Bielsa fue reemplazada por el cristinista Jorge Ferraresi en el Ministerio de Hábitat, mientras que Ginés debió dejarle el control de la cartera sanitaria a Carla Vizzoti y La Cámpora.
Ahora fue el turno de Marcela Losardo, íntima amiga de Alberto y considerada una moderada dentro del contexto de extrema izquierda en el que ha evolucionado el Frente de Todos.
Cristina había convencido a Alberto Fernández de que era hora de pisar el acelerador con la reforma judicial, ya que debe aprobarse antes de las elecciones legislativas de octubre ante cualquier eventualidad en las urnas.
En su lugar, el nuevo Ministro de Justicia será Martín Soria, otro cristinista y gran defensor de la reforma judicial. El actual diputado rionegrino preside la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, y ha sido el principal impulsar de la ley en el Congreso.
Soria tiene 45 años y es el mayor de los cuatro hijos del fallecido gobernador de Río Negro, Carlos “El Gringo” Soria y Susana Freydoz. Su padre, “El Gringo” supo ser Ministro de Justicia y Secretario de Inteligencia de Duhalde, un político muy peligroso y ampliamente vinculado a las mafias sindicales. Fue titular de la SIDE cuando ocurrió la masacre de Avellaneda y los asesinatos de Kosteki y Santillán en 2002.
Martín es además el hermano de María Emilia Soria, con quien intercambió cargos: ella pasó de ser diputada nacional a intendenta de General Roca, mientras que él dejó ese cargo ejecutivo para ocupar una banca en la Cámara de Diputados nacional. Ambos movimientos ocurrieron con apoyo del kirchnerismo, tras el fallido intento de Soria por la gobernación rionegrina.

Soria había peleado por la gobernación de Río Negro pero fue derrotado.
El nuevo Ministro tiene además un largo historial vinculado a situación extrañas, que lo han hecho enfrentarse en múltiples ocasiones con la justicia.
Según las crónicas policiales, fue la primer persona en ver el cadáver de su padre, el ex gobernador Soria, tirado en la cama de su casa, luego de que su madre lo asesinara de un disparo en la cara, el 1ro de enero de 2012, luego de acusarlo de infidelidad. Hacía pocos días que “El Gringo” había dejado la Municipalidad de su pueblo y dejado a Martín en su lugar para asumir la gobernación.
Múltiples reportes indican que Martín ayudó a su madre a que no caiga en prisión perpetua, con largas discusiones con los fiscales para demostrar que Freydoz “no estaba en sus cabales“. Dijo además que su madre había querido suicidarse o “hacer un simulacro coactivo”, y que el arma se le había disparado sin querer. Agregó, además, que tenía un cuadro grave de depresión, por lo que solía mezclar Alplax con alcohol. Finalmente Susana Freydoz evitó la perpetua y fue condenada a 18 años de cárcel por asesinato de su esposo, pero por ahora permanece en prisión domiciliaria.
Otros encontronazos que tuvo con la justicia fue cuando lo imputaron penalmente en 2019, acusado de quedarse con un porcentaje del sueldo de sus empleados en la intendencia de General Roca, lo cual justificaba con groseros sobresueldos.
En total este robo le habría permitido cobrar ilegalmente una suma de 450.000 dólares durante su mandato.
Sin embargo, este jueves (tan solo 3 días antes del anuncio de Fernández), Soria fue sobreseído por esta causa, en lo que muchos creen que fue en preparación para la designación en el Ministerio.
Alberto Fernández, desesperado por justificar este peligroso nombramiento, aseguró que no se lo puede calificar a Soria de kirchnerista porque su hermana, María Emilia Soria, fue una de las legisladoras que en 2017 votó el desafuero de Julio De Vido.
“Lo conozco a Martín, mucho. Voy a decir algo que va a exacerbar muchos ánimos, pero su hermana votó el desafuero de De Vido. Los Soria no son precisamente kirchneristas, lo dicen los medios para generar inquina entre Cristina y yo”, sentenció.
Lo cierto es que Soria en su año como diputado ha logrado forjar estrechos vínculos con La Cámpora y Máximo Kirchner, su jefe de bloque, y tiene una relación con Cristina que data de varios años atrás, en especial por su padre, quien fue aliado político de Néstor Kirchner cuando éste llegó a la presidencia en 2003.
Por su parte, Losardo irá como embajadora a la UNESCO, un puesto que requerirá que se mude a París.
Reemplazará al ex senador y ex embajador Pino Solanas, quien murió el 6 de noviembre pasado luego de permanecer internado varias semanas por coronavirus estando en funciones.
“Quiero que siga trabajando conmigo y no quiero que se vaya“, admitió Alberto ante las cámaras, pero su resistencia a reformar la justicia a imagen y semejanza de Cristina Kirchner y el silencio que mantuvo ante los fallos adversos que tuvieron ex funcionarios K, sellaron la suerte y la dejaron sin el oxígeno político necesario para continuar con su gestión.
“Está agobiada“, sentenció Alberto Fernández al confirmar su salida por TV, aunque evitó decir quién la agobió.

Losardo con Alberto Fernández.
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