El pasado martes, la interventora de la AFI, Cristina Camaño, presentó documentación encontrada en la sede del espionaje estatal que probaría la ejecución de tareas de inteligencia contra personas vinculadas a la actividad política, periodistas, dirigentes y fuerzas policiales, entre otros.
Según el escrito publicado, la AFI habría “pinchado” correos electrónicos de al menos 87 personalidades públicas desde junio de 2016, cuyos datos fueron recuperada de un disco rígido marca Western Digital, que había sido borrado.
Por esa situación, Caamaño pidió que sean citados a indagatoria el ex-presidente Mauricio Macri “por ser el responsable de fijar los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de inteligencia nacional“.
Lo mismo solicitó para Gustavo Arribas, quien condujo la AFI durante todo el macrismo, y para Silvia Majdalani, que fue la segunda en la conducción del espionaje nacional.
“Se procedió al análisis de rutina de distintos soportes tecnológicos utilizados en áreas sensibles de esta agencia. En tal sentido y puntualmente, se procedió a analizar el contenido de un disco rígido, marca Western Digital S/N WCASY0545906. En este disco se encontraron rastros digitales que dan cuenta de la conexión de dispositivos externos a este disco en los que se almacenaba información de inteligencia sobre personas vinculadas a la actividad política de nuestro país, dirigentes, fuerzas policiales, entre otros”, relataba la denuncia.

Cristina Caamaño, interventora de la AFI, designada personalmente por el presidente Alberto Fernández.
Entre las figuras espiadas que hoy revisten funciones en el Gobierno aparecen la ministra de Géneros, Mujeres y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta, quien actuaba entonces como abogada de Milagro Sala; los embajadores en México, Carlos Tomada, y en la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi; la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario; el asesor presidencial y ex-integrante de Carta Abierta, Ricardo Foster, y el actual secretario de Relaciones Parlamentarias y referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro.
Lo curioso es que por el lado de Juntos por el Cambio, también figuran entre los supuestos espiados el jefe del bloque radical en la Cámara de Diputados, Mario Negri; el ex-embajador en el Uruguay, Mario Barletta, el ex-jefe del bloque PRO en la Cámara Baja y actual director del Banco Ciudad, Nicolás Massot, el ex-senador radical Ernesto Sanz, y la otrora titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.
Muchos dirigentes sindicales y de organizaciones territoriales también figuran en la lista, además de funcionarios de diverso rango de las municipalidades de Avellaneda y Morón, particularmente, donde gobiernan Jorge Ferraresi y Lucas Ghi, sucesor político de Martín Sabbatella.
“Claro está que uno no debe pecar de ingenuo. La información almacenada en este disco rígido no se encuentra allí de casualidad, sino que evidentemente fue utilizada para la producción de inteligencia ilegal“, manifestó Caamaño.
Por este hecho, la comisión bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, que comanda el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau, se reunió y le pidió al organismo que amplíe la información con respecto al seguimiento de políticos de los entonces oficialismo y oposición, y también a periodistas, entre otros.
“Este tipo de situaciones traen aparejado invadir la privacidad de las personas; tratan de limitar la participación del ciudadanos en la vida política, gremial y religiosa; abre las puertas a la extorsión cuando se invade la vida privada de los ciudadanos…”, destacó Moreau.
La evidencia presentada todavía no tiene una forma sustancial que permita asegurar bajo ningún tipo de duda que haya sido forjada, y este conflicto legal recién empieza. El ex-presidente Macri dirá en la indagatoria que él no vio nada y el ex-director de la AFI dirá que él tampoco vio nada y que la evidencia la creó Caamaño para incriminar al anterior gobierno. Por lo tanto, todavía se espera que se amplíe con nueva evidencia la causa para tener un caso más fuerte que pueda llevar a la prisión a los responsables.
Las reacciones de los espiados
El jefe del PRO en la Cámara Baja e integrante de la bicameral, Cristian Ritondo, señaló:
“Confío en justicia federal, pero descarto que por alguna orden política haya habido algún trabajo de esta característica”.
Patricia Bullrich, ex-ministra de Seguridad del gobierno de Macri y muy cercana a los servicios de inteligencia, también se manifestó al respecto, asegurando que “todos los sistemas de toma de teléfonos los controla la justicia y es todo con orden judicial. Me parece absolutamente ridícula, me suena todo un poquito Superagente 86″.
Por el lado del kirchnerismo la reacción fue diametralmente opuesta. Ninguno de los funcionarios se mostró sorprendido o invocó la duda ante las denuncias.
“Tristemente, no estoy sorprendida. La AFI en los últimos años había dado numerosas muestras de su accionar ilegal”, declaró por su parte la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.
Gabriela Cerrutti, diputada del Frente de Todos, afirmó que “no es casualidad” que haya habido maniobras de espionaje durante las gestiones macristas en la Ciudad y en la Nación.
Por otra parte, el periodista Luis Majul culpó al kirchnerismo.
“Les anticipo: si esto es una venganza porque yo en mi carácter de periodista publiqué, porque tenía el interés público, escuchas de Cristina y Parrilli que fueron legales, se le va a ver el hilo al títere. Yo no tengo ningún problema, publiquen todo lo que tengan que publicar, pero ojalá que esto no sea una opereta, que sea de buena fe”, lanzó el periodista.
Marcelo Tinelli: furioso con Macri
El empresario y conductor de televisión, Marcelo Tinelli, que integra el Consejo contra el Hambre que lanzó Alberto Fernández en diciembre pasado, apuntó contra el ex-presidente Mauricio Macri por esta denuncia, pareciendo dejar entrever que sabe que él estaba en estas supuestas listas negras de espionaje del anterior gobierno.
“Te escuchaban los teléfonos, te leían los mails, te apretaban con la AFIP. Tenían un aparato del Estado, que pagábamos nosotros, para perseguir a los que pensaban distinto o a los propios que pudieran descarriarse”, escribió Tinelli en su cuenta de Twitter.
Tinelli también arremetió contra los supuestos “trolls” macristas, a quienes acusó de “armar hashtags e insultar”.
Cabe resaltar que el conductor tiene limitadas las respuestas a sus tweets únicamente para las personas que él sigue, áprovechándose de la nueva funcionalidad que introdujo Twitter hace algunos días.
Rápidamente la respuesta fue que se hizo tendencia en la red social el #TinelliCagon.
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