposición.
Y aunque para nadie es desconocida la influencia de estos países para el sostenimiento económico de Nicaragua, y de las redes criminales del régimen sandinista, existe otro importante pero discreto aliado que le ha abierto las puertas a testaferros de Ortega para ayudar a aliviar las numerosas sanciones aplicadas a los negocios de la dictadura: Honduras.
A pesar del derrocamiento y exilio del entonces Presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, uno de los aliados de Ortega en Centroamérica, en junio del 2009, los vínculos entre ambos países se fortalecieron desde entonces.
Ni el posterior triunfo del Partido Nacional de Honduras (PNH, de orientación centroderecha a derecha) en noviembre de ese mismo año, detuvo las intenciones de los socios del ALBA para establecer negocios en Honduras. Todo esto, a pesar de que el PNH se ha mostrado ante el electorado como “la única alternativa para evitar la instalación del modelo chavista y sus negocios en el país”.
En 2013, bajo la administración del centroderechista (aunque ex militante del comunismo) Porfirio Lobo Sosa, y el respaldo del entonces Presidente del Congreso Nacional, hoy cuestionado Presidente del país, Juan Orlando Hernández, se constituyó en el país la empresa “Alba Alimentos de Honduras S.A. de C.V.” (Alba- Honduras), con un capital de 25.000 lempiras (unos US$ 1.050 al cambio actual).
El 60% de las acciones de dicha empresa quedó en manos del nicaragüense José Francisco López, en representación de “ALBA Alimentos de Nicaragua S.A.”, mientras que el 40% restante es controlada por el hondureño Gerardo Arcángel Meraz Puerto, representante de la empresa “Comercializadora Centroamericana” (Comercah), según documentos en poder del medio centroamericano Expediente Público.
El nicaragüense López, señalado como testaferro de Daniel Ortega, fue sancionado por Estados Unidos bajo la Ley Magnitsky en julio de 2018, y se vio obligado a renunciar a sus altos cargos administrativos en Petróleos de Nicaragua (Petronic) y la Empresa Nicaragüense de Minas (Eniminas), aunque se mantiene al frente de la tesorería del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Por su parte, el hondureño Meraz Puerto mantiene un perfil mucho más discreto que su socio. Aún así, ha sido señalado por ser uno de los protegidos de Juan Orlando Hernández, siendo nombrado por él para un cargo gubernamental en la zona norte de Honduras. Además, el medio antes mencionado señala que el empresario hondureño es poseedor de 24 empresas, y en ellas, resaltan entre sus socios, algunos familiares de Hernández.
Video de YouTube: Albanisa, la red sancionada en Nicaragua que sobrevive en Honduras:
Juan Orlando Hernández: El “salvavidas” del régimen sandinista
Mientras la comunidad internacional continúa omitiendo el decepcionante papel de Honduras y el gobernante Partido Nacional en la crisis política de Nicaragua, el cuestionado Juan Orlando Hernández mantiene una estrecha comunicación con el régimen sandinista, y hasta el momento, ni la Cancillería de dicho país, ni los líderes de su partido han expresado su solidaridad con las víctimas de la represión comunista.
Los intereses personales de Hernández continúan prevaleciendo por encima de la estabilidad política de la región, algo que fue demostrado durante la pasada sesión del Consejo Permanente de la OEA, realizada el 15 de junio, en donde Honduras, al igual que México, Argentina, Belice y Dominica, se abstuvo de votar contra Nicaragua, y exigir la liberación inmediata de los presos políticos.
Asimismo, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), liderado por el hondureño Dante Mossi (cercano a Hernández), continúa otorgando préstamos a la dictadura comunista con total normalidad, sin controles de transparencia ni rendición de cuentas.
Estas y otras acciones han sido aplaudidas por el régimen de Ortega, quien jamás se manifestó en contra de su supuesto “rival ideológico” del país vecino, por razones obvias, ni siquiera, durante los procesos electorales del 2013 y 2017, en donde el partido Libertad y Refundación (coordinado por Manuel Zelaya, su primer aliado) y otros partidos y figuras políticas de oposición denunciaron la existencia de un fraude electoral, en favor de Hernández y el Partido Nacional.
Por las alianzas que logró constituir Ortega, gane Zelaya Rosales en los comicios presidenciales que se llevarán a cabo en el mes de noviembre, o gane el candidato de Hernández, él tendrá un excelente aliado para la corrupción en Honduras.
Los señalamientos de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York a Hernández por colaborar con el narcotráfico en la región podrían obligar a éste a buscar refugio y esconderse de la justicia, siendo Nicaragua uno de los posibles destinos, emulando así a otros ex presidentes de la región, como Mauricio Funes, o Salvador Sánchez Cerén.
Juan Orlando Hernández, en el acto central del 35 aniversario de la Revolución Sandinista
Honduras
Juan Orlando Hernández, el hombre que convirtió a Honduras en una autocracia
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, gobierna al país centroamericano desde 2014. Sus conexiones con el crimen organizado, y sus maniobras autoritarias para consolidar su poder han provocado una crisis política y social sin precedentes en la historia del país.
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hace 2 añosen
1 de junio de 2021Por
ArchivoEl presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández ha sido un político “astuto” a lo largo de su carrera política, pero a la vez, se ha convertido en un peligro para la democracia del país centroamericano, a través de la consolidación de un sistema autocrático, el cual ha generado temor entre diversos sectores del país.
A pesar de sus promesas de “una vida mejor” para la hastiada sociedad hondureña, y de sus numerosos planes para atraer inversión extranjera al país, Hernández no puso en marcha ninguna de sus promesas de campaña, aunque continuaría beneficiando al poderoso establishment hondureño, a través de varias concesiones y leyes trascendentales para la nación.
Sumado a esto, el incipiente nivel de narcotráfico abarca a todos los niveles de la sociedad hondureña. Varios políticos y antiguos miembros de la Policía Nacional han sido condenados en Estados Unidos por delitos de narcotráfico, lo cual ha demostrado la debilidad del sistema de seguridad y justicia hondureño.
Desde sus inicios como congresista en los años noventa, Hernández logró un lento pero poderoso ascenso a la cúpula del poder. Su gestión como Presidente del Congreso Nacional entre los años 2010-2014, lo convertirían en una figura notable del centroderechista Partido Nacional, de cara a los comicios internos del 2013.
Con el respaldo de Porfirio Lobo Sosa, en ese momento, Presidente de Honduras, ganaría esos comicios bajo sospechas de fraude. Sin embargo, las denuncias no llegaron a más, luego de que los candidatos rivales decidieran sumarse a la campaña de Hernández para las elecciones generales del 2013.
Luego de superar ese polémico suceso, el 24 de noviembre del 2013, ganaría las elecciones generales, con el 36,89% de los votos, nuevamente bajo sospechas de fraude electoral. El último obstáculo para llegar al poder había sido superado.
Juan Orlando Hernández, del centroderechista Partido Nacional, celebrando su controversial triunfo en los comicios generales del 2013.
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Primer mandato: Promesas Incumplidas

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“Los medios de comunicación en el mundo entero tratan de instalar en la mente de la gente ideas falsas, como que Nicolás Maduro es un ogro (…) yo he ido a Venezuela y obviamente hay gente descontenta, pero no así como aparece en los medios”, aseguró Nasralla en los últimos días de campaña.
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El 26 de noviembre del 2017, los hondureños acudirían masivamente a las urnas. Los primeros resultados no se darían hasta la madrugada del día siguiente. Con el 57,18% de los mesas escrutadas, Nasralla encabezaba la elección con un 45,17% de los votos, mientras que JOH tenía un 40,21% de los votos.
Esta era una tendencia irreversible, que provocaría un cambio significativo en Honduras. Sin embargo, el sistema se caería “misteriosamente” durante varios días.
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El 24 de enero de 2018 asumió su segundo mandato, a pesar del fraude y a pesar de ser inconstitucional, y Honduras está virtualmente en una nueva dictadura, que mantiene un férreo control de las libertades en el país.
Honduras
Encontraron al ex Presidente de Honduras, el castrochavista Manuel Zelaya, con 18 mil dólares en efectivo no declarados antes de viajar a México
El castrochavista Manuel Zelaya fue retenido durante seis horas por autoridades locales este jueves luego de detectar que transportaba en su equipaje 18 mil dólares en efectivo. Zelaya aseguró que “el dinero no era suyo”.
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hace 2 añosen
1 de junio de 2021Por
ArchivoEl ex presidente hondureño, Manuel Zelaya Rosales, fue retenido la tarde del pasado jueves en el Aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, principal aeropuerto del país, luego de que las autoridades detectaran en su mochila una bolsa con 18 mil dólares en efectivo no declarados.
Zelaya se dirigía a México y aseguró que “no eran suyos“. El propio político explicó que que se disponía a viajar a México para participar en un seminario al que fue invitado como expositor con el izquierdista Partido del Trabajo (PT), aliado del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, manifestó que “alguien colocó la fuerte suma de dinero y pido que se investigue el hecho, aunque el escándalo ya está hecho”. Además narró que en su maleta llevaba un libro, el discurso que iba a pronunciar en el seminario y otras pertenencias, pero nada más. Lamentó que se le negara abordar el avión que lo llevaría a Estados Unidos para luego ir a México, y reiteró que se debe investigar lo acontecido.
“Comunico que he sido injustamente retenido en el aeropuerto Toncontin cuando me aprestaba a viajar a Seminario del PT en México. La causa: una bolsa de dinero con 18 mil dólares que no es de mi pertenencia. Ahora me encuentro en presencia de un fiscal”, manifestó Zelaya
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Luego de este incidente, y con el objetivo de garantizar el orden, miembros de la Policía Militar se mantendrán en las afueras del aeropuerto hasta nuevo aviso, temiendo que algún otra persona fueron a querer llevar esa suma de dinero que Zelaya (intencional o no) iba a llevar a México.
El incidente provocó una reacción inmediata de sus simpatizantes, quienes convocaron a manifestaciones para exigir la liberación de Zelaya, quien había quedado detenido. Los manifestantes iniciaron su protesta bloqueando uno de los carriles ubicados en la parte frontal del Aeropuerto Toncontín, donde quemaron neumáticos e impidieron el libre tránsito de vehículos por esa zona.
Además, los manifestantes intentaron ingresar a la terminal aérea del aeropuerto para sacar al ex presidente Zelaya por la fuerza, sin éxito alguno, ya que los miembros de la Policía Nacional utilizaron bombas lacrimógenas para dispersarlos. Pese a que no pudieron ingresar, continuarían por varias horas en los alrededores de este sector.
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A pesar de que Zelaya continuará negando que el dinero encontrado era de su propiedad, medios locales filtraron un video que desmentiría las versiones de Zelaya. En el video, tomado por las cámaras internas de una sala de Migración en la terminal aérea, se observa que un Agente de la División Aeroportuaria (DSA) le dice a Zelaya que “revisará el equipaje en su presencia”.
– “¿Cuánto dinero porta?“, le pregunta otro Agente. (Se mantiene el silencio en la sala por unos segundos, y Zelaya comienza a contar el dinero).
– “Bueno… debe haber unos US$12,000… es un error que venga este dinero aquí“, contesta Zelaya.
– “¿Doce mil dólares?“, pregunta la agente.
– “No sé, habría que contarlos…”, respondió Zelaya, quien fue interrumpido por la agente, preguntándole: “¿Los declaró?“.
– “No lo declaré (…) Es que sabe lo que pasa, no sabía que venía este dinero aquí”, insiste Zelaya.
Parecería que el ex presidente sabía de ese dinero y que debía ser llevado a México pero desconocía que iba a ser él quien lo llevara. Se teme que el antiguo mandatario estaría llevando dinero para pagarle a grupos asociados al narcotráfico mexicano.
Luego de seis horas de permanecer en el aeropuerto, el líder socialista fue liberado, y continuó con su viaje a México el sábado. El Ministerio Público aseguró que investigará el origen de los fondos, que permanecerán bajo el resguardo del ente judicial.
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José Manuel Zelaya Rosales es todavía hoy uno de los políticos más poderosos de Honduras. Fue militante del centro-derechista Partido Liberal desde los años ochenta hasta el 2009. Durante ese tiempo, ocupó diversos cargos a nivel tanto dentro de su partido como en la administración pública.


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