Este 24 de enero se celebrarán unas nuevas elecciones presidenciales en Portugal, donde según las encuestas se consolidará el gobierno centro-izquierdista, gracias a la gran suba del Partido Socialista (PS) a costa de los partidos de izquierda más radical.
Por su parte, la derecha también crece bastante, pero no le alcanzaría para impedir la victoria de la candidata socialdemócrata Ana Gomes.
Gomes es una política progresista muy controversial incluso dentro de su propio partido por sus declaraciones como diplomática en favor de la inmigración masiva de refugiados musulmanes a Europa y llamando a una mayor integración entre Estados de la Unión Europea, apoyando ideas alocadas como formar un país europeo.
Otro episodio muy polémico de Gomes ocurrió cuando invitó a una conferencia suya en el Parlamento europeo a activistas anti-Israel que finalmente dieron una exposición anti-semita en la que culparon a los judíos de ser “un lobby perverso” y negaron el holocausto.
La política centro-izquierdista se desligó y pidió disculpas tras afirmar que no sabía que iban a decir esas cosas, algo que no convenció a muchos ni en su propio espacio político.
A pesar de toda esta controversia, el apoyo popular por el PS no para de crecer y todo indica que el gobierno portugués seguirá en manos del socialismo.
Gomes se perfila a vencer con un 38,5% al resto de los partidos, según las encuestas.
Comparación de encuestas en enero y en diciembre de 2020 sobre intención de voto en las elecciones de este febrero. Fuente: El Electoral.
Según las propias encuestas, en segundo lugar quedaría con un 27,4% el Partido Social Demócrata (PSD), que a pesar de su nombre, es la antítesis del gobierno socialdemócrata del PS y mantiene una agenda conservadora y anti-socialista.
Estos nombres tan confusos en Portugal son producto de que los partidos se fueron corriendo ligeramente hacia la derecha con el paso de los años, siendo que el Partido Socialista ahora es de centro-izquierda progresista y el Partido Socialdemócrata de centro-derecha liberal.
A pesar de la distancia de más de 10% entre el PS y el PSD, la distancia se agranda aún más con el tercer puesto, que está a 20% del segundo, ocupado por el llamado Bloque de Izquierda.
Esta alianza engloba a todos los partidos de izquierda más radical, pero perdió miles de votantes que migraron al PS en estos últimos meses por su buena gestión de la crisis del COVID-19.
El Bloque de Izquierda, de ideología puramente socialista, se ubica con un 7,1% y propone como candidata a Marisa Matias, una ultra-progresista que habla de llevar a la ciencia al gobierno.
El tercer puesto sin embargo no está dominado por la extrema izquierda, ya que con apenas un 0,1% menos en las últimas encuestas, se encuentra el novedoso partido conservador Chega, que fue fundado recientemente en 2019 y estas serán sus primeras elecciones presidenciales.

André Ventura.
Chega, de derecha popular, propone liberalismo económico y conservadurismo social, lucha contra la inmigración masiva de refugiados a Europa y es comúnmente comparado al español VOX.
Presenta como candidato al conservador André Ventura, un férreo opositor a la Unión Europea y al globalismo, quien ha hablado en favor de Trump, Bolsonaro, y otros líderes derechistas a lo largo del mundo.
En el sistema electoral portugués, un candidato a presidente debe recibir más del 50% de los votos en primera vuelta para ser electo. Si no es así, debería haber un balotaje.
Mientras Chega apoyaría al PSD en una segunda vuelta, el PS ganaría cómodamente según las encuestas con un 54%, debido a la capacidad de absorber todo el voto del Bloque de Izquierda y otros partidos socialistas menores.
En La Derecha Diario usamos datos de las encuestadoras que más confiamos pero ninguna está exenta de errores, a veces incluso intencionales para favorecer a un partido o el otro, por lo tanto urgimos a nuestros lectores a tomar la información electoral presentada siempre con cierto escepticismo.
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