Este 24 de enero los portugueses fueron a las urnas para elegir nuevamente a su Presidente, en unas elecciones totalmente inclinadas hacia la derecha.
El actual presidente Marcelo Rebelo de Sousa ganó la reelección con el 60,7% de los votos, de la mano del Partido Socialdemócrata (PSD), de centro-derecha conservadora.
De Sousa es muy querido en Portugal por la población en general, más allá de las inclinaciones políticas de cada uno, ya que a pesar de su ideología conservadora, ha demostrado ser un hombre muy pragmático, honesto y que siempre prima por el interés general del pueblo y no el de sus amigos ni su partido.
En la oposición se encontró Ana Gomes, integrante del Partido Socialista, que obtuvo el 13% de los votos, y ni siquiera fue respaldada oficialmente por su Partido, que la rechazó por sus ideas radicales de extrema izquierda. Gomes, finalmente decidió presentarse de forma independiente con el apoyo de un sector del PS y algunas pequeñas agrupaciones progresistas.
Según datos de consultoras privadas, el 60% de los militantes del PS habrían votado al candidato del PSD, Rebelo de Sousa.
En tercer lugar, con el 11,9% (496 mil votos) se impuso el candidato André Ventura, del recientemente formado Partido Chega, de derecha populista, alineado a una agenda similar a la de VOX en España o Fratelli en Italia.
Cabe destacar que en Portugal, en las últimas décadas, los partidos históricos del país se corrieron a la derecha y expulsaron a muchas de sus figuras pero jamás cambiaron sus nombres, por lo que Partido Socialista es actualmente considerado una agrupación de centro-izquierda moderada y el Partido Socialdemócrata de centro-derecha conservadora.

Debate entre Ana Gomes (izquierda) y el candidato derechista André Ventura (derecha)
Esta elección significó un importante crecimiento para la derecha. No sólo de la mano de Rebelo de Sousa, si no que del interesante Partido Chega.
Chega fue constituido en 2019 por André Ventura, quien, cansado de ver cómo el Partido Socialdemócrata (del que él formaba parte) ni siquiera mencionaba los problemas modernos de su país, como la inmigración ilegal, los altos impuestos y la Unión Europea, decidió romper con el histórico partido y lanzarse con su propio espacio.
Ese mismo año, con una agenda nacionalista, conservadora, populista, con propuestas de corte libertario en lo económico e incluso mencionando a Bolsonaro en discursos de campaña, Ventura logró entrar al Parlamento nacional como diputado, con el 1,3% de los votos a nivel nacional.
En poco tiempo, Ventura logró capitalizar esta posición y estalló en popularidad con sus discursos parlamentarios y sus apariciones en TV. En 2020 lanzó una fuerte campaña en contra de las cuarentenas por el COVID-19 y en menos de 2 años convirtió un 1,3% en un 12% a nivel nacional, el partido con mayor crecimiento en la historia del país.
“Es una noche histórica para Portugal, que ve a la derecha reconfigurarse totalmente“, aseguró en la noche de la votación.
Descrito por algunos como “el Trump portugués”, Ventura es hoy una de las personas más importantes de la política de su país.

André Ventura en el Parlamento Nacional.
En cuarto y quinto puesto se encuentran dos extremistas de izquierda, Joao Ferreira, del Partido Comunista, y Marisa Matias, del Bloque de Izquierda. El primero obtuvo 180 mil votos, el equivalente a 4,32%, mientras que la segunda llegó al 3,95%.
La participación electoral total fue de apenas un 39%, casi un 10% menos que en las elecciones de 2016, en las que Rebelo de Sousa había ganado con un 8% menos que ahora. A su vez, su opositor, también de izquierda dura como Ana Gomes, había logrado un 22%, frente al 13% de Gomes ahora, por lo que hubo una considerable caída de la izquierda.
En las elecciones de 2016, también se había presentado la marxista Marisa Matias, que a pesar de ahora no haber llegado ni al 4%, se había impuesto como tercera con un 10% hace 5 años.
Afiches electorales de Marisa Matias y André Ventura en la misma cuadra.
De todos modos, estas elecciones carecen de una relevancia mayor, puesto que el Presidente en Portugal es un Jefe de Estado pero no de Gobierno, puesto que el país es una República Semi-Presidencialista.
El Presidente se encarga de representar al país ante el mundo, garantizar la unidad del Estado y controlar que funcionen correctamente las instituciones, más no de presentar leyes o impulsar agendas.
Sin embargo, a diferencia de otros países Semi-Presidencialistas (como Alemania o Israel), en Portugal el Presidente se encarga de la Seguridad Nacional y coordina tareas de las Fuerzas Armadas, además de tener una importante injerencia en la agenda de relaciones exteriores, por ejemplo acercando al país a Trump a pesar de las diferencias del oficialismo portugués con el ex presidente republicano.
Actualmente Portugal es gobernada por António Costa, del Partido Socialista, quien ejerce el rol de Primer Ministro y Jefe de Gobierno nacional. Él es quien lidera el Poder Ejecutivo en sus tareas del día a día. Costa fue elegido por el Parlamento en 2015, con el apoyo de los minoritarios Partido Comunista y Bloque de Izquierda.
La verdadera prueba de fuego para la política portuguesa será en las elecciones legislativas en 2023, a las que Chega debe aspirar a lograr una importante cantidad de escaños en el parlamento para poder participar de un gobierno de coalición con el PSD e imponer un Primer Ministro con una agenda de derecha para Portugal.

António Costa.
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