El sector privado volvió a demostrar su posición fundamental en el desarrollo humano, y es el mercado quien investigó, desarrolló y finalmente fabricará y distribuirá las vacunas contra el coronavirus.
En Argentina y Latinoamérica, esta proeza vendrá de la mano de los magnates Hugo Sigman y Carlos Slim, quienes serán los principales accionistas en la producción de la vacuna contra el coronavirus en Argentina y México.
Así lo anunció el presidente Alberto Fernández esta semana en conferencia de prensa: “En Argentina AstraZeneca eligió al laboratorio mAbxience que será responsable de la producción de la sustancia activa de la vacuna“.
La relación del mexicano Slim y el argentino Sigman data de hace más de dos décadas. Ambos asistieron repetidas veces a los encuentros empresariales de padres millonarios con sus hijos, un evento que tuvo lugar en Argentina en varias ocasiones, especialmente en la década del 2000.
El nombre de Carlos Slim es sumamente conocido a nivel mundial, ya que ostenta una de las cinco mayores fortunas del planeta. Ingeniero civil y hábil inversionista, es dueño de la telefónica móvil Claro, el Grupo Carso, que es un conglomerado de empresas que controla y opera a varias compañías de los sectores de consumo, comercio, comunicaciones e industria, América Móvil, empresa enfocada al sector de las telecomunicaciones, Grupo Financiero Inbursa, una sociedad financiera que proporciona servicios de banca en México, y finalmente Impulsora del Desarrollo y el Empleo en América Latina, una empresa dedicada a buscar mecanismos de inversión rentables.
Al referirse a Slim, Fernández dijo en tono de agradecimiento: “El aporte que hizo la Fundación Slim nos permitió acceder a la vacuna a un precio mucho más que razonable y eso es muy importante para América Latina. Se calcula que va a estar entre 3 o 4 dólares la dosis”. El presidente luego comentó que “la Fundación Slim nos confirmó que están dispuestos a iniciar el proceso de transferencia tecnológica para que la Argentina pueda empezar la producción cuando la última fase de la vacuna quede completada“, y explicó que México se encargará de envasar la vacuna y de completar la producción.
Slim, como todos los grandes empresarios del siglo XXI, tiene estrechas relaciones con la política; ha donado, apoyado y financiado distintos movimientos políticos y referentes de la izquierda mundial, entre ellos, el actual presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Según se reveló en 2013, un agente de la DEA, William F. Dionne, supervisor de operaciones en México, identificó a Carlos Slim como financista del cartel de Sinaloa y con vínculos al “Chapo” Guzmán.

Carlos Slim.
La otra cara de la moneda es el argentino Hugo Sigman, dueño y cofundador junto a su esposa, Silvia Gold, del Grupo Insud, anteriormente conocido como Grupo Chemo, uno de los tres conglomerados biotecnológicos más importantes del mundo.
Según la revista Forbes es una de las 10 personas más ricas de la Argentina, con un patrimonio familiar que asciende a los US$ 2.000 millones. Además, tiene una editorial boutique, Capital Intelectual, que edita Le Monde en Latinoamérica, y tiene la productora de cine Kramer & Sigman Films, con la que filmó “Relatos Salvajes” y “La Odisea de los Giles“.
Las empresas farmacéuticas que forman parte del Grupo Insud son Chemo (materias primas), Exeltis, mAbxience y Xiromed (genéricos en EEUU y Europa) y además son accionistas de Sinergium Biotech (vacunas humanas complejas), Elea Phoenix, la química Maprimed, Bioceres, Inmunova y Biogénesis Bagó. En el rubro de agronegocios producen granos, leche, carne y madera a través de Garruchos Agropecuaria, Pomera Maderas y Cabaña Los Murmullos.

Alberto Fernández elogió a Sigman, de quien es íntimo amigo, al decir: “Es un inmenso desafío para la industria nacional y para nosotros es un reconocimiento a la calidad de los laboratorios argentinos y en particular de mAbxience“. Asimismo, el primer mandatario agregó: “Para nosotros es una gran alegría. En Argentina AstraZeneca eligió al laboratorio mAbxience que será el productor del reactivo de la vacuna”.
El laboratorio mAbxience de Sigman, es una compañía biotecnológica internacional especializada en la investigación, desarrollo y fabricación de anticuerpos monoclonales, parte del grupo farmacéutico Insud Pharma. Fundada en el 2009, posee tres plantas de producción: una en España y otras dos en la Argentina, ubicadas en las localidades de Munro y Garín. Esta última fue inaugurada en febrero pasado, con la presencia del presidente Alberto Fernández y del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Hugo Sigman inició su carrera empresarial en Argentina con pequeños laboratorios. Luego dio el gran salto cuando consiguió los derechos de la vacuna contra la aftosa.
Sin embargo, actualmente vive en España, después de llegar como exiliado de la dictadura militar. Allí fundó la primera empresa de su grupo, Chemo, en 1977, para luego expandir su holding a más de 40 países.

Hugo Sigman, junto a Cristina Fernández de Kirchner.
Sigman tiene “excelentes lazos” con el peronismo. No solamente es amigo personal de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, sino también del ministro Ginés González García, el canciller Felipe Solá y gobernador de la provincia de Tucumán, Juan Manzur. Asimismo, conversa frecuentemente por teléfono con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
El magnate es considerado el “monje negro” de La Cámpora, el gran titiretero que opera en las sombras.
En el ambiente político se le conoce como el principal financista de la infame agrupación de Máximo Kirchner. Además, su hijo Leandro es amigo íntimo de Axel Kicillof, con quien estudió Economía en la Universidad de Buenos Aires.
Sigman es un kirchnerista de manual; mientras ha hecho fortunas en el sector privado, disfrutando de los beneficios del capitalismo en el resto del mundo, en Argentina aboga por un estricto control de capitales, proteccionismo y socialismo.
Aparentemente, en esta millonaria negociación por el negocio de las vacunas, “todo queda entre amigos”.
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