Un clásico peronista: vuelven los “formadores de precios”
El oficialismo como de costumbre, a contramano del mundo, quiere inventar la pólvora y niega la ley de gravedad. Apelando a recetas históricamente fracasadas, pretende conseguir resultados diferentes.
Fue, es y será la economía. La microeconomía del bolsillo es la que guía la política en Occidente. En eso, Argentina no es excepción. Más allá de otros temas de elevada relevancia, el Presidente sabe que está donde está por el desfalco de las Macrinomics y que su suerte política, afuera y adentro del Frente de Todos, está atada a la economía. Es el gran tema. Los otros son secundarios. La épica discursiva, con tintes nestoristas, está diseñada para la recuperación de la herencia recibida. Están las palabras y falta, ahora, que acompañen los números.
Dicho eso, no es casualidad que la parte más voluminosa del discurso que dio Alberto Fernández haya estado dedicada a la economía. Allí se juega el partido, su partido, y el Presidente lo sabe. En ese campo, la evolución de los precios es clave. La inflación fue la bestia negra de Mauricio Macri. Por cierto, él no fue el primero que la generó, pero se desbocó en su gestión, sobre todo luego del “pasaron cosas”: 47,6% en 2018 y 53,8% en 2019. Los dos números de inflación más altos desde la hiper alfonsinista que se solucionó en 1991.
Fernández ponderó los “incipientes resultados” logrados allí. El carácter incipiente debe resaltarse. Va un solo mes de inflación algo más baja, 2,3% en enero, que no debe desentenderse del super-cepo que congeló el dólar ni del hecho de que los precios de la canasta básica están fuertemente pisados por controles de precios. Es una tregua bienvenida, pero todavía débil y con peligrosas consecuencias a futuro.
Pero quizás preocupó más la receta anti-inflacionaria, tan poco original como efectiva. “Estamos analizando las estructuras de costos de los eslabones de la producción, para trabajar en las diferentes relaciones entre intermediarios, logística, canales de comercialización y evitar los abusos de posición dominante”, dijo Fernández. Es el regreso de la “inflación empresaria”.
“Vamos a fortalecer también los mecanismos de defensa del consumidor y lealtad comercial”, agregó el Presidente. Eso es bienvenido, por cierto, pero está lejos de configurar la panacea anti-inflacionaria.
“Que los precios dejen de crecer en Argentina es una responsabilidad de todos”, sentenció. “El Estado, este Gobierno Nacional, se va a poner al frente de la batalla contra la inflación usando todas las herramientas legales con las que cuenta. No es posible que con la moneda estabilizada y las tarifas congeladas, al igual que los combustibles, el precio de los alimentos siga creciendo”, dijo el Presidente. Los alimentos subieron 4,7% en enero y la suba de febrero, estima Ecolatina, no habría estado muy lejos. También es cierto que el gobierno quitó, desde el 1° de enero, la exención de pagar IVA de varios de esos productos básicos. Además, hubo efectos estacionales en algunos, como el de la carne.
“Vamos a exigirles total responsabilidad a los formadores de precios. Argentina no resiste más el abuso de quienes preservan su rentabilidad a costa de consumidores condenados a pagar sus excesos preventivos. Debemos terminar con la Argentina de los vivos que se enriquecen a costa de los pobres bobos que estamos condenados a pagar lo que consumimos”, agregó el Presidente y remató: “Esa descripción de lo que nos pasa, exige un punto final al abuso. No solo es un imperativo económico sino también es un imperativo moral. Los pícaros que especulan subiendo los precios no tiene cabida en esta Argentina”.
Y como nadie resiste un archivo, dejamos esta perlita sobre lo que opinaba el actual presidente sobre la naturaleza de la inflación hace no mucho tiempo atrás:
El vice de Diputados Omar De Marchi dijo que “no colabora en desafíos comunes”. La candidata fue echada por carabineros del Congreso chileno en 2016.
El diputado del PRO Omar de Marchi, quien además es vicepresidente de la Cámara baja, le envió una carta al presidente de Chile Gabriel Boric para pedirle que no nombre como embajadora a Barbara Figueroa, una militante del Partido comunista de 42 años, que en 2016 fue retirada por carabineros del congreso por insultar a un ministro.
Su postulación trascendió de fuentes del gobierno chileno y para De Marchi “no colabora en este tiempo de desafíos comunes, donde se requiere disminuir la confrontación y fomentar nuestras relaciones basadas en el respeto mutuo“.
Figueroa fue presidenta de la Central Única de Trabajadores durante nueve años hasta ser derrotada en las elecciones del año pasado y se posicionó como rival del ex jefe de Estado Sebastián Piñera.
El diputado es de Mendoza, una de las provincias limítrofes con Chile, pero no fue invitado a la visita de Boric al Congreso. No hubo lugar para ningún dirigente opositor ni oficialista, por fuera de los presidentes de ambas Cámaras, Cristina Kirchner y Sergio Massa.
Esta omisión causó bronca en legisladores de todas las fuerzas y lo hicieron saber. Por lo pronto, Figueroa podría asistir al Congreso si, como se prometió, se armó la comisión de amistad con Chile para afianzar la relación bilateral. Todavía no hay indicios.
Firmaron convenios de cooperación entre ambos países en plena crisis diplomática por la reivindicación a grupos terroristas mapuches.
El presidente Alberto Fernández recibió este lunes a su par de Chile, Gabriel Boric, quien llegó a Argentina en el marco de su primer viaje internacional con un enorme grupo de funcionarios, diputados, empresarios y hasta jueces de la Corte Suprema.
La jornada de Boric comenzó a las 9:30 con la participación de la ceremonia de ofrenda floral en el Monumento al Libertador José de san Martín, junto al canciller Santiago Cafiero y el ministro de Cultura, Tristán Bauer. Poco después, el comunista Gabriel Boric se encontraba en una reunión privada en Casa Rosada con Alberto Fernández.
No se sabe si fue por ignorancia o con intención, pero el término “Wallmapu” es una palabra en lengua indígena que hace referencia no solo a las regiones chilenas del Bío Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos; si no que también a las provincias argentinas Neuquén, La Pampa, Buenos Aires y partes de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y San Luis.
Al finalizar la reunión en privado, los dos mandatarios ofrecieron una breve conferencia de prensa en la quedestacaron la necesidad de profundizar la relación bilateral y potenciar la integración regional.
Consultado sobre las declaraciones sobre el “Wallmapu”, Alberto Fernández afirmó: “No hay ninguna confusión, quedó aclarado, y el propio Presidente se encargó de aclararme las palabras que no generaron ninguna inquietud”.
Buscando generar la rápida aprobación de los argentinos tras la brutalidad del “Wallmapu”, Boric ratificó la sintonía de Chile con relación al reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas. “Mantenemos la política de apoyar la reivindicación territorial de Argentina, no tengo dudas de qué lado estar. Siempre del lado de la paz. Se tiene que resolver de manera pacífica”, indicó.
De todos modos, continuó la política del ahora ex presidente Sebastián Piñera de señalar “diferencias” en cuanto al reclamo por la plataforma continental, algo que definió como una “postura de Estado”, aunque aseguró: “Podemos tener una diferencia, pero no me caben dudas de que vamos a resolverla mediante vías diplomáticas; eso no eso no va a impedir que profundicemos las buenas relaciones”.
Francisco Sanchez denunció en un video viral el lenguaje utilizado por las autoridades del gobierno comunista en Chile para referirse a territorio soberano argentino.
El diputado de Neuquén, Francisco Sánchez, hizo un llamado a que el gobierno comunista de Gabriel Boricbrinde explicaciones sobre el uso oficial del término “Wallmapu”, una palabra en idioma araucano que estos grupos indígenas utilizan para referirse a la nación mapuche que quieren instalar en la macrozona sur de Chile y en la Patagonia argentina.
“Su ministra del Interior ha denominado esta región como Wallmapu y de esa manera avanzan un paso más estas reivindicaciones de grupos extremistas”, dijo en un video publicado por el diputado. “A los chilenos le tenemos que decir con claridad. Esto es Argentina. Y acá no puede meterse nadie ni ningún interés que no sea el de los propios argentinos“.
Además, Sánchez le exigió al Gobierno kirchnerista que sea implacable ante el uso de estos términos por las autoridades chilenas. “Como diputado le pedimos al presidente de la nacion y al canciller que actúen con severidad, y que le reclamen al gobierno de chile que desista de utilizar la denominacion wallmapu para nuestra región“, aseguró.
“Que en su país hagan lo que quieran, pero que a la Argentina se la denomine como corresponde, Argentina. Esto no es territorio mapuche ni es territorio chileno, ni nunca lo va a ser“.
“Los grupos pseudo mapuches que operan hace años en el sur de Argentina y de Chile que reclaman la creación de una nación nueva tiene que ver con tomar territorio de Argentina y de Chile para la creación esta Wallampu, una nación mapuche”, explicó.
“Esas pretenciones que avanzan sobre la base de gobiernos débiles, cobardes y por qué no cómplices, hoy se ve más complicada que antes con la asunción de Boric, el presidente de izquierda en Chile“.
Sánchez denunció que estas agrupaciones que pretenden instalar el Wallmapu con la ayuda por omisión o por acción tanto de Boric como de Alberto Fernández, operan con tácticas terroristas: “Han generalmente actuado generando el terror, y atacando a los poseedores legítimos de uno y del otro lado de la cordillera“.
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