“Es hora de que los ricos ganen menos“, dijo el Presidente en uno de sus primeros discursos luego del triunfo electoral. Esto, claro está, no aplica para él mismo: entre el año electoral y éste, Alberto Fernández se hizo 71% más rico. A fines del 2019 declaró un patrimonio de 5 millones de pesos y ahora tiene $8,55 millones.
Por su parte, el líder de la bancada kirchnerista, Máximo Kirchner, percibió un aumento del 50% de su patrimonio. En 2019 declaró más de 100 millones de pesos y su fortuna ahora alcanza los casi $300 millones.
Junto con el resto de los referentes del oficialismo, que también tienen ahorrados cientos de miles de dólares, hablan casi a diario de confiar en el peso, de la solidaridad con el dinero, de la redistribución de riqueza y de la justicia social.
Su hipocresía no tiene limites. Forman parte del sector más rico del país e incrementan su fortuna mientras, desde que ellos están gobernando, la pobreza creció 7%, según INDEC, y el 63% de los niños son pobres, según UNICEF.
El Presidente, que recientemente atacó y despreció a la Capital Federal por considerarla “opulenta”, declaró tener un departamento en Recoleta, uno de los barrios más ricos de la Ciudad. Además un Toyota Corolla comprado recientemente, un auto que ya puede considerarse de alta gama para la mayoría de los argentinos, que también forma parte de su patrimonio. Toda esta información fue declarada ante la Oficina Anticorrupción (OA).
Durante el año pasado y por la última década, Alberto Fernández vivió en la “opulenta” zona de Puerto Madero, en el lujoso edificio River View. El departamento fue prestado por el ex-funcionario kirchnerista Enrique “Pepe” Albistur, y los gastos que tenía eran solo personales: $350.000 declaró que gastaba mensualmente.

Alberto Fernández saludando a los medios desde el lujoso departamento en Puerto Madero. Foto: La Nación
Además, Fernández declaró tener 50% de las acciones de Inmueble Callao SA, valuadas en $84000 y agregó un crédito fiscal en la misma empresa por $695.000, monto que comparte con la ministra Marcela Losardo.
Este negocio fue observado de forma sospechosa por la Oficina Anticorrupción ya que considera que un Presidente no puede tener este tipo de participaciones, sin embargo Fernández afirmó que no era necesario desvincularse ya que la sociedad no estaba en actividad.
La documentación también brindó información sobre sus ingresos: más de $400.000 mensuales durante todo el 2019.
El mismo organismo, que se encuentra bajo el Poder Ejecutivo, también investigó acerca de los clientes de Alberto cuando era asesor y consultor. Tanto la OA como la oposición le reclaman y sugieren que presente una lista con todos los clientes previos a ser Presidente, pero él mismo se han negado a brindar esta información, considerando que era suficiente con la declaración jurada.
Por otro lado, Máximo Kirchner declaró $292 millones de pesos correspondientes al periodo del 2019-2020. La fortuna del diputado kirchnerista está compuesta por 26 inmuebles, acciones en 3 empresas y depósitos en dólares por 3 millones de dólares, que asegura que son una herencia de su padre, el ex presidente Néstor Kirchner.
Además se encuentra embargado y con una causa judicial en la que está procesado por lavado de dinero.

Máximo Kirchner durmiendo en la Cámara de Diputados
Máximo Kirchner tiene parte de su fortuna vinculada a las participaciones accionarias en negocios ilícitos, motivo por el cual la justicia intervino en el 2016 y, según los expedientes judiciales, se lavaron más de $120 millones entre el 2009 y 2015. Estas empresas son: Los Sauces SA, un negocio investigado por lavado de dinero en lo que estaban involucrados Lázaro Báez y Cristóbal López, y Hotesur SA.
Por Matías Magnético, para La Derecha Diario.
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