Senadores de izquierda presentan proyecto de ley para liberar a los terroristas encarcelados durante los disturbios de 2019
Senadores de distintos partidos de izquierda enviaron al Congreso un proyecto que busca liberar e indultar a personas encarceladas por Carabineros. Piñera anunció que vetará el proyecto en caso de ser aprobado por el legislativo.
El pasado miércoles, un grupo de senadores de izquierda presentó un proyecto de ley que busca otorgar un indulto general a todos los detenidos durante el estallido social en Chile, que inició en octubre del 2019.
El documento, presentado por los senadores Isabel Allende (PS), Yasna Provoste (PDC), Adriana Muñoz (PPD), Juan Ignacio Latorre (RD) y AlejandroNavarro (PRO) señala que “el proyecto de ley se fundamenta en un estricto enfoque de promoción y defensa de los derechos humanos”.
La moción contempla a quienes estén siendo imputados o condenados por los delitos descritos en más de una decena de artículos del Código Penal.
Además, en su articulado, pone especial énfasis en que dicha amnistía también aplique a los adolescentes que hubieran incurrido en alguno de los delitos señalados, y que hoy estuvieran siendo investigados de conformidad con la ley de Responsabilidad Penal Adolescente.
“Buscamos que con esta ley sea posible beneficiar a las personas que se indican en el proyecto para poder eximir de la responsabilidad penal a los que están identificados (…) no es aceptable que hace más de un año, en nuestro país todavía no tengan derecho (las personas) a un debido proceso (…) lo único que han hecho es salir a protestar“, expresó Adriana Muñoz, Presidente del Senado.
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Durante el inicio del “estallido social” se registraron varios actos terroristas que ocasionaron sorpresa e indignación en un amplio sector de la ciudadanía. En total, se reportó la muerte de 34 personas y miles de heridos, además de reportar pérdidas comerciales de entre unos 1.400 y 3.000 millones de dólares.
Además, el Ministerio Público informó que hasta octubre de este año, cerca de 5.000 personas han sido arrestadas, 648 de ellas seguían en prisión preventiva, y otras 725 han sido condenadas por los disturbios ocasionados durante todo este periodo.
La iniciativita ha generado preocupación dentro de los sectores oficialistas, quienes han manifestado su rechazo a este proyecto, afirmando que es inaceptable que personas presas o condenadas queden libres. Sumado a esto, el presidente Sebastián Piñera ha advertido que vetará el proyecto de ley en caso de ser aprobado.
Pero el proyecto no solo ha recibido críticas de parlamentarios, sino que también ha sido rechazado por la Fiscalía, afirmando que “sus actuaciones se enmarcan en el mandato institucional que le otorgan la Constitución y las leyes, y sus fiscales ejercen sus labores con autonomía y estricto apego a la legalidad, actuaciones siempre sometidas al escrutinio y control de los Tribunales de Justicia y, por ende, ajenas a toda arbitrariedad”.
Además, la Fiscalía expresó que “no puede compartir aseveraciones en orden a que existirían cientos de personas privadas de libertad por delitos menores, o contra quienes se habría hecho un uso indebido o desproporcionado del derecho penal. Las personas sometidas a la acción de los Tribunales de Justicia no están en esta condición por su pensamiento o por sus opiniones, sino por actos que son constitutivos de delitos”.
El rechazo obtuvo un 60 por ciento y entierra la idea una nueva Constitución. Se espera que Boric, el mariscal de la derrota, impulse cambios en el Gabinete y re-lance su gobierno.
Después de tres victorias sin precedentes de la izquierda extremista en el referéndum constitucional, las convencionales constituyentes y las elecciones presidenciales, todo el avance comunista en Chile fue frenado tras la brutal derrota del “Apruebo” a la Nueva Constitución marxista.
Por una diferencia de más de 20 puntos, los chilenos dijeron que no a la nueva Carta Magna escrita por una Convención Constituyente con super-mayoría de izquierda y apoyada plenamente por el presidente comunista Gabriel Boric.
El “Rechazo” obtuvo el 62% de los votos mientras que el “Apruebo” solo pudo cortejar el 38%. A diferencia del plebiscito constituyente del 2020, cuando la votación no era obligatoria y solo 7,5 millones de personas votaron, con un 50% de participación; esta vez los comicios fueron obligatorios y más de 13 millones de chilenos acudieron a las urnas, dejando una participación histórica del 86%.
Nunca en la historia de Chile tantas personas habían ido a emitir su voto, lo cual viste al resultado de una enorme legitimidad. El “Rechazo” obtuvo más de 7,8 millones de votos mientras que el “Apruebo” obtuvo 4,8 millones.
En comparación, en el balotaje del año pasado, Boric había obtenido 4,6 millones, por lo que prácticamente la izquierda no sumó nuevos apoyos para el intento constituyente; por su parte, Kast había obtenido 3,6 millones, lo que indica que la derecha (o el rechazo a un giro a la izquierda), sumó más de cuatro millones de apoyos en poco más de nueve meses.
A pesar de que históricamente cuando hay una mayor participación en una elección en Chile la beneficiada es la izquierda, esta elección demostró que la mayoría silenciosa es de derecha.
La ahora difunta Nueva Constitución tenía 499 artículos y todos tenían una perspectiva de extrema izquierda, lo cuales creaban, por ejemplo, una justicia paralela a la chilena solamente para los indígenas, reconocía el Estado como “plurinacional”, obligaba al Ejecutivo a estatizar múltiples recursos naturales, e introducía el lenguaje de género a las comunicaciones del gobierno.
Pero además del extremismo del texto, lo que sepultó el intento constituyente fue la mala imagen que cosechó Boric en los últimos meses. A pesar de llegar con casi el 60% de aprobación, actualmente el mandatario comunista apenas llega al 33% de imagen positiva, la caída de imagen más pronunciada de la historia de Chile, superando incluso la de Piñera.
Boric, de la mano de su secretario general Giorgio Jackson, se puso al hombro la campaña del “Apruebo”, incluso utilizando recursos públicos para promover la opción positiva. Pero lo único que logró es que el fracaso de su gobierno manche la iniciativa del “Apruebo”.
También hubo un enorme trabajo de la campaña del “Rechazo” que logró con gran habilidad comunicar los delirantes contenidos de la nueva Constitución a la población, y pudo hacerle entender al electorado que cambiar el texto fundacional con un giro a la izquierda llevaría a un Estado en sintonía con el fracasado gobierno de Boric.
De esta manera, los chilenos evitaron perder la Constitución de 1980, sancionada originalmente por Augusto Pinochet, aunque enmendada en múltiples ocasiones por los gobiernos democráticos desde 1990 hasta la fecha.
A pesar de los problemas que enfrenta Chile actualmente, gracias a la Constitución que sigue vigente, el país andino logró un masivo crecimiento económico, estabilidad política, soberanía, y un sistema republicano exitoso. El resultado
El jefe de bancada del partido hizo oficial la salida del parlamentario de su representación en el Congreso.
La bancada de diputadas y diputados del Partido Republicano expulsó a Gonzalo De la Carrera de sus filas, tras que se diera a conocer el video de la agresión que le propinó al vicepresidente de la cámara Alexis Sepúlveda.
En una simple declaración, el jefe de la bancada de diputados republicanos, Cristóbal Urruticoechea, confirmó la decisión.
“Este tipo de acciones son inaceptables. Como jefe de bancada y con el apoyo de los diputados del partido republicano, hemos decidido la expulsión del diputado independiente Gonzalo De la Carrera de la bancada del Partido Republicano”, declaró.
El hecho transcurrió luego de que el diputado De la Carrera golpeara a Sepúlveda, quien intervino en una discusión que mantenía el representante del distrito 11 con la diputada Marcela Riquelme.
La agresión fue condenada transversalmente en el Congreso, desde Renovación Nacional (RN), hasta el Partido Comunista (PC), e incluso desde RN anticiparon que llevarán al parlamentario a la Comisión de Ética.
De la Carrera había renunciado al Partido Republicano en diciembre de 2021, pocas semanas después de haber sido electo parlamentario por el mismo partido, tras difundir en redes sociales imágenes trucadas del Presidente de la República, Gabriel Boric.
El prestamista internacional precisó que la línea es considerada de carácter precautorio. En 2020 ya había aprobado una por un monto mayor, la cual no fue utilizada por el país.
Con el objetivo de blindarse de shocks externos, Chile podrá acceder a una nueva Línea de Crédito Flexible (LCF), aprobada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) este lunes. El mecanismo permitirá al país acceder a aproximadamente US$ 18.500 millones “con el fin de incrementar los buffers (amortiguadores) precautorios y de dotar al país con un seguro ante escenarios adversos”, detalló el prestamista.
“Tras recuperarse de forma notable de las secuelas de la pandemia de Covid-19, la economía chilena se enfrenta a un marcado aumento de los riesgos mundiales”, dice el comunicado del prestamista internacional, que precisa que “Chile cumple los requisitos para acceder a la LCF en virtud de la gran solidez de sus fundamentos y políticas económicas, que continúan apuntalando la resiliencia y la capacidad del país para responder a choques”.
Esta no es la primera vez que Chile accede a este préstamo. En mayo de 2020 el organismo multilateral había proporcionado US$ 23.930 millones a Chile, a solo meses de la pandemia, lo que fue equivalente a 1.000% de la cuota del país con el Fondo. Pero esa línea expiró en mayo recién pasado y no fue utilizada.
Las herramientas del Central
El ente rector detalló que esta última facilidad aprobada permite aumentar en más de 40% su disponibilidad de liquidez internacional, y que se suma a la línea del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR – hasta US$ 1.250 millones) y a los recursos que podrían ser obtenidos de la línea swap RMB/CLP vigente con el Banco Popular de la República de China, por US$ 8.000 millones.
Esto implica que los buffers complementarios de liquidez llegan a US$ 27.750 millones, lo que, sumado al total de reservas internacionales, se acerca a US$ 70.000 millones, precisó el instituto emisor, que aclaró que lo anterior “forma parte de la estrategia del Banco Central de Chile para fortalecer su instrumental frente al riesgo de shocks externos significativos”.
La institución liderada por Rosanna Costa reiteró que la línea “es de carácter precautorio y temporal”, y que “corresponde a un seguro o segunda línea de protección ante escenarios adversos de mayor impacto y menor probabilidad”. En un tono similar al Fondo, recalcó que la LCF “es otorgada a países que tienen fundamentos y marcos de políticas macroeconómicos muy sólidas que dan cuenta de la resiliencia de la economía y de la capacidad para responder a shocks externos”, y que su suscripción “no está sujeta a condicionalidades de ningún tipo por parte del FMI”.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, destacó que “en el contexto de esta difícil coyuntura externa, las autoridades han continuado aplicando políticas sumamente sólidas para mitigar riesgos, preservar la estabilidad macroeconómica y respaldar a los grupos más vulnerables, al mismo tiempo que continúan impulsando reformas de gran alcance”.
En su opinión, “Chile cuenta con fundamentos económicos sumamente sólidos y una trayectoria sostenida en cuanto a la adopción de políticas muy firmes, anclada en una regla de balance fiscal estructural de larga data, metas de inflación creíbles con un régimen de tipo de cambio flexible y un sólido sistema financiero respaldado por regulaciones y supervisión eficaces”. Añadió que “la gran solidez de los fundamentos económicos y de los marcos de política continúan apuntalando la resiliencia y la capacidad del país para responder a shocks”.
Historia del mecanismo
El comunicado del FMI precisó que la LCF fue creada el 24 de marzo de 2009, como parte de una “profunda reforma” de los mecanismos de préstamo del FMI. La línea de crédito flexible “permite a los países beneficiarios utilizar la línea de crédito en cualquier momento, y está concebida para hacer frente de manera flexible a necesidades de balanza de pagos reales y potenciales”, acotó el organismo.
Además, el Fondo precisó que los giros en el marco de la LCF “no se escalonan ni están sujetos a condicionalidad ex-post”, como ocurre con los programas ordinarios del prestamista internacional.
Desde su creación, México, Polonia, Colombia, Perú y Chile han podido acceder a esta línea. El Central detalló que el mecanismo provee un respaldo significativo “no sólo para enfrentar shocks externos más severos y elevar la confianza de los mercados, sino también para ampliar el conjunto de herramientas de que dispone el Banco Central de Chile para apoyar la transmisión de la política monetaria y contribuir a la estabilidad financiera”.
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