España es el país de Europa con peor resultado económico después de un 2020 marcado por la pandemia del coronavirus.
Además, será uno de los que peor se recupere, ya que ae estima que cerrará el 2021 siendo el país con la economía más alejada del nivel previo al surgimiento de la pandemia, según un detallado informe que publicó la agencia Moody’s.
Independientemente de eso, también tendrá el mayor rebote del PBI en el 2021 en términos porcentuales, pero no será suficiente para compensar la enorme caída. El crecimiento que estiman es del 6%, contra una media que se encuentra en el 4,7% en el resto de los países del viejo continente.
España, liderada por el socialismo, vuelve a sufrir un colapso en la economía y el mercado laboral, tal y como ocurrió entre 2007 y 2011, bajo la anterior administración del PSOE.
En aquel entonces, el PP de Mariano Rajoy tuvo que tomar las riendas del país y aprobó una serie de reformas liberales, en particular la reforma laboral, que le permitió a España salir de la recesión. Esta vez, no parece haber un consenso de que un cambio es necesario y el PP no para de perder intención de voto en las encuestas.
En el 2020 España fue quien sufrió la caída más fuerte con una contracción del 11,4% frente a un promedio de sus países vecinos del 7,7%, por lo que es esperable que la recuperación en “V” sea predominante durante este año.
Francia está por detrás, ya que tuvo una caída del 10,2% en el 2020 y una recuperación del 5,3% para este año.
Según el estudio realizado por la agencia, solo Lituania logrará recuperar el nivel de PBI del 2019, con un crecimiento del 3,3% aproximadamente para este año, frente a la caída del 1,7% del 2020.
Respecto a los países más fuertes y que lideran Europa, la recuperación total podría estar recién a partir del 2022. Alemania, por ejemplo, tuvo una caída del 5,6% en 2020 y para este año recuperará 3,8%, por lo que también deberá esperar al 2022 para completar su total recuperación.

Fuente: Agencia Moody’s
“Francia, Italia y España registrarán algunas de las tasas de crecimiento más fuertes, pero esto refleja en gran medida un repunte ‘mecánico’ tras las considerables contracciones del año pasado, y su producción se mantendrá muy por debajo de los niveles previos a la crisis”, indica Moody’s.
El informe además indica que los emisores soberanos que tienen una fuerte exposición económica a la crisis, un margen de maniobrabilidad bajo en lo fiscal, necesidad de refinanciamiento y restricciones institucionales tienen el riesgo de atravesar el efecto “shock” a la confianza de los inversores, por lo que el BCE (Banco Central Europeo) juega un rol fundamental para estos países.
“Los riesgos de crédito con más altos en Italia, Chipre, España y Portugal, dada su elevada exposición económica a la crisis y su espacio fiscal más limitado“, afirma el estudio.
En esa línea aparecen España e Italia como los más afectados a consecuencia de haber sido los más golpeados durante la pandemia. La agencia Moody’s indica que ambos países ya tenían problemas que repercutían en la economía, por lo que se acrecentaron las dificultades con lo que sucedió en el 2020.
“Los (emisores) soberanos con una carga de deuda elevada incluso antes del brote del virus y que enfrentan obstáculos estructurales para un crecimiento más fuerte enfrentarán las mayores presiones para actuar y revertir sus trayectorias de deuda creciente, a fin de minimizar estos riesgos. Esto incluye soberanos como Italia, Chipre, España y Portugal, pero también Francia y Bélgica“, aclara el informe de Moody’s.
La investigación apunta también a mostrar el riesgo de incremento de los pasivos contingentes derivados del sistema bancario, en el caso de que la recuperación no sea la esperada.
Un punto de referencia es el aumento del riesgo de que la deuda privada termine repercutiendo en el balance de gasto público tanto en España y Francia, donde las empresas se vieron en la necesidad de recurrir a estas garantías.

Moody’s Corporation, conocida como Moody’s, la prestigiosa empresa estadounidense de servicios financieros y comerciales.
En lo que respecta a políticas internacionales, la victoria de Joe Biden indica que la relación entre Estados Unidos y China podría mejorar, pero la intención del país oriental es la de seguir avanzando con las mismas políticas que antes.
Para finalizar, el informe deja constancia de que “el panorama económico mundial seguirá evolucionando hacia un sistema tripolar que afectará al comercio y las cadenas de suministro, las regulaciones, la tecnología y el papel de los gobiernos“.
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