Trump eligió a Claver-Carone para que le ponga fin a décadas del BID otorgando ingenuamente apoyo financiero a los principales gobiernos socialistas de Latinoamérica, que utilizaron el dinero para beneficio personal en vez de hacer las obras prometidas.
La elección se llevó a cabo en una Asamblea de Gobernadores del Banco a puertas cerradas, con voto secreto y de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus. Claver-Carone logró el voto a favor de 30 países, mientras que 16 países se abstuvieron, dándole una victoria con el 66,8% del apoyo. Aunque el voto es secreto, trascendió que Argentina, Chile, México, Trinidad y Tobago, Nicaragua y algunos países europeos no dieron su voto.
El abogado y asesor personal de Trump prometió cortar con años de corrupción en los proyectos de obra pública en la región, adoptar una línea dura contra Cuba y el régimen de Venezuela, y sacar a la billetera de China de los Gobiernos latinoamericanos.
Ha prometido, además, aumentar la transparencia y poner fin a las políticas del Banco centradas en China.
A su vez, se comprometió a un único mandato de cinco años y luego introducir reformas para establecer límites de mandato para los futuros presidentes; en los últimos 60 años el BID tuvo tan solo 4 presidentes, los cuales pueden reelegir indefinidamente.
“Mauricio representa una nueva generación de pensadores novedosos en toda la región que creen que el BID puede reenfocar sus esfuerzos en su mandato central de impulsar el desarrollo económico”, afirmó el subsecretario de Estado el Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, Michael Kozak, quién considera al candidato una figura de “renovación” que modernizará el Banco y expulsará a China de la región.

Mauricio Claver-Carone, asesor personal de Donald Trump y próximo Presidente del BID.
Históricamente, los presidentes del BID han sido de nacionalidad latinoamericana, lo cual era visto como un intento de que Estados Unidos no interfiriera con las políticas públicas de los países. Por esto, el chavismo, sin representación en el BID ya que este organismo reconoce a Juan Guaidó como el Presidente, elaboró un plan para que Trump no pudiera instalar a Claver-Carone al frente del Banco.
Junto con el presidente de México, López Obrador, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, y los representantes de la Unión Europea, el chavismo había impulsado que no se diera quórum para la elección de este 12 de septiembre.
Esto hubiera pospuesto la elección para marzo de 2021, luego de la elección de noviembre en Estados Unidos y, ante una posible salida de Trump de la Casa Blanca, Joe Biden ya había prometido que retiraría a Claver-Carone y en marzo nominaría a un mexicano para el puesto.
Este plan maestro dependía exclusivamente de que Joe Biden ganase las elecciones norteamericanas, lo cual cada vez es más impensado. A último momento, como anticipamos desde La Derecha Diario, López Obrador se dio cuenta de las falencias de este plan y negoció unilateralmente con Trump y le prometió que daría quórum, a cambio de su apoyo para el mexicano Jesus Seade en las elecciones de la OMC a fin de año.
Si bien México no votó por Claver-Carone, dio quórum y permitió que los demás países que sí votarían por el candidato de Trump efectuaran su voto.

Luego de una reunión en la Casa Blanca, el presidente mexicano López Obrador le habría confirmado al máximo mandatario estadounidense que no boicotearía la elección del BID y se pararía con él.
La mayor derrota vino por parte de Argentina. Alberto Fernández, con el apoyo de Juntos por el Cambio, había impulsado la candidatura del ultra kirchnerista Gustavo Béliz como Presidente del BID que, si bien no tenía el apoyo suficiente para ganar la elección, iba a quedar en pie si se posponía la elección a marzo.
El plan de Fernández era dialogar con un Joe Biden victorioso en 2021 y negociar que la Casa Blanca demócrata defienda la candidatura de Béliz. La apuesta falló y ahora deberá enfrentar 3 años más de gobierno con un BID en manos de Trump, que probablemente va a pensar dos veces antes de otorgar nuevos préstamos al país que quiso enfrentarlo.
Además, Alberto Fernández deberá encarar una dura negociación con el FMI que, a pesar de estar en manos de dirigentes europeos, mantiene una línea directa con la Casa Blanca y no hace nada sin el visto bueno del Presidente norteamericano. El kirchnerismo eligió pelearse contra Trump en el momento que más lo van a necesitar.
Alberto Fernández consideró en una conferencia de prensa que dio desde Olivos hoy por la tarde que la designación de Mauricio Claver como Presidente no fue una derrota diplomática y que, por el contrario, “se establece un nuevo bloque geopolítico que une a la Argentina con México, Chile y doce países de la Unión Europea (UE), al haber logrado una abstención del 31,22% de los votos emitidos respecto a la candidatura del asesor de Trump.“
Sin contar que México se paró con Trump, algo que Alberto Fernández no parece entender”, un bloque más grande fue formado, con los votos positivos de Estados Unidos, Colombia, Brasil, Japón, Venezuela (Juan Guaidó), Uruguay, Bolivia, República Dominicana, Ecuador y Guatemala.
“La pregunta que aún no contestó el Presidente es si Europa, Chile y México van a estar si la Casa Blanca establece un cinturón geopolítico a la Argentina, tras su jugada en los comicios del BID“, trajo a colación el periodista de Infobae, Román Lejtman.

Alberto Fernández junto al presidente mexicano López Obrador. El “duo progresista” de Latinoamérica fue quebrado por la elección del BID.
El otro gran derrotado fue el presidente chileno Sebastián Piñera, quien decidió a último momento salir a apoyar al eje socialista y no dar quórum.
Cuando México anunció que participaría de la elección, no le dejó otra opción a Chile que abstenerse de votar y dejar al país alineado al kirchnerismo y al chavismo, en una maniobra impensada para un gobierno que se adjudica representar al anti-socialismo en su país.
Sumergido en caos social, a semanas de un plebiscito histórico que puede cambiar para siempre el futuro del país, Chile necesitará la ayuda del BID para evitar que se frene la creación de nuevos proyectos en el país. Bajo esta situación, la decisión de Piñera de traicionar a Trump puede probar ser catastrófica.
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En 2018, Piñera festejaba la renovada alianza entre Chile y Estados Unidos con una foto de la bandera chilena integrada en la estadounidense. En 2020, decidió traicionarlo para congraciarse con la izquierda.
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