El frigorífico de carne ArreBeef, con 100 años de trayectoria, tomó la difícil decisión de cerrar sus puertas, dejando a 1.000 empleados en la calle. Desde el frigorífico acusaron como responsable de su quiebra al titular del Sindicato de Trabajadores de la Carne.
El dueño de ArreBeef, Hugo Borrel, comunicó la triste noticia. “Tengo que informarles que ArreBeaf ha dejado de funcionar. ArreBeaf no va a trabajar más. Esta decisión la he tomado tras una pelea familiar. No quiero que mis hijos sufran. Hoy estamos en conciliación obligatoria. Se suben a sillas y gritan y aplauden no sé qué. Da risa porque estoy entre los tres frigoríficos que puntualmente pagan los días cinco y veinte de cada mes”, dijo.
El conflicto se centra en que los empleados de la empresa perciben una remuneración por quincena, por lo que dicen que sus ingresos terminan siendo inferiores a los de otras compañías, aunque Borrel asegura que “probablemente, sólo otras dos empresas del sector estén en condiciones de abonar un sueldo mayor al nuestro“.
La semana pasada, los trabajadores enviaron una carta a la patronal pidiendo que negocie una mejora en las condiciones del salario, que es de $20.000 por quincena, o $40.000 por mes.
“En Arrebeef, no pagan salarios según paritaria, sino a través de un acuerdo entre la empresa y el sindicato. Queremos que nos solucionen un par de pedidos que alcanzamos. La gente se cansó“, explicaron los empleados.

El dueño de ArreBeef, Hugo Borrel.
Pero el principal responsable de este triste desenlace al conflicto es el Sindicato de Trabajadores de la Carne.
Mientras los empleados piden mayores salarios, el Sindicato manda a los trabajadores a hacer protestas, huelgas y paros en vez de tratar de negociar con Borrel. Los empleados acusan al gremio de “no protegerlos” y ahora buscan cambiar la representación gremial local.
Hace unos días pidieron la renuncia del secretario de la seccional, Luis Pérez, y solicitaron llamar a elecciones. “El sindicato no nos avala en nada”, indicaron.
Por su parte, Borrel asegura que “Esto viene de arrastre y todo tiene su límite. Decidí ponerle un punto final. Aunque somos la tercera compañía más importante del sector, con una larga experiencia, prioricé mi salud y la de mi familia”, y prometió “Voy a pagar todas las cuentas pendientes, sin problema. No habrá productores reclamando deudas”.
La actual crisis económica en Argentina está llevando a la quiebra a alrededor de 100 pymes por día, y poco a poco los conflictos empresariales están llegando a las empresas más importantes del país.
En plena recesión, encontrándose con la imposibilidad de echar empleados por la doble indemnización que impuso Alberto Fernández, las empresas nacionales no han podido subir los sueldos en casi todo el año pasado; y si lo han hecho, lo hicieron muy por debajo de la inflación.
Durante la tarde de ayer, los trabajadores de la empresa que se ubica en la localidad de Pérez Millán, ocuparon sus instalaciones después de varios días de protestas, esta vez en defensa de su fuente laboral.
Sin embargo, Borrel aseguró que la decisión de cerrar definitivamente la empresa no tiene vuelta atrás, en un marco en el que en el último año sufrió el menor volumen de hacienda.
“No tengo que esperar un llamado del ministro, del gobierno o del gobernador de la provincia, del intendente municipal ni de los sindicatos de la carne para que yo revea esta situación. Esta situación no se va a revertir venga quien venga. Esta fábrica va a dejar de funcionar. Veré que hago con la carne que tengo y la hacienda que se está muriendo en los corrales”, dijo el dueño.
Cabe destacar que el usuario @PedroMihovilce1, publicó en Twitter un mensaje de una persona que asegura que su amigo conoce al dueño, y éste le contó “que La Cámpora los está asfixiando para comprarle el frigorífico”.
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