Hace unos días se dio la noticia más esperada del año: los esfuerzos por desarrollar una vacuna contra el coronavirus están muy avanzados y algunos laboratorios superaron con éxito varios exámenes en humanos.
La noticia se dio por la vacuna que está siendo desarrollada por una investigación de Oxford, ampliamente respaldada por un paper publicado en la revista The Lancet, dio los primeros resultados exitosos en una muestra de 1.077 personas.
Siendo esta sin dudas la más avanzada, no es la única. Así está la situación de las vacunas a nivel mundial, resaltando a las 3 más importantes hasta la fecha.
CanSino Biologics (China)
Una de las primeras farmacéuticas en publicar avances sobre la vacuna contra el SARS-CoV-2 fue CanSino Biologics, una empresa privada China pero que trabaja para el Gobierno.
CanSino asegura contar con las investigaciones más avanzadas en el desarrollo de la vacuna, no obstante, usa como base del proyecto un virus totalmente distinto al coronavirus, incluso de otra familia: el adenovirus.
Esta vacuna serviría solamente para atacar al nuevo coronavirus en algunos casos, pero a pesar de ello, ya está en fase de ensayos en humanos y, por orden del Gobierno, está empezando a adaptarse para la producción al mismo tiempo.
Sin embargo, tal vez desconfiando de su verdadera eficacia, el Partido Comunista chino bloqueó a la empresa de probar la vacuna en la población civil, por lo que hasta ahora solo ha sido probada en soldados del Ejército chino y en voluntarios en Brasil, donde CanSino tiene otra sede de operaciones.
Autoridades de salud de países occidentales han desestimado esta vacuna y han recomendado esperar a comercializar una desarrollada por otro laboratorio.
Oxford (Reino Unido)
La vacuna está siendo desarrollada por el Laboratorio Avanzado de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido. Esta vacuna es la más avanzada en el mundo occidental y se encuentra actualmente en la ultima fase de desarrollo.
En los últimos días se ha comprobado que estimula la producción de células T (células encargadas de poner en funcionamiento el sistema inmune) y anticuerpos específicos para las proteínas presentadas por el virus chino.
La producción de esta vacuna se realizó modificando genéticamente un virus similar al SARS-CoV-2 y haciéndolo mucho más parecido al coronavirus, pero sin la parte letal del mismo. Este es introducido en las personas de manera inocua y el cuerpo desarrolla los anticuerpos necesarios para que el sistema inmune pueda vencer fácil y rápidamente cualquier futura infección del virus.
Asimismo, hasta ahora no presentó efectos secundarios severos; algunos pacientes presentaron dolor de cabeza cuando recibieron una dosis elevada de la vacuna. Hasta ahora, es la más prometedora.

Imágenes del Laboratorio de Oxford.
Moderna (EE.UU)
Por último, se tiene la vacuna de la empresa biotecnológica Moderna, oriunda de Estados Unidos y ubicada en Massachussets.
Esta vacuna fue la primera en entrar en la etapa de ensayos en humanos. Sin embargo, se descubrió que había problemas con la intensidad calibrada en las aplicaciones. Aquellos pacientes que recibían una dosis baja de la vacuna ya presentaban un conteo de anticuerpos similar al de aquellos pacientes infectados con el virus, mientras que aquellos que recibían una dosis media (normal) de la vacuna, presentaban una cantidad mucho más elevada de anticuerpos y hubo pacientes con fatiga, escalofríos, dolores fuertes de cabeza y mialgia.
Esto, de todos modos, es muy prometedor, ya que si se pudiera calibrar bien la dosis sería rápidamente la primer vacuna que podría lanzarse al mercado.
Moderna es una de las pocas compañías del mundo que desarrollan vacunas de una manera muy peculiar. En vez de meter en la vacuna una versión “débil” del virus a inmunizar, se inyecta un lípido sintético mensajero de RNA (mRNA) que le indica al cuerpo que tiene que producir la proteína exacta para desarrollar los anticuerpos que maten al virus.
De esta manera, el cuerpo humano nunca entra en contacto con el virus durante el proceso de vacunación, y en términos de costos y escala de producción, este método es imbatible.
De todos modos, la FDA (agencia de regulación de alimentos y medicamentos) no se ha mostrado muy favorable a certificar este tipo de vacunas y todo indica que si otro competidor estadounidense con el método clásico llega al mismo tiempo a la etapa de producción, la agencia optará por ellos.
Por último, la empresa neoyorquina Pfizer y la neojerseyés Merck, con el método clásico, le están pisando los talones a Moderna y están probando la vacuna en más de 30 mil voluntarios en todo el mundo, como Bolivia, Argentina, Brasil, Francia, Canadá y Estados Unidos.
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