La Corte Suprema niega la expulsión de diplomáticos chavistas de Brasil
Chocando directamente con el gobierno de Bolsonaro e indirectamente apoyando a la dictadura venezolana, un juez de la Corte Suprema de Justicia negó la orden del presidente y del canciller de expulsar a 34 diplomáticos chavistas del país.
La Corta Suprema de Brasil (STF – Supremo Tribunal Federal) ha impedido una medida del presidente Jair Bolsonaro que buscaba retirar diplomáticos venezolanos chavistas de Brasil para no legitimar la dictadura de Maduro.
La decisión fue adoptada por el juez de la Corte, Luís Roberto Barroso, a solicitud del diputado Paulo Pimenta, del
socialista Partido de los Trabajadores (PT), y dejará en suspensión por 10 días la
expulsión de 34 diplomáticos chavistas que se encuentran en Brasilia representando a la narco-dictadura, alegando que
el presidente Jair Bolsonaro y el canciller del país, Ernesto Araújo, deben
aclarar mejor los motivos de la expulsión.
Otro alegato por parte de Barroso es que considera que en la expulsión
podría estarse violando la Constitución, Tratados Internacionales de Derechos
Humanos y de la Convención de Viena que rige las relaciones diplomáticas y
consulares entre países. Además, y esto es realmente increíble, hizo referencia a que si los diplomáticos abandonaran Brasil en estos momentos corren riesgo de llevar el coronavirus a Venezuela.
Luís Roberto Barroso, juez de la Corte Suprema nominado por la socialista Dilma Roussef en 2013.
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En respuesta de esta decisión de la Corte y para reducir las polémicas, Augusto Aras, el Procurador General de Brasil, solicitó al gobierno de Bolsonaro el día 1 del
corriente mes que se suspenda la medida “hasta que sea esclarecido el contexto
en que fue determinada” y también hasta que sean “verificados eventuales
riesgos existentes para su cumplimiento”.
Asimismo, señaló que la Cancillería debe
considerar la “perspectiva humanitaria” en el “contexto epidémico” y “las
normas nacionales e internacionales de derechos humanos”. Esto fue recibido con cierta sorpresa desde el gobierno, ya que Aras fue designado por el mismo Bolsonaro y se esperaba que al menos haya un disenso con las medidas pro-chavistas del PT y de algunos jueces de la Corte.
Se sabe que el gobierno de Brasil desde el triunfo del presidente Bolsonaro es uno de los más férreos críticos del
régimen de Nicolás Maduro.
Bolsonaro reconoce como presidente legítimo e
interino de Venezuela al líder de la oposición, Juan Guaidó. A su vez, reconoce a
la venezolana María Teresa Belandria como la legítima embajadora de Venezuela
en Brasil, junto a todo su equipo, y es justamente por esto que quiere expulsar a los otros diplomáticos, que no responden a Belandria si no que a Maduro.
La Cancillería había dado un plazo de 48 horas para que 34 funcionarios de la
embajada y los seis consulados de Maduro que operan en Brasil se vayan del país
como consecuencia de anteriores tratativas entre los dos gobiernos con el propósito común de retirar a sus diplomáticos.
Augusto Aras, el Procurador General de Brasil exponiendo ante Bolsonaro y todo su gabinete de la cartera de Justicia, con el ahora ex-ministro Moro a su lado.
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Las relaciones entre Brasil y Venezuela comenzaron a tornarse tensas cuando el ex-presidente de Brasil, Michel Temer, a pesar de ser parte del PT impulsó la suspensión de Venezuela del
Mercosur.
Desde 2017, Brasil es destino de decenas de miles de
venezolanos que escapan de la crisis económica, social y política que el
chavismo ha causado en su país. Según datos oficiales, desde 2018 fueron más de
70.000 venezolanos los que se han instalado en Brasil, cuyo gobierno mantiene
programas de apoyo junto con organizaciones humanitarias y agencias de Naciones
Unidas.
No obstante, Caracas se
negaba –antes de la declaración del STF- a retirar su cuerpo diplomático.“El
personal diplomático y consular no abandonará sus funciones”, aseguraba.
Según la Cancillería venezolana, a cargo del delincuente Jorge Arreaza, se trataría de “presiones indebidas al pretender forzar la salida
intempestiva”, también remarca que las negociaciones previas “nunca han sido
celebradas”.
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Bolsonaro, por su parte, declaró el pasado 2 de Mayo que “el juez Luís Barroso suspendió la expulsión
de funcionarios de la Embajada de Venezuela en el DF y consulados en Belém, Boa
Vista, Manaus, Rio de Janeiro y Sao Paulo. La retirada obligatoria del cuerpo diplomático
fue determinada por el Presidente de la República y el Ministerio de Relaciones
Exteriores”.
Remarcó
también que “el Ministro cumplió con la solicitud del diputado Paulo Pimenta” y
también manifestó que “el diputado en cuestión, como se observa en varios
videos, es un firme defensor del régimen Chávez-Maduro”.
Se especula con la presencia de Maduro, Ortega, Evo Morales y Rafael Correa, además de su contrincante, Lula da Silva.
El presidente brasileño Jair Bolsonaro, dijo este miércoles que no asistirá al cambio de mando el 11 de marzo, donde asumirá el marxista Gabriel Boric como nuevo Presidente de Chile.
“No voy a entrar en detalles porque no quiero crear problemas en las relaciones exteriores, pero ¿quién asistirá a la toma de posesión del nuevo presidente de Chile? Yo no lo haré”, dijo el derechista durante una entrevista radial.
Las palabras de Bolsonaro vienen en referencia al anuncio de múltiples dictadores y ex dictadores comunistas de la región que anunciaron que podrían asistir al evento, como Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y Nicolás Maduro.
Cabe recordar que Bolsonaro fue el último presidente en la región en saludar a Boric tras su triunfo en la segunda vuelta sobre José Antonio Kast, cuatro días después, y con un mensaje exclusivamente protocolar.
En esa instancia, el mandatario brasileño dijo que “prácticamente la mitad de la población se abstuvo y con la otra mitad que fue a votar dio el 55% por el tal Boric y un 45% por Kast“.
Bolsonaro ha dicho en múltiples oportunidades que ve como un peligro para la región la llegada del líder del Frente Amplio al poder en Chile, y que su llegada solo traerá inestabilidad a Sudamérica.
Ante esto, Boric comentó que “no voy a tener declaraciones destempladas, creo que en políticas de Estado y relaciones exteriores hay que ser un poco más cuidadosos. Claramente somos muy distintos”.
El hijo del presidente de Brasil tachó a Bill de Blasio de “marxista” en el programa de Tucker Carlson después de que el alcalde le dijera que no fuera a la ONU porque no estaba vacunado y afirma que los izquierdistas “quieren controlar todo”.
El diputado Eduardo Bolsonaro dio una entrevista para el programa más visto de la TV estadounidense, con el conductor conservador Tucker Carlson el pasado miércoles a la noche.
En Tucker Tonight, el brasileño criticó al alcalde “marxista” de Nueva York, Bill de Blasio, por obligar a su padre no vacunado a comer pizza en una calle de Manhattan mientras estaba en la ciudad para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El hijo del presidente Jair Bolsonaro, de 37 años, dijo a Fox News que el pasaporte de vacunación del demócrata De Blasio era una táctica deliberada para imponer el “control” sobre la población y gobernar como un dictador.
Desde hace algunas semanas, y en directa contradicción con la Constitución Nacional, el gobierno obliga a los neoyorquinos a mostrar prueba de vacunación para comer adentro en restaurantes, beber en bares, ir a clubes nocturnos y usar gimnasios, así como otras comodidades.
Eduardo comparó a De Blasio con el fallecido dictador venezolano Hugo Chávez, y advirtió que si otros líderes estadounidenses adoptaran las políticas del alcalde neoyorquino, Estados Unidos descendería a la larga en un caos similar al de Venezuela bajo el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro.
“Tengo un consejo para el pueblo estadounidense”, dijo Eduardo en el programa. “No creas que Venezuela es algo que esté muy lejos de ti”.
“Si les dijeras a los venezolanos durante la década de los noventa que el país se convertiría en una dictadura socialista, nadie te hubiera tomado en serio”.
De Blasio respondió en Twitter, diciendo que no lamentaba su decisión de obligar a Jair a seguir la política autoritaria de su Estado, e instó al presidente a vacunarse en los numerosos centros de vacunación de la ciudad de Nueva York. Jair ya tuvo COVID-19 y tiene los anticuerpos contra el coronavirus.
En la entrevista con Tucker, Eduardo continuó. “Quieren controlarlo todo. Sé que De Blasio es marxista y sigue mucho de lo que dice Antonio Gramsci”, aseguró, en referencia al filósofo y político marxista italiano que fundó el Partido Comunista de Italia, y que argumentaba que el comunismo en Occidente debía infiltrar las instituciones para llegar al poder, principalmente la academia y los gobiernos locales.
Eduardo continuó: “Para ellos, todo es política e ideología. No me importa mucho lo que él piensa, no pierdo el tiempo escuchándolo”. Durante su aparición en Fox News, Eduardo advirtió que las políticas de De Blasio se estaban adoptando en ciudades de todo Estados Unidos.
A su vez, dijo que los brasileños estaban decepcionados porque veían a Estados Unidos como un país que promovía “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”, como se indica en la Declaración de Independencia, pero que “hoy en día, parece que algunos políticos se han olvidado de eso”.
“Tenemos miedo de lo que está sucediendo en Estados Unidos”, aseguró.
Por primera vez en su mandato, Bolsonaro pudo dar un discurso ante las potencias del mundo en la 76° Asamblea de la ONU sin el filtro de los medios, que rápidamente se viralizó por su contundencia y transparencia.
El presidente Jair Bolsonaro habló en la apertura de la 76° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) realizada este martes 21, donde expuso las falsas narrativas creadas por los grandes medios de comunicación en relación a su gobierno y afirmó que Brasil ha cambiado porque tienen “un presidente que cree en Dios, respeta la Constitución y a sus fuerzas armadas, valora la familia y debe lealtad a su pueblo”.
Por primera vez desde que empezó la pandemia, las palabras del mandatario brasileño pudieron llegar a todo el mundo de forma transparente sin los filtros impuestos por los grandes medios de comunicación. De hecho, fue lo primero que Bolsonaro resaltó al decir que fue al evento “para mostrar un Brasil diferente a lo que se publica en los periódicos o se ve en la televisión”.
El líder de derecha hizo hincapié en diferenciarse del gobierno anterior encabezado por el ex presidiario Lula da Silva (PT) y por Dilma Rouseff (PT), al recordar los casos de corrupción, el quiebre de las empresas estatales y el financiamiento de obras en los países comunistas.Según Bolsonaro, Brasil estaba “al borde del socialismo” pero que ahora “todo eso ha cambiado”.
En dos años y medio, a través de una gestión honesta y comprometida, el país superó las expectativas. La actual gestión se caracterizó por eliminar y reducir los impuestos, ampliar el sector privado, invertir pesado en la infraestructura, y traer inversiones al país. Para el mandatario, Brasil tiene “todo lo que buscan los inversores: un gran mercado de consumidores, excelentes activos, una tradición de respeto por los contratos y confianza en nuestro gobierno”.
Brasil no solo se destacó en el escenario económico si no también en el ambiental, algo muy importante para los estándares mundiales hoy en día en materia de desarrollo sostenible. Rompiendo con las narrativas falaces de jefes de Estados, artistas, influencers y activistas, sobre la preservación de sus selvas y mares; Bolsonaro recordó que el país hoy tiene la legislación ambiental más completa del mundo, una agricultura moderna y sostenible, energía proveniente de fuentes renovables e industrias de bajas emisiones.
Respecto de la Amazonia, el “84% de la selva está intacta y alberga la mayor biodiversidad del planeta”. Solo en el mes de agosto hubo “una reducción del 32% en la deforestación, en comparación con agosto del año anterior”.
“¿Qué país del mundo tiene una política de preservación ambiental como la nuestra? Están invitados a visitar el Amazonas”, enfatizó Bolsonaro.
🇧🇷 | Bolsonaro desmiente que su gobierno no respete el ecosistema de la Amazonia, y argumenta que el cuidado del medio ambiente se hace promoviendo la propiedad privada y no con regulaciones que frenen el desarrollo. pic.twitter.com/q9ZW2x2hMv
La preservación de las reservas indígenas, las misiones de paz de la ONU en las cuales Brasil ha participado, la situación en la frontera con Venezuela provocada por “dictadura bolivariana”, el atentado del 11 de septiembre y el regreso de Brasil al Consejo de Seguridad de la ONU, fueron algunos de los temas que también estuvieron presentes en su discurso. Sin embargo, el tema de la pandemia y el de las libertades individuales ganaron un lugar de destaque.
Bolsonaro responsabilizó a los alcaldes y a los gobernadores de Brasil por violar los derechos civiles con el encierro obligatorio, lo que hizo que muchas familias perdieran sus ingresos. A pesar de todo, Brasil, a través del gobierno nacional, brindó una “ayuda económica emergencial de US $800 a 68 millones de personas”, logró que hoy más del 90% de la población adulta esté vacunada al menos con la primera dosis y cerró el año 2020 con más empleos formales que en diciembre de 2019, el único país del mundo además de China en lograr algo así.
“Solo en los primeros 7 meses de este año, creamos aproximadamente 1.800.000 nuevos puestos de trabajo”, resaltó el jefe de Estado.
Más allá de posicionarse entre los países que más vacunaron en todo el mundo, Bolsonaro destacó que defiende las libertades individuales, la autonomía de los médicos para indicar los tratamientos y rechaza el pasaporte sanitario.
El líder de derecha finalizó su discurso recordando la manifestación del día 7, considerada como la más grande en la historia del país, en la cual millones de brasileños salieron a las calles para pedir por libertad, luchar contra la censura y las prisiones arbitrarias por parte de la Corte Suprema, y en apoyo al presidente Bolsonaro.
Las palabras del mandatario fueron como un balde agua fría para todos los que venían ocultando la verdad sobre su gobierno e hizo con que su nombre alcanzara el segundo puesto mundial en las búsquedas de Google.
Críticas
A partir del día en que Bolsonaro asumió la presidencia, el mandatario tuvo que aprender a lidiar con los ataques diarios por parte de los medios nacionales e internacionales. Su ida a Nueva York para discursar frente a la ONU no fue una excepción.
Desde el primer día, el presidente brasileño fue criticado por no estar vacunado. El propio alcalde de New York, Bill de Blasio, dijo que si Bolsonaro no se daba la vacuna, no debería ni venir a la Ciudad, ya que todos deberían estar vacunados.
A la noche, se viralizó en redes una foto de Bolsonaro cenando pizza en las calles de Manhattan. Los medios utilizaron la imagen para burlarse del mandatario quien supuestamente fue obligado a comer fuera del local por no estar vacunado. Fuentes oficiales confirmaron a La Derecha Diario, que la información no es verídica y había sido el presidente el que eligió comer la pizza de ese local en la calle.
En la puerta del hotel donde el mandatario estaba hospedado, los medios prefirieron transmitir la pequeña manifestación en contra de Bolsonaro, compuesta por unos diez participantes, y ocultar la masiva manifestación que se realizó a favor del jefe de Estado.
El canal de extrema izquierda, TV Globo, también acusó a Bolsonaro de haber hecho un discurso “agresivo”, de haber “mentido” sobre la cantidad de participantes de la marcha del día 7 de septiembre y de haber “defendido” el uso de medicamentos no eficaces contra el Covid-19. Todas acusaciones que hasta el momento carecen de fundamentos que identifiquen su veracidad a través de documentos y/o estudios oficiales.
🇧🇷 | Así recibieron los brasileños en Nueva York a Jair Bolsonaro cuando salía del edificio de la ONU luego de dar su discurso en la Asamblea General.pic.twitter.com/QTS600D89h
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