Cultura
“NEGRITO”: el pecado de Cavani y la ofensa máxima de ser diferentes
El dios de los ofendidos no se sacia con disculpas, en realidad, nunca obtiene saciedad. Karina Mariani, desde su punto de vista, explica el presente de la cultura del ofendido y la dictadura de la corrección política.
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hace 2 añosen
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ArchivoNota de Opinión de Karina Mariani.
Cierta mañana, el profesor W. Ajax Peris se disponía a dar una clase especial dentro del curso de la Historia del Racismo en los Estados Unidos. Era una materia que daba habitualmente y en esta clase en particular le tocaba leer la célebre Carta desde la cárcel de Birmingham, un texto fundamental para comprender la lucha por los derechos civiles de los ciudadanos negros en el siglo pasado en EE.UU.
La Carta la escribió Martin Luther King en 1963, estando encarcelado por participar en una protesta. El valor del texto recae en los debates sobre la desobediencia civil, pues King la justifica al decir que existe la obligación moral de desobedecer las leyes injustas, como las que imponían la segregación racial. Y en la Carta está la palabra nigger (de tez negra en inglés, peyorativo). Peris leyó la Carta en clase y además mostró un documental sobre la historia de los linchamientos. Peris fue luego denunciado por los estudiantes que se sintieron ofendidos por el uso de esa palabra y le calzaron el mote de racista.
Las autoridades universitarias, cual saetas, tomaron partido por los ofendidos y se unieron en la atmósfera de presión social e institucional que motivó el pedido (obligado) de disculpas de Peris. La capitulación no impidió que se agravarán las acusaciones ante la UCLA para que despidan a Peris en combo con las solicitudes para la expulsión de un profesor de contabilidad también acusado de racismo brutal por negarse a suspender un examen para que los alumnos fueran a las marchas por la muerte de George Floyd.
En el mismo registro del absurdo, la Federación Inglesa de Fútbol acaba de sancionar al jugador uruguayo Edinson Cavani con una multa de 100.000 libras y una suspensión por tres partidos. El pecado de Cavani fue haber escrito en su cuenta de Instagram la palabra “negrito” para saludar a un amigo suyo al que le dicen Negrito. Hecho que fue considerado “ofensivo”.
Aquí también, las autoridades correspondientes, o sea el Manchester United, prefirieron curarse en salud y patear en el piso al sancionado Cavani, quien, al igual que Peris, debió ofrecer unas “sinceras disculpas”.
La hipocresía medular del Manchester United se justificó diciendo que “a pesar de su sincera creencia de que simplemente estaba enviando un afectuoso agradecimiento en respuesta a un mensaje de felicitación de un amigo cercano, optamos por no impugnar el cargo a Cavani por respeto y solidaridad con la FA y la lucha contra el racismo en el fútbol“.
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De rodillas
El jugador uruguayo debió arrodillarse ante el altar de la corrección política y decir: “Lo último que quería hacer era ofender a nadie. Me opongo completamente al racismo y eliminé el mensaje tan pronto como se explicó que se puede interpretar de otra manera. Me gustaría disculparme sinceramente por esto“.
Cavani no hizo nada malo, lo que se cometió contra su persona es una vileza de cabo a rabo. Nadie en su juicio puede explicar lo contrario. A todas luces la denuncia es una imbecilidad, sin embargo, se dio por buena.
Los disculpantes y sus preceptores no terminan de entender que el caprichoso dios de los ofendidos no se sacia con disculpas, en realidad, nunca obtiene saciedad. Los dioses resentidos, como Hades, Tántalo, Cronos o Corrección Política, no pueden obtener la paz porque no nacen de la virtud sino del odio.
Como en el caso de Peris y de tantos otros, las disculpas no fueron suficientes y Cavani también deberá completar un curso presencial después de admitir que violó las normas de la FA ejecutando una “falta agravada” porque “incluyó una referencia, ya sea expresa o implícita, de color y/o raza y/o origen étnico” (aparentemente tener color u origen étnico es perverso).
Tanto Peris como Cavani se pueden llamar suertudos, el periodista Nahed Hattar por un hecho similar decidió no retractarse y sufrió miles de vejaciones, destierro y finalmente fue asesinado a las puertas del tribunal de Amman, que iba a juzgarlo por una caricatura. El dios de los ofendidos bebe sangre.
A ver si entendemos el tamaño del infortunio en el que estamos metidos: aparentemente nos sumergimos en un mundo en el que, ya no los chistes o los pensamientos divergentes sino la mención de una palabra, aún cuando no se la esté usando más que para decir que existe, puede constituir un insulto. Esto va contra la mismísima definición de insulto, porque para que un término lo sea, debería ser usado como parte de una denigración proferida por el hablante con una intención expresa ante una audiencia determinada.
Si invertimos la carga de la intencionalidad pasándola del hablante al oyente, entonces estamos definitivamente perdidos. La base misma del agravio, la clave de su condición está en el verbo latino insultare que significa ‘asaltar’ en sentido figurado, por ser un ‘salto’ que se da contra otra persona como señala la etimología.
O sea que no es una palabra sino un acto de comunicación que llevamos a cabo con la intención de asaltar a otros. El insulto debe contener una intención que busca causar ese efecto haciendo que el destinatario reconozca el desprecio en la comunicación. Sin esa condición, una palabra no es un insulto, punto.
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Censura larvada
Pero si pasamos la intencionalidad del hablante que desea insultar al oyente que se siente ofendido, acá la cosa no se trata más de insultos, no abundemos más en este camino. Entramos en el terreno de la ofensa, que, como decía Coetzee, es el germen de todas las censuras.
Si la susceptibilidad se multiplica, las formas de ofenderse tienden a infinito, las presiones también. Crece el miedo a molestar y el deseo de silenciamiento cuando el lenguaje es un campo de batalla. Avanza a paso redoblado el número de los colectivos que instalan términos ofensivos para que el resto de los mortales dejen de emplearlos. Demencias como el especismo se propone que términos como “’perro” o “rata” no deben ser usados. Es un barril sin fondo, amigos.
La variante más excéntrica de esta deriva es la llamada apropiación cultural, que castiga a los multiculturales, (antes paradójicamente aliados) por su amor a la diversidad cultural. Es insulto, para esta acepción, hacer yoga, ponerse rastas, disfrazarse de indio o cocinar comida étnica. La demanda de universalidad pegó un giro que llegó al integrismo supremacista. Es el deseo de mezcla o de solidaridad de los blancos lo que debe ser castigado. Un retorno a la segregación y al separatismo. Una nueva pureza étnica.
Si Cavani hubiera sido negro toda esta milonga no habría existido. La prohibición es para ciertos miembros de una sociedad, sindicados como los opresores blancos y no para otros. Cavani es sindicado como miembro de un grupo opresor que ofendió al grupo de los ofendidos reduciéndolos a un estereotipo racista. Él aceptó estas condiciones e interpretación en sus disculpas y así lo hicieron las instituciones que participaron de su suplicio. Lo que no era delito tuvo juicio sumarísimo y valió mucho más que las leyes.
No existe el derecho cuando se es blanco y dominante porque se asume acríticamente que determinada cultura ha sufrido opresión y genocidio cultural no importa que, además, hayan pasado siglos y que todos los involucrados no tengan un pito que ver con esa historia. Todos son marcadores identitarios esgrimidos como símbolos de pertenencia exclusiva. No tienen asidero ni científico ni histórico. Pero la razón acá no importa.
Los defensores del lenguaje políticamente correcto dedican sus esfuerzos a encontrar a sus víctimas desprevenidas. La esencia de estos episodios da por sentado que el amigo de Cavani ha bajado recientemente de un barco esclavista despachado en África indefenso e incapaz de defenderse del blanco opresor. Los guardianes de la moral, que siempre están atentos y toman cualquier episodio intrascendente para una nueva batalla, irrumpen en las redes, en los medios, en donde sea como Savonarolas drogados.
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Infantiles y voraces
Cavani ejerció su libre albedrío de aceptar sumisamente la zasca, y como toda decisión individual que sólo compromete a su persona, es inobjetable. Tal vez estaba en una posición social y económica mejor que la de Nahed Hattar para resistir el embate, pero nadie es quién para exigir heroísmo. Lo peor es que tampoco su gremio se haya solidarizado haciendo de la unidad una fuerza. La canallada fue consentida globalmente, otra vez. El miedo a los custodios de la moral de los ofendidos es enorme. Los damos por infalibles, todos bajamos la guardia.
¿Qué hay de malo en ser negro? ¿Alguien se ofende si le dicen rubio o blanco? El racismo es metástasis en quienes ven algo malo o negativo en lo negro. Se trata de un mecanismo infantil y voraz: El que se ofende se coloca mentalmente por encima del ofensor, se siente superior.
Hay un ejemplo lacerante que sirve para ilustrar la autopercepción arrogante del moralizador: Durante un vuelo de Sri Lanka a Filipinas, el Papa Francisco se refirió a la masacre del 7 de enero de 2015, cuando terroristas musulmanes armados con fusiles de asalto entraron en las oficinas de la revista Charlie Hebdo, dispararon 50 tiros, matando a 12 personas e hiriendo a 11. El pontífice declaró que “en la libertad de expresión hay límites“, y consideró “normal” que haya una respuesta ante ciertas provocaciones: “No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se puede tomar el pelo a la fe. No se puede…“.
E ilustró su parecer con un episodio hipotético: “Si el doctor Gasbarri [Alberto Gasbarri, responsable de la organización de los viajes pontificios, que estaba en ese momento a su lado], dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo… ¡Es normal!“, dijo Jorge Bergoglio, provocando risas entre los 76 periodistas del vuelo papal. Muy jolgorioso todo, nauseabundamente.
No existen palabras, chistes de humor negro o caricaturas capaces de matar. Sin embargo es el ofendido el que se identifica con el bien y el que se expresa libremente el identificado con el mal. Es la clave de la censura.
La gente puede sentirse insultada sin que haya habido intención de ofender dado que la ofensa es un estado subjetivo, relacionado con reacciones infinitas. Pero esta subjetividad no puede sustituir ni a la razón ni a las leyes. Sin libertad de expresión, sin respeto a lo diverso y sin humor seremos presos de los discursos hegemónicos, y eso es siempre terreno de los poderosos, no importa de qué se disfracen.
Si se permite que la ofensa sea el filtro, serán el totalitarismo y el sinsentido los encargados de trazar el límite. ¿De qué se ofenden los que nos cancelan las palabras: de la existencia de las palabras y de que alguien los desafíe al usarlas? ¿Si Cavani no insultó a nadie y si el Negrito no se sintió insultado, a quién se ofrendará su fusilamiento? ¿Es malo ser negro, es algo irrespetuoso u ofensivo? Este listado de palabras prohibidas, este registro de segregacionismo consentido tiene sin duda un propósito: evita a la horda de ofendidos el esfuerzo de pensar.
“Todos se ofenden mutuamente porque es el paso previo a lo que casi todos quieren: ver preso al que piensa diferente, llamando ‘ofensa’ a la diferencia. Ya casi no queda libertad de expresión, y menos aún libertad religiosa, para los casos importantes, esto es, allí donde los paradigmas son verdaderamente diferentes” – Gabriel Zanotti.
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Entretenimiento
El actor de James Bond critica la decisión de Hollywood de hacer del personaje una mujer

Publicado
hace 2 añosen
22 de septiembre de 2021El debate sobre la representación y la futura reformulación del personaje del super-espía ha vuelto al foco de la atención pública, pero ahora con el rechazo incluso de los históricos actores que lo interpretaron.

El histórico actor de James Bond, Daniel Craig, que interpretará al mítico personaje por última vez en la entrega de ‘No Time To Die’, que saldrá este octubre, criticó la decisión de Universal y MGM de que después de esta película el personaje haga un cambio de sexo y pase a ser una mujer.
“Preferiría ver caer el cielo que ver a James Bond interpretado por una mujer”, aseguró Craig en una entrevista con el Radio Times. “Debe haber incluso mejores papeles para las mujeres que cambiar a James Bond”.
“¿Por qué una mujer debería interpretar a James Bond? Lo que deberían hacer es un papel tan bueno como James Bond, pero para una mujer”, sentenció.
La declaración de Craig llega tan solo dos semanas antes del estreno de la nueva película de Bond, que saldrá en los cines este 8 de octubre, pero no es la primera del mundo Bond en criticar la decisión. La productora de la franquicia, Barbara Broccoli, de 61 años, le dijo a Variety a mediados de 2020 que “James Bond puede ser de cualquier color, pero es un hombre, no podemos hacerlo mujer”.
Añadió que preferiría escribir nuevos personajes específicamente para mujeres, en lugar de convertir el icónico papel principal en una mujer. “Creo que deberíamos crear nuevos personajes para mujeres, personajes femeninos fuertes”, dijo a Variety. “No estoy particularmente interesada en tomar un personaje masculino y que una mujer lo interprete. Creo que las mujeres son mucho más interesantes que eso”.
De todos modos, la decisión no está en sus manos. La actriz inglesa de descendencia africana, Lashana Lynch, de 33 años, interpretará a una agente del MI6 llamada Nomi, quien según The Guardian, los estudios involucrados ya decidieron que heredará el título de 007 de Bond al final de la película, convirtiéndola en la primera mujer en interpretar al conocido personaje de agente

En entrevistas, Lynch asegura que “cualquiera puede interpretar el papel icónico de Bond” porque pase lo que pase, “el público seguirá viendo películas de la franquicia”.
“Bond podría ser un hombre o una mujer, ¿Cuál es el problema?”, dijo Lynch en una entrevista con The Guardian .
“Podrían ser blancos, negros, asiáticos, mestizos. Pueden ser jóvenes o mayores. Al final del día, incluso si un niño de dos años interpretaba a Bond, todos acudirían al cine para ver qué haría este niño de dos años, ¿no?“
Y concluyó: “Estamos en un momento en el que la industria no solo le está dando a la audiencia lo que cree que la audiencia quiere. En realidad, le están dando a la audiencia lo que quieren darle“.
Entretenimiento
El nuevo God of War convierte a un mítico personaje nórdico a raza negra

Publicado
hace 2 añosen
19 de septiembre de 2021El nuevo director narrativo de God Of War Ragnarok, Matt Sophos, defendió en Twitter a los insultos el cambio racial de Angrboda: lla mujer de Loki de origen nórdico que era blanca, alta y rubia en la mitología.

El mega-éxito del relanzamiento del God of War en 2018, un videojuego que dejó de lado el estilo de combate hack and slash para centrarse más en la narrativa y un combate más lento y centrado, dio lugar a una nueva saga de esta franquicia, que sacará su segunda entrega en 2022 con God of War Ragnarök.
Pero a diferencia del primero, que tuvo al director creativo Cory Balrog a cargo de todo, y que tenía una narrativa enfocada en la familia, en la tradición y el aprendizaje a ser padre, la Parte II tendrá una mayor injerencia del escritor Matt Sophos, un izquierdista ultra-progresista que se la pasa en Twitter insultando a los fans de la saga.
Con la publicación del trailer la semana pasada, los seguidores de la mitología nórdica (en la que está basada estos nuevos juegos) se dieron cuenta algo insólito: el personaje de Angrboda, una jötunn importante de la mitología de los países nórdicos, fue cambiada a raza negra.

Sophos acudió a las redes sociales inmediatamente para insultar a todos los simpatizantes de su juego que expresaron críticas ante este cambio de raza, teniendo en cuenta que según la misma mitología, Angrboda es una “gigante” de rasgos claramente nórdicos, rubia, pálida, y sin rastas.
El intercambio de razas de Angrboda se vio por primera vez en el primer tráiler del juego, lanzado durante el Showcase de PlayStation 5 del 9 de septiembre, en el que la mujer de Loki aparece como una joven negra con la voz de la actriz Laya De Leon Hayes.
En respuesta a esta revelación, varios fanáticos cuestionaron la decisión del nuevo director de cambiar de raza a Angrboda, como se ve en un hilo iniciado por la cosplayer Alanna Smith y al que luego se unió el propio Sophos.
Después de tuitear “ADIVINA A QUIÉN ESTOY COSPLAYING” en respuesta al debut de Angrboda, otro usuario de Twitter le preguntó a Smith por qué el personaje nórdico era “una persona negra”, a lo que el cosplayer declaró “Porque la gente negra existe”. Salí de mi TWITTER”.
A lo que el usuario @realRahmKota, muy acertadamente, le contestó diciéndole a Smith que las personas negras “No existen en la mitología nórdica, señora”. Esta no es una declaración racista, si no que es meramente histórica y biológica. Las altas temperaturas y la poca cantidad de sol que hay en las regiones nórdicas hace que las personas, a través de la selección natural y la evolución, obtengan tez de piel más clara, pelo rubio y más fino, etc.
Por eso nadie de origen nórdico es de raza negra, y los negros que viven en países como Dinamarca, Suecia o Noruega son hijos de inmigrantes africanos.
@realRahmKota se encontró con el rechazo del propio Sophos, quien se unió a la conversación y preguntó: “¿También tienen enanos azules en la mitología nórdica? ¿Era Loki hijo de un semidiós griego? Por favor, enséñame en las Eddas donde dice que todos los Jötunn eran blancos como el lirio”.
“Déjame ahorrarte el tiempo … no puedes”, declaró el desagradable escritor del juego. “Los he leído”. Esta, en cambio, si es una declaración racista, ya que iguala la raza negra con razas imaginarias como los enanos del God of War.
Volviendo a la lógica de Sophos, @realRahmKota respondió: “Entonces confío en que convertirás en blancos a algunos de los personajes mitológicos en la eventual serie egipcia de juegos de GoW. No querría ningún doble estándar, ¿correcto? “
“Vos *sabes* que los jötunn no son reales, ¿verdad?”, Sophos respondió claramente frustrado. “¿Pueden ser cualquiera o cualquier cosa? ¿Algunas son incluso serpientes gigantes?”, dijo, sin entender la mitología nórdica.
“Pero lo entiendo. Solo estabas de acuerdo con Jörmungandr porque sus escamas eran blancas, ¿verdad?”, se despidió. “Bueno, buena suerte. Espero que puedas encontrar un juego que se adapte mejor a tus sensibilidades”. En otras palabrs, le pidió a un consumidor de su producto que no lo compre.

Rechazando la clara evasión de Sophos de su punto, @realRahmKota simplemente respondió: “Tampoco son reales los dioses egipcios”.

Frustrado por toda la conversación en la que quedó en ridículo y haciendo un berrinche frente a las personas a las que le tiene que vender su producto, Sophos hizo un larguísimo hilo en Twitter explicando el cambio de raza del personaje nórdico.
Al comenzar su declaración, Sophos explicó: “Angrboda en nuestro juego es una joven negra. La gran mayoría de los jugadores están encantados y piensan que se ve increíble, y vaya, sí. Pero una pequeña parte de Internet se sintió ofendida por esta idea. Voy a abordar algunos de los principales temas de indignación”.
Refiriéndose a las acusaciones de que había “’cedido a la presión externa’” de los directores de la compañía para que introdujera mayor inclusión, afirmó Sophos, “puedo contar con 2 dedos el número de notas que hemos recibido para los cambios de historia de 2018 + GoW Ragnarok combinados. Este no era uno de ellos”.
“Estoy agradecido por la confianza que se nos ha brindado para contar la mejor historia posible sin interferencias”, continuó. “Así que sí, tonterías”.
En cuanto a las afirmaciones de que “hizo del juego algo político”, argumentó Sophos, “como escritor, tu trabajo es contar historias que sean convincentes y fáciles de identificar”. Una declaración muy extraña, ya que es poco convincente encontrar a una persona de raza negra en un país nórdico hace miles de año.
“Aportas partes de ti mismo a las historias y tus opiniones brillan”, agregó el director. “Así que escribir es *siempre* algo político; por lo general, solo se llama así si la gente no está de acuerdo con la política elegida”.
Finalmente, habló del argumento, como se vio anteriormente, de que tal cambio “‘no es exacto para la mitología nórdica / no respeta la cultura”.
“Hoo chicos. Esto es grande”, dijo Sophos. “Permítanme comenzar con esto: God of War es nuestra interpretación de la mitología, no de la historia, nórdica o griega. Contamos una historia personal con el telón de fondo de dioses, gigantes, etc. a través de nuestra lente”, aseguró.
Cabe aclarar que Sophos, y los progresistas, son los primeros en denunciar “apropiación cultural” cuando un escritor o director toma aspectos de una cultura para atribuirselos a otra, algo que él está haciendo entre cultural africanas y nórdicas.

Entretenimiento
China rechaza publicar la película Shang Chi y acusa a Marvel de racistas

Publicado
hace 2 añosen
16 de septiembre de 2021Marvel hizo la película Shang Chi para dominar el mercado chino pero todavía no ha sido aprobada en China, y Disney sufre un deterioro de sus relaciones con el Partido Comunista Chino por este fracaso.

Disney lanzó a principios de mes su nueva película del mundo Marvel, Shang Chi y La Leyenda de los 10 Anillos. Si bien la película está obteniendo mejores ganancias de lo esperado en Estados Unidos (aunque ha quedado debajo de películas con menor producción como Free Guy de Ryan Reynolds), todavía no ha sido aprobada para publicarse en China, el principal mercado al que estaban apuntando con esta entrega.
La película está basada en la serie de cómics de Marvel del mismo nombre, y sigue la historia de Shang-Chi, un personaje creado en los 70s para capitalizar el éxito de los largometrajes de Bruce Lee en Hollywood, quien lucha contra el dominio tiránico de su padre, Xu Wenwu, quien es una adaptación del villano de los comics, The Mandarín.
En la película, Shang-Chi es expulsado de su cómoda vida en San Francisco a la casa de su familia mafiosa en China, donde se embarca en un viaje que lo convierte en superhéroe para salvar a su familia y, en última instancia, al mundo.
Los críticos estadounidenses, dominados por la cultura progresista, han aclamado la película como “un momento histórico” para la representación asiática y asiático-americana en Hollywood, a pesar de que hace 50 años que hay películas de acción con representación asiática, por ejemplo del mismo Bruce Lee, de Jackie Chan, y tanto otros.
La película se ha ganado elogios en Estados Unidos por incorporar “hábilmente” elementos de la cultura china y por intercalar diálogos en chino mandarín “a la perfección“. Pero en China, tienen una mirada completamente distinta del asunto.
El Ministerio de Propaganda chino ha tildado la película de racista y no ha aprobado que sea mostrada en las pantallas de China, el mercado más grande del mundo y que suele componer un buen porcentaje de las ganancias de las películas de Marvel.
El lanzamiento de Avengers: Endgame en China le trajo a Marvel 629 millones de dólares en ganancia, lo cual respecto a los 2.797 millones de dólares compone el 22% de la ganancia total. Con este número en mente, el jefe de Marvel, Kevin Feige, se le ocurrió hacer Shang Chi para explotar el mercado chino, pero su apuesta falló estrepitosamente.

Este no es un problema que vayan a resolver en el corto plazo. Avengers: Endgame fue la última película de Marvel que el régimen comunista chino dejó que se muestre en sus cines. Desde la reapertura de los cines en China tras la pandemia (que ya es cosa del pasado en China, donde ni siquiera se habla de la variante Delta del coronavirus), a ninguna película de Marvel se le ha permitido entrar al país.
Ni Black Widow, ni Shang Chi, ni la venidera Eternals ha sido aprobada en China. Incluso la próxima Spider Man 3 todavía está bajo revisión por el Ministerio de Propaganda chino.
La realidad es que más allá de que Shang Chi les haya parecido racista por cómo se interpreta a los personajes de origen chino con actores criados en Occidente, la realidad es que el Partido Comunista Chino está inviertiendo millones en películas de industria nacional, donde se intenta transmitir un mensaje de marcado nacionalismo comunista que levante los ánimos en la población después de la pandemia.
En este mercado inunado por películas asquerosamente comunistas como “Hola, Madre” y “Detective Chinatown 3”, creadas por directores miembros del Polituró, no hay espacio para peliculas de acción norteamericanas, por más complaciente que se quiera ser con los chinos.

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