Desde el domingo 12 de julio, las dos naciones caucásicas de Armenia y Azerbaiyán tuvieron una fuerte escalada en las tensiones militares que condujeron a choques entre las Fuerzas Armadas en la frontera, que dejaron un saldo oficial 11 soldados azeríes y 4 armenios, muertos.
Mientras que ambas naciones reclaman a sus caídos y sus ciudadanos participan en funerales militares cargados de discursos nacionalistas y bélicos, el régimen de Putin convocó a los líderes de los países y llamó a la moderación.
El conflicto no es extraño entre los pueblos de las naciones involucradas, que ya se vieron enfrentados incluso antes de ser naciones independientes en 1988 y 1992 al efectuarse masacres poblacionales mutuas, mientras el gobierno central de la URSS intentaba reducir las tensiones entre los 2 grupos étnico-religiosos.
Las diferencias entre los grupos nacionales son enormes, mientras que Armenia es un país principalmente cristiano, occidentalizado y con una cultura e idioma propio; Azerbaiyán es principalmente musulmán, que responde a los intereses de Irán y también con sus propia herencia muy distinta a la armenia, a pesar de ser países vecinos.
A partir de la caída de la dictadura comunista en 1991 y la independencia de Armenia y Azerbaiyán, las tensiones se dispararon nuevamente y el conflicto se volvió abiertamente militar e internacional, escalando de un conflicto puramente étnico-religioso dentro del bloque soviético. En ese entonces, Armenia logró salir victoriosa a pesar de la superioridad numérica de Azerbaiyán y el apoyo militar de Turquía. Gracias a esta victoria, Armenia logró retener el control de la región de Nagorno Karabaj.
A pesar de la declaración de alto al fuego firmada por ambos Estados en 1994, Azerbaiyán nunca ha dejado de reclamar la región de Nagorno Karabaj y el acuerdo de alto al fuego se ha visto amenazado numerosas veces, siendo el caso más notable en 2016 cuando se dio una escaramuza militar entre ambos países con el resultado de 30 militares muertos entre ambos bandos.
Las poblaciones de ambos países, a pesar de que comparten frontera, territorio y hasta familias, mantienen una gran rivalidad entre sí. Desde 1994 hasta la fecha, ambas naciones han estado votando a políticos cada vez más nacionalistas y el conflicto no hizo más que recrudecerse.
En la escalada actual, ambos Estados han acusado al otro de revivir el conflicto. Pero esta vez la sociedad de Azerbaiyán pide a los gritos un conflicto bélico que termine de una vez por todas esta disputa.
Más de 10.000 manifestantes azeríes se congregaron en la capital, Bakú, tras los funerales militares, demandándole al gobierno que inicie acciones militares contra Armenia, un poco por venganza y otro poco para recuperar el territorio “perdido” hace casi 30 años.
En las concentraciones, muy numerosas considerando que fueron en un día laboral y a las 2 de la mañana, se podían escuchar cantos pro-guerra, anti-cuarentena y a favor del servicio militar obligatorio.
A pesar de la presencia policial, los manifestantes tomaron el parlamento, pero posteriormente la policía intervino y no solo que evacuó el parlamento, sino que también obligó a los que protestaban a retroceder.
Por el momento, ambas naciones han evitado convocar formalmente a Rusia, la cual es vista en la región del Cáucaso como la principal potencia reguladora, por lo que el llamado de Putin a la “moderación” entre ambos países es un factor importante a tener en cuenta en términos de balance.
De no encontrarse una salida diplomática, ambos países podrían avanzar militarmente sobre esta región, marcando el inicio bélico de un conflicto que quedó “en suspenso” desde 1994, cuando la administración de Bill Clinton fue por lo fácil y negoció un alto al fuego que no dejaba contenta a ninguna parte.
Esta vez, dada la nueva dinámica en la región, con un Estados Unidos de la mano de Trump decidido a no intervenir militarmente en estos conflictos como lo hacía en el pasado, quedará en las manos de Rusia evitar una feroz escalada militar.
Por Uriel Ruetter para La Derecha Diario.
Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión