Crisis política en Oceanía: Un tercio de los países miembros del Foro de las Islas del Pacífico abandonan el organismo
El hecho ocurrió tras el ajustado resultado que dio a la elección del nuevo Secretario General del Foro, Henry Puna, de origen melanesio. Los ex miembros reclamaban el liderazgo de un secretario de sus orígenes tras varios gobiernos de las otras regiones del pacífico.
El pasado 9 de febrero se emitió una resolución oficial de cinco países miembros del Foro de las Islas del Pacífico con el fin de iniciar un proceso para salir del organismo internacional.
Los países salientes,de la región de Micronesia, son Nauru, Estados Federados de Micronesia, Kiribati, Islas Marshall y Palaos.
El importante foro se creó en el año 1971 con el objetivo de promover el desarrollo económico de los pequeños Estados del continente de Oceanía. Hasta ahora, el foro contaba con la participación de 17 miembros de 3 regiones distintas del continente; Micronesia, Polinesia y Melanesia.
Siendo las dos últimas, Polinesia y Melanesia, las que gobiernan el foro desde hace más de 15 años, algo que ya colmó la paciencia de las naciones salientes que exigen un cambio de liderazgo.
La semana pasada, varios políticos micronesios criticaron duramente la falta de participación de su región en el foro y pidieron por el apoyo a una elección de Secretario General para designar a un micronesio.
Cuando se fundó el grupo, hubo un “pacto de caballeros” de mantener un equilibrio en el organismo político, turnándose las gestiones para una equitativa representación, pero esto hace 15 años que no ocurre.
Henry Puna, ex primer ministro de las Islas Cook (Melanesia), se quedó con el cargo de Secretario General a pesar del pedido de los micronesios. Fuente: Agencia EFE.
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La gota que rebalsó el vaso fue la controversial y apretada elección del nuevo Secretario General del organismo el pasado jueves, con elresultado de 9 votos contra 8 que le dieron a Henry Puna, ex Primer Ministro de las Islas Cook, el cargo al que aspiraba.
Otra vez se puso fin a la aspiración de los micronesios de liderar por unos años el foro, lo que provocó la inmediata renuncia de los cinco países.
Esta dimisióndejaría al organismo internacional con 12 miembros, más Nueva Caledonia como Estado observador, perdiendo un tercio de los países que lo conforman.
Último encuentro del Foro de las Islas del Pacífico. Los 17 líderes de los países miembros más el de Nueva Caledonia por ser Estado Observador y el de Australia, como invitado especial. Fuente: ABC Australia.
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¿La división será permanente?
Los líderes micronesios esperaban que su candidato, el ex Embajador de Islas Marshall en Estados Unidos, Gerald Zackios, sea electo.
Sin embargo, a pesar de haberse retirado del foro, se espera que esto sea momentáneo y solo una forma de presionar.
Así se demuestra en la foto del comunicado y en las declaraciones de los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda, que piden calma y parece que dan por sentado que todo volverá a la normalidad.
“Obviamente, estas son naciones soberanas y están expresando sus puntos de vista“, dijo el Ministro de Australia en el Pacífico, Zed Seselja, en el programa Pacific Beat de ABC.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda también hizo declaraciones esperando que los líderes de Micronesia reconsideren su decisión.
Tras el disparo, el embajador de Corea del Norte defendió ante la Asamblea General de la ONU el derecho de su país a probar su armamento.
Corea del Norte lanzó al menos un misil sin identificar hacia el mar de Japón, según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, que está investigando los detalles de la nueva prueba balística.
“Corea del Norte ha lanzado proyectiles no identificados al mar del Este”, afirmó el JCS en un breve comunicado en el que no especificó tampoco ni la hora ni el lugar del lanzamiento.
El Ministerio de Defensa de Japón, que también detectó el lanzamiento, señaló por su parte que podría tratarse de nuevo de un proyectil de tipo balístico, cuyo uso está sancionado por la ONU.
“Derecho a la autodefensa”
Poco después de notificarse el disparo, el embajador de Corea del Norte habló en la Asamblea General de Naciones Unidas y defendió el derecho de su país a probar su tecnología de defensa, en un discurso que quedará para la historia.
“Solo estamos construyendo nuestra defensa nacional para salvaguardar de manera confiable la seguridad y la paz del país”, dijo el embajador Kim Song en Nueva York.
“Nadie puede negar el derecho a la autodefensa de la República Popular de Corea para desarrollar, probar, fabricar y poseer los sistemas de armas equivalentes a los que ellos poseen o están desarrollando”, dijo Kim en alusión a Corea del Sur y Estados Unidos.
El lanzamiento ocurre en un contexto de aceleración de la carrera armamentística en ambas Coreas, al mismo tiempo que sus líderes abren la puerta o evocan un posible diálogo.
Con armamento nuclear, el Norte ha realizado varios ensayos de armas este mes, incluidos misiles de crucero de largo alcance. Si bien en teoría están respetando el acuerdo firmado con Trump, ya que no están desarrollando nuevas armas nucleares, están produciendo todo lo complementario para lanzar las ojivas atómicas.
La dirigencia norcoreana ha olido la debilidad en la Casa Blanca tras la salida de Donald Trump, y ha entendido que no hay otra manera de negociar con un gobierno demócrata que volviendo a la carrera armamentística.
Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos 800 kilómetros hacia el Mar del Este y probó un nuevo sistema de misiles de transporte ferroviario tensionando los avances diplomáticos obtenidos con Corea del Sur durante la gestión Trump.
Hace unos 10 días el Ejercito norcoreano lanzó dos misiles balísticos 800 kilómetros hacia el Mar del Este y posteriormente probó un nuevo sistema de misiles de transporte ferroviario, violando resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el tratado que se había firmado con Donald Trump y Moon Jae-In, e inquietando a la comunidad internacional.
El ministerio de Defensa surcoreano anunció a comienzos de septiembre, en la presentación de su plan de defensa 2022-2026, que planea desarrollar misiles de “con un poder destructivo significativamente mayor” y de “más largo alcance” para “ejercer la disuasión“.
El dictador comunista Kim Jong-Un entiende que la situación en la Casa Blanca ha cambiado radicalmente desde la salida de Donald Trump, y empieza a animarse a volver a las peores prácticas militares norcoreanas. El Líder Supremo huele la debilidad en la Oficina Oval, y así como con Obama entendió que su manera de cuidar su seguridad nacional era a través del desarrollo de armas nucleares, ahora cree que debe desarrollar misiles capaces de alcanzar la costa norteamericana para cuidar a su país.
En conferencias de prensa divulgadas para Occidente, se lo escucha a Kim haciendo un recuento histórico de todos los países que desafiaron a Estados Unidos sin armas nucleares y que fueron aplastados. Entre ellos cita a la Irak de Saddam Hussein o a la misma Corea del Norte en la década del ’50.
Misil balístico de Corea del sur en desarrollo, “tan poderoso como un arma nuclear táctica, capaz de cargar una ojiva de hasta tres toneladas y con un alcance de vuelo de 350-400 kilómetros”
Corea del Sur también informa que está desarrollando un misil de crucero supersónico y un misil balístico con una ojiva significativamente mayor que tiene “una capacidad de contraataque abrumadora”.
South Korea successfully tested a submarine-launched ballistic missile on Wednesday.
Kim Yo-Jong, hermana menor del dictador norcoreano, amenazó con la “destrucción total” de las relaciones intercoreanas y criticó al presidente Moon Jae-in por calificar las pruebas de misiles del ejército surcoreano como una “disuasión contra las provocaciones de Corea del Norte”.
“No estamos apuntando a nadie ni elegimos un momento determinado para la ‘provocación’ como especula Corea del Sur. Llevamos a cabo las medidas necesarias para el desarrollo de la defensa nacional”, aseguró Yo-Jong, quien cada vez gana más poder en la interna norcoreana y quien tiene una visión más bélica que su hermano Kim.
Los nuevos misiles balísticos lanzados por Corea del Norte han sido parte de una prueba de un nuevo“sistema de misiles de transporte ferroviario”, según informa la KCNA.
Estados Unidos por su parte condenó los lanzamientos de misiles balísticos de Corea del Norte y denunció que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El famoso boxeador profesional se desempeña actualmente como senador del partido de Rodrigo Duterte, pero anunció que lanzará su candidatura contra el actual presidente por su “impunidad y corrupción”.
Desde las altas esferas de la política filipina hay preocupación porque el famoso boxeador multi-campeón, ahora senador e influyente político de apenas 42 años, Manny Pacquiao, será candidato a presidente en las elecciones del 2022.
Pacquiao lidera la facción interna rival al actual presidente Rodrigo Duterte, a quién acusa de corrupto y personalista. Dentro del Partido Democrático Filipino-Poder Popular, también conocido como PDP-Laban, la facción anti-Duterte ya nombró a su apuesta para 2022, quién no dudó en aceptar.
El PDP-Laban, a pesar de autodenominarse históricamente de izquierda, gobierna hace ya varios años con una agenda de derecha, algo que confunde muchas veces a los extranjeros interesados en la política filipina.
Tanto Duterte como Pacquiao son considerados de derecha populista en cuanto a su pensamiento, y ambos apoyan a la Coalición por el Cambio, la actual alianza de gobierno en la que hay partidos desde la izquierda socialista hasta la derecha nacionalista, este último liderando el Ejecutivo.
Pacquiao, que entró en la política en 2010 siendo electo diputado en la Cámara de Representantes, se enfrentará a una dura campaña en la que seguramente tendrá que enfrentarse a la abogada Sara Duterte, hija del actual presidente Duterte, y ferviente defensora de su gestión.
Duterte padre utilizará una de las estrategias que se pusieron de moda en los últimos años, y será candidato a vicepresidente, en una muy popular fórmula Duterte-Duterte. La ley electoral filipina, que fue aprobada en 2016, no permite al presidente postularse a una re-reelección.
En Filipinas, el presidente y el vicepresidente se eligen por separado, por lo que se podría dar el caso de que Pacquiao sea electo presidente y Rodrigo Duterte sea su vice, algo que las primeras encuestas indican que podría ser una realidad.
Rodrigo Duterte (izquierda al frente) y Manny Pacquiao (derecha al frente).
Si bien Pacquiao fue un ferviente defensor de Duterte e incluso es senador por su partido, hace un tiempo ya que rompió con su línea interna y ambos líderes de derecha están peleados.
Pacquiao fundó el Movimiento Campeón del Pueblo (MCP), un partido cuyo nombre es una auto-referencia, y que se considera demócrata cristiano, conservador y de derecha. El MCP está dentro de la coalición de gobierno y es actualmente presidido por su esposa, Jinkee Pacquiao, que tiene una larga trayectoria de militancia política en el liberalismo.
La campaña de Pacquiao se enfocará en un doble uso de su trayectoria en el boxeo utilizando frases como “golpeando a la corrupción”, la cuál usó en sus previas elecciones a senador, mientras que en lo ideológico, Pacquiao es un ferviente devoto del evangelismo cristiano, profundamente conservadoren lo social y extremadamente liberal en lo económico.
Se opone al matrimonio igualitario, quiere mayor comercio con Estados Unidos y defiende la guerra contra las drogas que llevó a cabo el dutertismo. En pocas palabras, quiere ser una continuidad del gobierno de Duterte pero sin la corrupción y sin el acercamiento a China que ha llevado a cabo el actual mandatario en los últimos 2 años.
El 8 de octubre cierra el plazo para presentar candidaturas y la campaña empieza rumbo a las elecciones del 9 de mayo de 2022.
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