El gobierno danés anunció una importante reestructuración de su Ministerio de Relaciones Exteriores, y dentro del ajuste la Embajada en Argentinia será cerrada, ya que no es más una prioridad para la misión diplomática del país escandinavo.

Como ocurrió entre los años 2002 y 2007, Dinamarca no tendrá más una Embajada en la Argentina y cerrará oficialmente su misión diplomática en el país.

Según el gobierno danés, esto se debe a que Argentina ha perdido su importancia en el plano internacional y que optarán por redistribuir los recursos a países done haya una “mayor protección de la democracia, los derechos humanos y los valores occidentales”.

La decisión fue informada públicamente por el ministro de Relaciones Exteriores, Jeppe Kofod, como reacción a la situación en Afganistán, que obligó a las autoridades a priorizar las misiones diplomáticas en países de la Unión Europea, países con mayor fuerza en la ONU y la OTAN, además de fortalecer las embajadas en el Ártico, y África.

“En total, se fortalecerán 16 misiones y 9 departamentos en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Copenhague”, mientras se elimina la misión diplomática en Argentina y otros países.

También cerrarán la Embajada en Tanzania, el Consulado General en Chongqing (una importante ciudad china que servía de segunda embajada en el gigante asiático) y la misión comercial en Barcelona, España. Además, se llevarán a cabo una serie de medidas de eficiencia, por ejemplo, en las áreas de energía, compras y propiedades, se anunció.

En Argentina, la Cancillería se llevó de sorpresa la noticia, ya que no fue avisada de antemano ni se le dio la oportunidad de dialogar para evitar este abrupto corte de relaciones.

“Lamentamos mucho el cierre de la Embajada danesa, ya hubo un cierre temporal entre el año 2002 y 2007 y esperamos que este también lo sea y no afecte un vínculo a largo plazo que viene desde 1841, bajo el gobierno de Don Juan Manuel de Rosas, a cargo de las Relaciones Exteriores de la Confederación argentina”, señalaron en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Felipe Solá.

La decisión surge en un momento de crisis en Argentina, donde varias compañías extranjeras empiezan a ver la manera de irse del país y su posición en el mundo se ve minimizada, en el aspecto político, perdiendo seriedad en las instituciones; económico, ahuyentando la inversión internacional; y judicial, con reformas en detrimento a la separación de poderes.

El gobierno socialdemócrata de Mette Frederiksen aprobó, con el apoyo de grupos nacionalistas y partidos de derecha, una nueva ley de control demográfico.

Este jueves, Dinamarca aprobó un proyecto de ley que permitirá enviar a los solicitantes de asilo a un tercer país, previo pago, para que se encargue de su acogida.

La iniciativa ha sido promovida por el gobierno socialdemócrata de Mette Frederiksen, quien desde su llegada al poder en 2019 ha endurecido las políticas migratorias a pesar de provenir del partido que ideó la masiva inmigración de países árabes y africanos. La ley contó además con el apoyo de todos los partidos de derecha del Folketing, el parlamento danés.

El objetivo es disuadir a los migrantes musulmanes de acudir a Dinamarca, ya que con esta ley podrán ser enviados como “subrefugiados” a países como Egipto, Eritrea y Ruanda.

El objetivo oficial del proyecto es conseguir “cero refugiados nuevos“. Esta idea se estuvo hablando meses atrás cuando la Primera Ministra decidió que había que limitar el numero de gente extranjera en el país.

Desde entonces, partidos de centro-izquierda y de la derecha se han aliado en materia inmigratoria para cambiar el rumbo que se había acordado con la Unión Europea años atrás, de convertir a Dinamarca en un centro de inmigración mundial y revertir el envejecimiento de la composición de la población en general.

 Esto se debe a que los partidos de Izquierda y Derecha se han puesto de acuerdo en que haber seguido las políticas migratorias que proponían la Unión Europea y las Naciones Unidas mediante sus compactos globales de migrantes y refugiados no han sido buenas. Esto se debió a que ambos pactos tenían puntos en donde la población nativa del país no tenían suficientes beneficios al lado de los extranjeros.

Por Alfonso Lorenzo de Olmos, para La Derecha Diario.

Esta tarde, Dinamarca anunció finalmente que suspenderá de manera definitiva la aplicación de las vacunas de AstraZeneca/Oxford contra el coronavirus. Esta decisión es producto de una investigación que duró un mes por parte de la Agencia Danesa de Medicamentos (ADM), luego de que se descubriera que algunos pacientes desarrollaron coágulos de sangre luego de darse la dosis.

El pasado 11 de marzo la agencia danesa lanzó una profunda investigación del caso de una señora de 60 años que murió por la complicación de un coágulo sanguíneo que habría sido causado por la vacuna de origen inglés.

Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) también investigó el caso y recomendó seguir usando la vacuna, asegurando que su revisión arrojó que solo hay un 0,000095% de posibilidades de formación de coágulos, el Ministerio de Salud danés prefirió discontinuar la vacunación con la AstraZeneca y priorizar otras marcas como la Pfizer.

Por su parte, organismo de control de drogas de la Unión Europea dijo la semana pasada que había encontrado un posible vínculo entre la vacuna y casos muy raros de coágulos de sangre, pero que el riesgo de morir por COVID-19 es “mucho mayor” que el riesgo de mortalidad por efectos secundarios raros de esta dosis.

Esta declaración fue tomada por varios países europeos como Alemania y Francia, quienes decidieron frenar la vacunación para menores de 60 y 55 años respectivamente con la AstraZeneca, pero Dinamarca, sumado a sus propios descubrimientos, decidió que nadie más se dé esta vacuna.

El anuncio de esta prohibición estuvo plagado de polémica y preocupación, ya que la directora de la AMD, Tanja Erichsen, se desmayó en vivo y se desplomó contra el suelo. Fue internada y ya se encuentra en buen estado, pero algunos medios daneses reportaron que la funcionaria habría recibido una dosis de AstraZenca hace algunos meses.

El director de la agencia de salud danesa, Soren Brostrom, dijo que los resultados de las investigaciones sobre los coágulos de sangre “mostraron efectos secundarios reales y graves“.

Dijo: “basándonos en una consideración general, hemos optado por continuar con el programa de vacunación para todos los grupos objetivo sin esta vacuna“.

Para quienes ya se han dado una primera dosis de AstraZeneca, el gobierno danés recomienda darse la segunda dosis de Pfizer o de Moderna. “Son compatibles, pero más seguras”, declaró.

En el país de 5,8 millones de habitantes, el 8% ha sido completamente vacunado contra COVID-19 y un 17% ha recibido por lo menos una primera dosis. De este casi millón de personas vacunadas, 140.000 recibieron el pinchazo con la dosis de AstraZeneca.

Considerando todo Europa, solo el 19,4% de la población adulta de la Unión Europea ha recibido la primera dosis de alguna vacuna contra el coronavirus hasta ahora, según el rastreador de vacunas Covid del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.

En una situación muy distinta está el Reino Unido, donde ya se han vacunado al 53% de su población adulta, y casi la totalidad de estos fueron vacunados con la vacuna de marca AstraZeneca.

En concreto, de 18 millones de personas vacunadas con esta dosis en territorio británico, se han registrado 30 casos de severos coágulos sanguíneos, entre ellos 24 muertes. Esto da una tasa de muertes del 0,0002%, muy baja, pero dos ordenes de magnitud más altos que los que informó la OMS.

El gobierno de Boris Johnson ha defendido la vacuna de AstraZeneca, la cual a pesar de no tener una efectividad de inmunización tan alta como la de Pfizer o Moderna permitió que en sólo dos meses se pase de 50.000 casos nuevos por día a menos de 3.000.

Los contagios de coronavirus en el Reino Unido se han desplomado desde enero, cuando empezó la vacunación con la AstraZeneca