A River Plate se le vuelve a escapar un torneo que tenía abrochado. Está vez, su máximo rival, Boca Juniors, se lo sacó de las manos en la recta final y Gallardo sigue sin poder levantarlo en su era como director técnico.
El equipo de Marcelo Gallardo se subió a la cima de la Superliga Argentina de Fútbol el 19 de enero del 2020, tras ganarle por 2-1 a Independiente en el Estadio Libertadores de América, en el correspondiente al postergado de la jornada 14. Desde ese momento no se bajó de la punta… hasta la última fecha. ¿Qué pasó?
En el Monumental, lo millonarios recibieron a Defensa y Justicia por la penúltima fecha del certamen. El Halcón realizó un planteó perfecto, ideado por Hernán Crespo y llevado al campo por sus jugadores. El equipo de Núñez estaba siendo imparable, se ponía en la boca de todos recibiendo incalculables elogios. Sin embargo, en ese cotejo recibió un duro revés, aunque el juego haya finalizado igualado, ya que con una victoria quedaba a un punto de alzarse con la gloria.
¿Por qué el duro revés? Porque en ese empate por 1-1, a River le apareció el “fantasma” de Flamengo; reflejó en el torneo local, lo sufrido a nivel continental. Para el que no sabe, el campeón intercontinental en 1986, enfrentó al Mengão en una final única por la Copa Libertadores 2019 en Lima. En ese encuentro, River ganaba por 1-0, el final estaba cada vez más cerca y era muy superior a su rival. Hasta que en tres minutos, toda la alegría riverplatense, se desplomó; Gabriel Barbosa, a los 89′ y 92′, anotó dos goles y le terminó otorgando el título internacional al Fla. Sintetizó: River, inexplicablemente, perdió el título en un abrir y cerrar de ojos.
Este hecho golpeó fuerte al Millonario, y en la recta de final del campeonato de primera división, lo volvió a padecer.
Seguía dependiendo de si mismo, pero River no era el mismo. Jugaba ante Atlético Tucumán en dicha provincia, donde el Decano siempre se hace muy fuerte. En esta ocasión, el local no fue un férreo rival, sino que el visitante, repitiendo, no fue el de siempre. El partido terminó empatado y con la historia que todos conocemos: Boca campeón, tras ganarle por la mínima a Gimnasia y Esgrima de La Plata y sobrepasando por uno a River en la tabla. Ante esto, el enojo y la decepción de Gallardo se vislumbró fácilmente en su rostro.
La historia se repetía. Como dijimos, pasó con Flamengo, pero también lo había sufrido ante Lanús por la semifinal de la Copa Libertadores 2018, donde ganaba 3 a 0 (resultado global) y terminó perdiendo por 4 a 3 de manera increíble.
Pero, ¿Por qué ese partido ante el Granate no está tan latente en el hincha millonario, como en realidad debería, ya que fue un gran fracaso? Porque Gallardo logró reinventar a su equipo, y con trabajo se hizo con la Libertadores al año siguiente derrotando a Boca el tan recordado 9 del 11 en Madrid.
Entonces, la verdadera incógnita es: ¿Podrá el Muñeco barajar y dar de nuevo como lo hizo otras veces? Sinceramente, no existe una respuesta, pero esta vez el golpe fue doble y por lo tanto, la resurrección será el doble de difícil.
Si, en el medio ganó la Copa Argentina, pero River si dudas no logró sanear el dolor de perder la ‘Gloria Eterna’. Además, también en el medio, cayó eliminado ante el Al Ain por el Mundial de Clubes, no pudiendo cumplir la lógica de jugar ante el Real Madrid la final.
La situación es muy compleja. El año recién está comenzando, y River deberá meterse con todo en la Libertadores, donde ya cayó en el debut y, si el bajón anímico que vive es transmitido a la cancha, puede eliminarlo en primera ronda. Es por eso que Gallardo, luego del partido ante Tucumán, decidió calmar las aguas y reflexionó:
“Tenemos que saber convivir con ganar y perder. No todo el mundo sabe convivir cuando pierde. No empecemos a tirar la mierda para otro lado, con que se equivocó el árbitro. Se aprende todo el tiempo, en la derrota, en la victoria. No vamos a cambiar, a tomar una postura diferente de cuando nos tocó ganar. Cuando te toca perder tenés que asumir tu responsabilidad y volver a empezar. El fútbol te da esas posibilidades”.
Por otro lado está —el nuevo— Boca, que, empujado por el título logrado, irá en búsqueda de cambiar el paradigma, y conseguir una especie de revanchismo ante estos aproximadamente 6 años donde el Millonario se impuso en la mayoría de los ámbitos.
Marcelo Gallardo es un profesional capaz de remontar esta situación y sus intérpretes también lo son. De todos modos, no le será para nada sencillo.
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