Hoy salió a la luz que los procesamientos de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, el ex Ministro de Planificación, Julio de Vido, el ex Secretario de Obras Públicas, José López, y otros casi 50 empresarios, contratistas y banqueros, pueden quedar anulados por la decisión de dos jueces de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal: Ana María Figueroa y Daniel Petrone.
Los magistrados estudian emitir un fallo que podría declarar nulas las confesiones de todos los arrepentidos de la Causa Cuadernos, alegando que se violó el artículo sexto de la ley 27.304, en sintonía con la defensa de los abogados de De Vido, quienes aseguran que si bien hay manuscritos de todas las confesiones, no hay grabaciones de video o de voz de los arrepentidos diciendo esas palabras.
Además, los jueces Figueroa y Petrone tienen otra carta para jugar si esto falla, ya que analizan la posible inconstitucionalidad de la Ley del Arrepentido, otro argumento presentado por la defensa de De Vido.
Esto sería polémico, ya que en el pasado, para causas distintas, la Sala III y IV han afirmado la constitucionalidad de la Ley del Arrepentido. Si ahora la Sala I, compuesta por los tres jueces Figueroa, Petrone y Barroetaveña, votan 2-1 por la inconstitucionalidad, no habrá otro camino institucional posible que convocar a un plenario de Casación Penal Federal para resolver las posiciones encontradas.
En redes, denuncian que mientras el Gobierno distrae con la Ley del Aborto y un extenso debate en el Congreso del impuesto a la riqueza, Cristina está presionando para terminar con la Causa Cuadernos.
Figueroa y Petrone tienen un largo historial asociados al kirchnerismo.
Ana María Figueroa, vinculada a la organización ultra-kirchnerista Justicia Legítima, fue parte de una operación de desinformación de CFK, cuando denunció que a tan solo 5 días de la asunción de Macri en 2015, el Fiscal General de CABA y ex consejero de la Magistratura, Juan Bautista Mahíques, había aparecido en su despacho para presionarla a apurar la causa del Memorando con Irán en contra de la entonces ex presidente. Posteriormente, en declaraciones a Infobae, Figueroa dio marcha atrás temiendo un juicio político en su contra por tan descarada mentira: “No dije que era Mahiques, dije que era una alta autoridad, realmente fue muy complicado, pero no quiero dar nombres. Eso fue lo que dijo el reportero. Él lo nombró, yo no dije nada y se tomó como que era Mahiques“.
Por su parte, Daniel Petrone fue uno de los jueces que participaron de la causa de Antonini Wilson, empresario venezolano que fue encontrado queriendo entrar a Argentina 800.000 dólares del chavismo de manera ilegal, en una valija a través de Aeroparque, para financiar la campaña del 2007 de Cristina Kirchner. Esta causa terminó prescribiendo y ninguno de los jueces decidió procesar a funcionarios de aquél gobierno.
Todo esto ocurre luego de que los camaristas federales Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi fueran desplazados por el actual Gobierno, luego de dictar un fallo que responsabiliza a la vicepresidente Cristina Kirchner “por 175 supuestos de cohecho pasivo, en calidad de coautora, todos ellos en concurso real”.
La Sala I, con los posibles votos de Figueroa y Petrone, puede destruir el trabajo procesal de años del fallecido juez Claudio Bonadio, del perseguido político fiscal Carlos Stornelli, de los desplazados Bruglia y Bertuzzi, y de las salas III y IV.
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