El Banco Central de los Estados Unidos, conocido como la Reserva Federal, o coloquialmente, la FED, ha tomado políticas de emergencia sin precedentes, para evitar la recesión del pánico generado por la pandemia del coronavirus.
Se trata de un gran cambio en una situación de urgencia. La política
de la FED es una versión más enérgica y extrema a lo realizado en el año 2008,
ante el pánico por la crisis sub-prime. Una
gran inyección de liquidez sin límites cuantitativos y sin respaldo por reservas.
La FED utiliza los “vehículos de propósito especial” (SPV) para proporcionar la liquidez necesaria y tener la potestad de emitir dinero no garantizado, de
acuerdo a determinados objetivos.
En el 2008 esta política se utilizó para cubrir
necesidades de financiamiento a corto plazo en el sector financiero. En marzo de este año, se vuelve a utilizar el
mismo mecanismo, esta vez, no solo para proporcionar liquidez a sectores
específicos, sino a casi toda la estructura económica.
Se plantea un ambicioso
programa para respaldar a una amplia cantidad de sectores, desde deudas con
tarjetas de crédito, o préstamos comerciales, o incluso bonos corporativos. Todo
lo que sea necesario respaldar con liquidez, la FED estará dispuesta a imprimir
el dinero para hacerlo.
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Esto implica que ya no se va a dar crédito respaldado con
bonos del tesoro como antes. El tesoro de los Estados Unidos está nacionalizando
(en otras palabras, haciéndose cargo de) una estructura financiera enorme.
El
rol que le fue otorgado a la Reserva Federal en todo esto es el de proporcionar el
dinero para poder realizar esa operación. Esto quiere decir que ambas entidades
funcionan como una sola, el tesoro (el gobierno) y la FED. Por lo tanto, se
puede afirmar que, en los hechos y al menos en el corto plazo, la FED fue prácticamente
nacionalizada. Si este mecanismo se institucionaliza a futuro o se trata de una
emergencia para cubrir el corto plazo, es algo que solo sabremos con el tiempo.
Podemos decir que el nuevo encargado de la política monetaria
del dólar ya no es Jerome Powell, es el presidente Donald Trump.
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Esto puede ser un buen mecanismo para evitar una depresión generalizada
a partir del aumento de la demanda de dinero y la tendencia deflacionista que amenaza
a la economía. Según un informe de la Reserva Federal de St. Louis, el
desempleo podría llegar al 30% en el segundo trimestre, con una caída del 50%
en el producto bruto. Son cifras nunca antes vistas. No hay precedentes, ni
siquiera en la gran depresión de 1929-1933, que coincidan con ese pronóstico. A situaciones extremas, medidas extremas. Pero no hay que perder de
vista que, a futuro, un banco central dependiente del poder ejecutivo puede
provocar resultados adversos e inflacionarios.
“Si gana el Apruebo, yo no veo nada en el texto constitucional que sea proinversión, nada”, enfatizó Ignacio Briones.
Queda una semana para que se lleve a cabo el plebiscito de salida, instancia en donde la ciudadanía votará Apruebo o Rechazo a la propuesta de nueva Constitución que redactó la Convención Constitucional y que entregó de manera oficial el pasado 4 de julio al Presidente Gabriel Boric.
El ex ministro de Hacienda y ex candidato presidencial, Ignacio Briones, fue invitado a un nuevo capítulo de Tú Decides, en donde expuso su postura a favor del Rechazo.
En la entrevista se le preguntó cuál era su opinión opinión con respecto al plebescito, Ignacio Briones respondió que “como la inmensa mayoría de los chilenos, yo voté Apruebo con convicción y lo volvería a hacer porque creo que Chile necesita una nueva Constitución, una que signifique unidad, y esa es la principal razón por la cual yo hoy día Rechazo”.
“La verdad es que hace bastante tiempo que tomé esta decisión. Yo seguí el proceso semanalmente. Leí el borrador y el documento legal varias veces. He llegado a la convicción de que este no es un buen texto para Chile”, indicó.
“Yo entiendo que hay legítimas opiniones distintas. Es importante reconocer esto. Esto no puede ser una batalla, una guerra campal, necesitamos respetarnos. Hay argumentos a favor y en contra. Hay cosas buenas del texto, pero a mí el agregado me parece que es un mal texto para Chile”, resaltó.
“Sobre todo, más allá de lo técnico de cada artículo, creo que lo fundamental, y creo que así lo sienten los chilenos y chilenas, es que esta no es una Constitución de unidad. Los chilenos están divididos frente a este texto. Para mí es fundamental que podamos volver a mirar al futuro, que podamos dejar atrás este momento duro, esta crisis política que hemos tenido en Chile, y para eso se requiere unidad como condición necesaria, y este texto no lo es”, indicó.
“Partió con 80%, y hoy día las encuestas lo dan por abajo del 50%. Entonces, démonos la chance de tener una buena Constitución que nos una, que nos permita mirar a futuro. Creo que ese es el llamado”, agregó.
Qué propone económicamente la nueva Constitución
Tras los aumentos en el costo de la vida, uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía es el ámbito económico en la propuesta de nueva Constitución que se votará el 4 de septiembre.
Sobre esto, el ex ministro Ignacio Briones aseguró que “yo creo que es muy importante cuando uno habla de economía aterrizar el concepto, porque para muchas personas la economía aparece como algo distante, lejano, y la verdad es que nos toca en el día a día”.
“Las familias hoy en día lo saben. La inflación les pega fuerte. Saben también que si la economía no anda bien, las pegas no andan bien, los emprendimientos no andan bien”, afirmó.
“Este texto constitucional, y lo voy a decir con toda franqueza, no tiene nada que sea pro crecimiento ni pro inversión. Eso lo necesitamos como nunca. Necesitamos generar empleo, mirar para adelante e inversión. La verdad es que esto se hace cuesta arriba, pero aún más”, señaló.
“Todos queremos avanzar en derechos sociales. Yo comparto eso, creo que es una de las cosas buenas de la Constitución, sin prejuicio que difiero en la bajada. Pero el objetivo lo comparto al 100%. Necesitamos más igualdad, una cancha más pareja”, aseveró.
“Necesitamos entender que avanzar en derechos sociales no es incompatible, por el contrario, es funcional a tener un mayor crecimiento, más inclusivo, verde y sustentable. Pero esos derechos sociales cuestan plata, quienes me escuchan lo saben. Cuando uno quiere mejorar la casa cuesta plata”, aseguró.
“Y la plata del Estado viene de los impuestos, de las personas. Y si la economía no crece, tampoco crece la recaudación. Acá no hay que engañar a las personas, esto es un esfuerzo grande, y para eso necesitamos que la recaudación aumente para poder financiar aquello”, comentó.
En julio de 2022, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó un aumento mensual de 1,4%, acumulando alzas de 8,5% en lo que va del año y 13,1% a 12 meses.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió en julio un 1,4%, informó el lunes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en una variación que superó las expectativas y que fue empujada por las alzas en transportes y alimentos.
De esta manera, el IPC acumuló alzas de 8,5% en lo que va del año y 13,1% a 12 meses, en el mayor registro anualizado desde marzo de 1994.
“Diez de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice, una presentó incidencia negativa y una registró nula incidencia”, dijo el INE.
“Entre las divisiones con alzas en sus precios destacaron transporte (3,4%), con 0,492 puntos porcentuales (pp.), y alimentos y bebidas no alcohólicas (1,9%), con 0,393 pp. La división que registró disminución en sus precios fue vestuario y calzado (-2,7%), con -0,079 pp”, agregó.
Analistas esperaban una variación de 1,3% de acuerdo con la encuesta de Bloomberg y de 1,2% según la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) que publicó hace una semana el Banco Central.
Desde la Asociación de Isapres ven con “preocupación” los dichos del director de Fonasa, Camilo Cid, quien aseguró que con la implementación del Fondo Universal de Salud se busca que estas instituciones “desaparezcan del mapa de la seguridad social”.
La Asociación de Isapres respondió a las palabras del director de Fonasa, Camilo Cid, quien aseguró que con la implementación del Fondo Universal de Salud se busca que estas instituciones “desaparezcan del mapa de la seguridad social”. A través de un comunicado, las Isapres dijeron que estos dichos generan “preocupación.
“Al resto de los cotizantes que voluntariamente suscriben al sistema, como a sus familias e hijos, las declaraciones que anuncian un término del sistema generan profunda preocupación. El país está preparado para discutir una reforma de salud, pero no para que las Isapres cierren de golpe”, dijeron desde la Asociación de Isapres.
“En ese contexto, si bien hay consenso en el diagnóstico de los problemas que afectan al sistema y sobre la necesidad de abordarlos, es necesario que los cambios sean paulatinos y no gatillados por una crisis que tenga como punto de partida el término forzoso y abrupto del sistema Isapre”, añadieron.
Precisamente la ministra de Salud, María Begoña Yarza, se refirió a las declaraciones del director de Fonasa y aseguró que los cambios, con la implementación del Fondo Universal de Salud, será paso a paso.
“Nosotros creemos que la seguridad social que hoy tenemos va a transitar a otra forma de seguridad social y allí tendremos los seguros y los seguros complementarios”, explicó Yarza.
“Este Ministerio de Salud también está empeñado que este tránsito cuide a las personas que están en las Isapres. Por tanto, el camino que hemos pensando transitar es un camino paso a paso, participando todos los incumbentes y con un foco muy primordial en el cuidado de las personas”, recalcó la titular del Minsal.
Desde la Asociación de Isapres recalcaron que actualmente están en una “situación crítica” e incluso corren riesgo de sufrir un “desenlace abrupto”.
“Creemos que el énfasis no debe estar puesto en desmantelar el sistema privado, sino en lograr que todas las personas tengan acceso a tratamientos y prestaciones de manera oportuna. Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora son acciones tendientes a eliminar a las Isapres, en lugar de dar respuestas concretas a la demanda de la ciudadanía, que quiere soluciones a sus problemas de salud. Lo que uno esperaría es que, si se va a poner fin a algo en materia de salud, que sea a las listas de espera, a los problemas de falta de médicos, de eficiencia, insumos o infraestructura, que afectan diariamente a los chilenos”, acusaron.
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