Mauricio Macri comienza a entender que Horacio Rodríguez Larreta quiere construir su propio camino hacia las elecciones presidenciales del 2023, liderando los sectores más de izquierda de la coalición de Juntos por el Cambio.
Ante esta situación, tanto el ex presidente como Patricia Bullrich, quien actualmente preside el PRO, han empezado a mover las piezas del tablero para consolidar su propio núcleo en el partido. Esta situación es atípica: los dirigentes de un partido ya no son los que más representan las bases del partido, y eso ha activado todas las alarmas en el macrismo.
Con este objetivo y con una buena dosis de optimismo, Macri cree que el kirchnerismo se encuentra cada vez más debilitado por la crisis económica y que en 2021 podrán quitarle la mayoría en el Congreso al peronismo, que sería un logro que la oposición no consigue hace varias décadas.
Por lo tanto, la nueva estrategia de Macri y Bullrich es sumar a distintos referentes liberales, para expandir su base y poder tener un “grupo duro” para no perder poder contra el ala izquierdista de Larreta, compuesta por repudiables figuras como Valentina Etulain, Peter Robledo o Camla Crescimbeni.
“Con el kirchnerismo y la izquierda no se puede hablar. No veo una tercera vía, y con los libertarios podrá haber diferencias, uno pide tres impuestos, el otro cuatro, pero hay una base para conversar“, sostuvo Macri cuando le consultaron sobre una alianza entre liberales como los economistas Javier Milei y José Luis Espert.

“El populismo regala el presente hipotecando el futuro, se dejaron tentar con asado gratis”, lanzó el ex Presidente.
En la interna del PRO, el macrismo cree que este último año los liberales y los libertarios crecieron con mucha fuerza. Incluso Macri considera que hoy por hoy existe un apoyo en torno al 10% a nivel nacional para los liberales, respaldado por algunas encuestas que el mismo partido mandó a medir.
Esta opinión queda en directo contraste con la de Larreta, quien envisiona que la única manera de vencer al kirchnerismo es unirse con el peronismo y “correrlos por izquierda”. El Jefe de Gobierno está diagramando un plan para 2023 con María Eugenia Vidal, Emilio Monzó, Rogelio Frigerio e incluso con el ex kirchnerista Martín Lousteau como su sucesor en CABA.
Para Larreta, un Juntos por el Cambio que englobe desde la centro-derecha de Ricardo López Murphy hasta el socialismo de Santa Fe, pasando por el peronismo federal y las agrupaciones feministas paño-verde, es la única manera de vencer a Cristina Kirchner.
A pesar de todo esto, el tablero ajedrecístico del PRO de Macri intentará reemplazar aquellas piezas del larretismo por los liberales. Lo que queda en suspenso es qué respuesta tomaran las figuras del liberalismo, hoy dirigidas por Milei y Espert, quienes siguen siendo muy críticos y duros cada vez que se refieren al fracasado gobierno de Macri.

Encuesta realizada en octubre por Opina Argentina.
Javier Milei no expresó palabras propias en respuesta a los dichos del ex presidente pero retuiteó una publicación de una seguidora, enviando un contundente mensaje político.
El tweet advertía que el macrismo se iba a “arrodillar” ante Milei y que, como están acorralados, fueron en busca de los liberales por los errores que ellos mismos habían cometido. Javier Milei eligió hacer eco de este mensaje.

Por otro lado el referente liberal Agustín Etchebarne, líder de Uni2 y quien había abierto la posibilidad de sumarse al macrismo en un futuro, fue muy duro esta vez y le respondió a Macri que “lástima que no habló durante su mandato, ahora le interesa porque ve crecer al liberalismo en las encuestas. La hora de Macri ya pasó”.
A diferencia de Milei y Etchebarne, Yamil Santoro, otro referente liberal y líder del espacio Mejorar, envío un guiño de aceptación a estas declaraciones, aunque no resulta sorpresivo ya que él busca volver a las filas del PRO hace años.
Santoro conformó el espacio “Republicanos Unidos”, junto a López Murphy, Etchebarne, Adorni y otros, a quienes quiere prestarle su sello (que todavía no tiene) para que puedan competir en 2021 en CABA. Sin embargo, como destacaron muchos usuarios en redes, todo indica que esta coalición es más que nada una fuerza para hacer ruido y que su objetivo final es unirse a este “armado liberal” del PRO.
Según fuentes cercanas a Macri, el ex presidente está muy molesto con Larreta por no atacar la gestión del actual gobierno, mientras el kirchnerismo sigue usando su mandato como chivo expiatorio de todos los males argentinos.
En plena reunión para la planificación del 2021, Macri soltó ante los dirigentes del PRO que “hay mucha gente de nuestro espacio a los que les gusta creer. Pero la gente se da cuenta de que prometieron llenarte la heladera, ¿y ahora? ¡se van a llevar la heladera!“.
Y además destacó la pobre situación económica del país, hablando de “una economía sin moneda” y que es “como querer jugar al futbol sin pelota“. También Macri cree que el FMI “no le va a hacer fáciles las cosas al Gobierno” y que la situación por lo tanto será más compleja.
Por su parte, Horacio Larreta dice en las reuniones que hay que “superar la grieta y generar un plan para que la Argentina crezca 30 años seguidos” mientras en simultaneo introduce más impuesto a los porteños porque no se anima a chocar políticamente con Alberto Fernández.
Macri considera que es válida la estrategia de Jefe de Gobierno porteño, de mantenerse fuera de conflicto aunque el oficialismo lo ataque, aunque afirma que llega un momento que se debe responder cuando los ataques son constantes y sistemáticos.
Respecto a Cristina Kirchner, Mauricio Macri sostiene que “hay que impedirle que termine rompiendo del todo el sistema político” y que “el kirchnerismo quede como marginal, y emerja un peronismo que hoy está secuestrado“ ya que “a los gobernadores peronistas no les gusta nada tomar tierras y esas cosas“.
A modo de autocrítica, Mauricio Macri terminó indicando que: “Nosotros también tenemos el virus del populismo adentro“ haciendo referencia a la ya conocida y fracasada experiencia de su gobierno en la que pusieron de rodillas al país, logrando así que el kirchnerismo recupere el poder y continúe destrozando al país. Lamentablemente, el ex presidente sigue sin hacer un diagnóstico correcto, ya que el populismo como tal no fue el problema de su gestión, si no las concesiones a las medidas socialistas que terminaron fracasando económica, social y políticamente, y le dieron la puerta al kirchnerismo para volver y “hacer socialismo pero sin errores en la praxis”.
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