Según los informes oficiales del Partido Comunista de China, el país oriental ya ha minimizado de manera contundente el nivel de contagio del coronavirus, resumiendo la vida normal en muchas zonas del país e, incluso, volvió a abrir sus puertas el mercado de Wuhan, donde se venden animales exóticos para consumo, como la sopa de murciélagos donde se cree que se originó el SARS CoV-2.
Los números oficiales del gobierno chino indican que el coronavirus infectó a poco más de 82 mil personas, con 3.308 muertes y 75.923 recuperados, y ya anda reportando menos de 100 casos nuevos por día.
Si estos números parecen demasiado buenos para ser reales, es porque lo son.
Según informó la agencia de noticias RFA, desde que se levantó la cuarentena hace 7 días en la ciudad china, las autoridades llevan repartiendo alrededor de 500 urnas por día, con los restos incinerados de los pacientes que fallecieron por el coronavirus estos últimos 3 meses. Solo con este número estaríamos hablando de 3.500 muertes, y los reportes indican que la entrega de urnas recién comienza, y podría extenderse hasta el 5 de Abril. La agencia independiente de noticias Caixin.com indica que en esta semana se entregaron 5.000 urnas solo en la ciudad de Wuhan.
RFA también realizó una alarmante estimación según reportes de que los incineradores de las casas funerarias en Wuhan, que están centralizadas y pertenecen al Estado, no pararon una sola vez en lo últimos 30 días. Estas casas funerarias operan un total de 84 incineradores, con una capacidad de cremar 1560 cuerpos por día. Por lo que 1560 cremaciones por día durante 30 días, daría un lapidario 46.800 muertes desde que se comenzaron a cremar los cuerpos.
Como las casas funerarias dependen del Partido Comunista, las figuras que publican son poco confiables, y nadie jamás creerá que los 84 incinadores estuvieron trabajando a máxima capacidad por 30 días para cremar tan solo 2.500 cuerpos.
Un residente de Wuhan, llamado Chen Yaohui, le comentó a RFA que nadie en la ciudad confía en los reportes oficiales. La mayoría de los ciudadanos del epicentro del coronavirus cree que la cifra de 2.500 apenas corresponde a las muertes que ocurrieron en hospitales, pero que diez veces más de personas murieron en sus casas o haciendo las filas para entrar al hospital y, que el Partido Comunista ha hecho lo imposible para ocultar estas cifras, incluso repartiendo 3.000 yuanes a los familiares de los muertos por el coronavirus para que hagan su funeral en silencio y no den declaraciones a los medios.
El censo poblacional en Wuhan se realiza cada 3 años, habiendo sido el último en 2018, donde indicó que la población de la ciudad era de 11 millones de personas. El próximo censo se realizará en 2021, y se espera que las autoridades chinas escondan en ese censo las cifras reales de la cantidad de muertes que ocurrieron en el infierno que atravesaron.
Como si esto fuera poco, reportes oficiales anunciaron que desde diciembre de 2019 a marzo de 2020, más de 21 millones de usuarios dieron de baja su línea telefónica en China. En el país comunista, es poco común que los usuarios den de baja su servicio telefónico excepto en caso de muerte, y es la primera vez en la historia de China en que más personas dan de baja su servicio que las que contratan uno nuevo.
China Mobile Ltd anunció que en ese período de tiempo perdió 8 millones de usuarios, China Unicom perdió 7 millones, y China Telecom Corp perdió 6 millones.
Se estima que alrededor del 30% de los usuarios de líneas telefónicas poseen dos servicios, uno de su ciudad natal y otro de la ciudad a donde van a trabajar. Es altamente probable que la cuarentena provocara que estos usuarios, que quedaron aislados y no pudieron ir a trabajar por varios meses, hayan dado de baja su servicio. Sin embargo, todavía quedan casi 15 millones de usuarios menos sin explicar.
Si estos 15 millones de servicios no se restablecen en los próximos meses mientras la actividad económica vuelve a la normalidad, la cifra puede llegar a ser un indicio de un número groseramente estimado de la cantidad de muertes que realmente sufrió la población china a manos de una epidemia que degeneró en una pandemia, y que se podría haber evitado totalmente.
El ex-gobernador de Florida y actual senador por el mismo estado, Rick Scott, se refirió sobre los lapidarios números que surgen de estimaciones muy simples que no se condicen de ninguna manera con los números oficiales.
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