La sesión de diputados virtual sigue sin poder llevarse a cabo de manera correcta. El primer ensayo se realizó el miércoles 6 de mayo donde hubo severas complicaciones con el sistema. Por lo tanto, la sesión se tuvo que postergar para el sábado 9, sin embargo, ayer hubieron nuevas complicaciones y la sesión quedó suspendida hasta nuevo aviso.
Por su lado, CFK deberá llevar a cabo esta semana su propio simulacro en el Senado, y si se presentan las mismas complicaciones, los líderes del Congreso ya están hablando de mover la sesión del Congreso al CCK o al Teatro Colón y asistir de manera presencial, ya que esos establecimientos son de un tamaño considerablemente mayor y en todo momento se puede mantener el distanciamiento reglamentado.
De ser así, el proyecto habrá sido un rotundo fracaso para el dúo Massa – CFK, que se gastaron una millonada en reformar ambas Cámaras del Congreso para poder sesionar de manera virtual y tal vez haya que directamente descartar todo el plan.
¿Qué pasó aquel miércoles 6 de mayo que marcó el fin de un proyecto millonario?
El ensayo empezó a las 17.20, veinte minutos después de la
hora fijada. Unos cuarenta diputados, con coloridos barbijos,
esperaban sentados en sus bancas con las pantallas leds de fondo. Los otros 204
legisladores logueados se alistaban ante las computadoras de sus hogares.
Massa, junto a la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez
Alcorta, habilitó a los pocos diputados que estaban en el recinto a quitarse los tapabocas, y se dio inicio a los tratamientos de la Ley Micaela.
La titular del Conicet, Ana María Franchi, -de forma remota y con power point incluido- estuvo a cargo de la primera parte del programa de capacitación. Luego fue el turno de Gómez Alcorta, que se enfocó en realizar una breve historización del movimiento feminista y un repaso por la legislación argentina en materia de género.
Apenas la ministra finalizó su exposición, diferentes diputadas que participaron de forma virtual realizaron algunas intervenciones para probar el funcionamiento de la metodología que ese cuerpo llevará adelante durante la pandemia del COVID-19. Las primeras en hablar fueron Marisa Uceda y Lía Caliva, del Frente de Todos, y Alejandra Vigo, de Córdoba Federal. Desde el recinto hablaron Romina Del Pla, del Frente de Izquierda, y la feminista Silvia Lospennato, del PRO, que se olvidó de prender la cámara de su computadora, por lo que los legisladores que estaban en sus casas no pudieron verla.

“Diputada [Mónica] Macha no se olvide de prender la
cámara”, dijo Massa, entre risas, cuando fue el turno de la diputada
oficialista a fin de corregir el error de quien un rato antes la precedió en la
palabra.
Cerca de las 19.30, Sergio Massa, en su cargo de presidente de la Cámara Baja, pidió a “las diputadas y los diputados” que votaran para probar el sistema virtual y aclaró que se trataba de una votación ficticia. “Los varones votan por la negativa y las mujeres por la positiva”, agregó a modo de broma. Algunos de los legisladores, conectados de manera remota, parecían no darse cuenta que tenían los micrófonos prendidos y sus comentarios retumbaban en el hemiciclo.
El Presidente de la Cámara oyó algo inapropiado de algún diputado y se apuró a avisar que Diputados TV transmitía todo en vivo y que incluso se acababa de ver a los hijos de una diputada quitarle su teléfono celular. Mientras reorganizaban el sistema propuso una votación nominal.
“Les recuerdo que estamos en vivo por Diputados TV así que
apaguen los micrófonos”, recomendó Massa.
Sin embargo, a la hora de votar se terminaron las risas y empezó el descontento. Los diputados no podían ingresar con su verificación al sistema, algunos se perdieron de votar, otros aseguran que votaron pero que su voto no se registró, a otros les apareció “500 error interno del servidor”.
Por estas fallas técnicas de un sistema que le costó al Estado, o sea a todos los argentinos, decenas de millones de pesos, la oposición mostró su enojo en las redes, especialmente luego de que Massa diga que la solución es más capacitación.
“¿Afirmativo o negativo para qué, para la Ley Micaela?”,
preguntó confundido el radical Ricardo Buryaile cuando Massa lo nombró y le
pidió su voto. Como seguía sin entender, el presidente de la Cámara
repreguntó: “Afirmativo o negativo a tus ganas de vivir”. “Afirmativo”, se oyó
contundente al formoseño, respuesta que celebró con risas pero también con preocupación Massa. La videowall solamente costó casi unos 30 millones de pesos del presupuesto de la Cámara de Diputados, y si el proyecto no funciona el dinero gastado habrá sido para nada.
Casi con impaciencia, el presidente de la Cámara explicó las
cuestiones técnicas para que el uso de dos sistemas a la vez, webex y VPN, no
se anulen mutuamente y propuso rápidamente una nueva capacitación para el jueves y viernes, convocando a sesionar oficialmente el sábado 9. Como ya sabemos, los problemas no se solucionaron para el sabado y la sesión quedó suspendida momentáneamente.
“No se pongan nerviosos aquellos que no están pudiendo entrar, tienen que insistir, tenemos que estresar al sistema hasta que fluya, no desesperen, no se estresen, dejen que se estrese el sistema”, buscó calmarlos Massa desde su sillón mientras Máximo Kirchner se tapaba con un barbijo y recostado sobre su banca se reía.
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