El viernes, mientras la plana mayor del gobierno terminaba de definir las actividades que se empezarán a flexibilizar a partir de este lunes y cuya regulación correrá por cuenta de las provincias, los pasajeros que utilizaron el transporte público en el área metropolitana fueron algo más de 800.000. Notablemente inferior a los 4 millones y medio de pasajeros que utilizan los trenes, colectivos y subterráneos que conectan a la Ciudad y el Gran Buenos Aires a diario, los poco más de 800.000 usuarios del final de semana registraron, sin embargo,un aumento respecto a los 750.000 de los días previos.
En la Casa Rosada y en las administraciones porteña y bonaerense son conscientes de que el transporte público del área metropolitana es clave en el combate al coronavirus: es un foco de contagio permanente si no se toman los recaudos necesarios.
“Uno de los mayores focos de contagio son los medios de transporte. Estamos entrando en una etapa de administración de cómo va a ser el modelo de salida de este aislamiento social, preventivo y obligatorio. Algún día vamos a tener que volver a la actividad y el dinosaurio va a seguir existiendo. Vamos a tener que pensar cosas que van a requerir nuevas regulaciones”, declaró el ministro de trabajo, Caludio Moroni.
En ese sentido, desde los ministerios de Transporte, de Trabajo y el de Desarrollo Productivo, empezaron a analizar para lo que viene una vez que el país logre administrar la crisis sanitaria—el pico de contagios, según los especialistas, llegaría a partir de las últimas semanas de mayo— y la manera de evitar aglomeraciones de usuarios en los trenes y los colectivos del área metropolitana. También en los subtes, cuya operación le pertenece a la administración de la Ciudad.
La posibilidad de evitar aglomeraciones de pasajeros para no contribuir a la propagación del coronavirus, razonan las fuentes oficiales, es materia de análisis. Por ahora, se habla solo de recomendaciones de las autoridades gubernamentales, los empresarios y los sindicatos.
Días pasados, Claudio Meoni, recomendó a sus colegas de Trabajo y de Desarrollo Productivo avanzar en un esquema de trabajo escalonado en los horarios de mayor afluencia de trabajadores: las llamadas horas pico.
Según fuentes oficiales, por el área metropolitana circulan, en estos días, unos 9.500 colectivos. A principio de semana eran 11.000. Antes de la pandemia eran 15.000 unidades. El caso de los trenes las líneas interurbanas cuentan en total con 68 formaciones.
Mario Meoni junto a Alberto Fernandez
Por otra parte, el miércoles, el ministro de Transporte participó de una videoconferencia organizada por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que contó con el reclamo de las empresas del sector: asfixiadas por el cierre de las fronteras y la brutal merma en los vuelos comerciales. Pidieron volver, en breve, a vender pasajes, una autorización que el Estado (por ahora) no tiene en mente. Un reclamo compartido con las empresas de ómnibus de corta y media distancia, también paradas por el aislamiento obligatorio.
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