En medio de la polémica por la carta abierta que dieron a conocer intelectuales y científicos del CONICET, donde sostienen que el país vive una “infectadura” que pone en peligro a la democracia, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aseguró que “todas las políticas a favor de la vida fortalecen la democracia”.
Remarcó que desde el Gobierno trabajan en “esa dirección” y puso como ejemplo no solo lo que sucede en la Argentina, sino también en otros países con el avance de la pandemia.
“El coronavirus es democrático para expandirse, pero clasista cuando hay que contar muertes, cuando vemos dónde están los muertos en Estados Unidos, Brasil y Europa vemos que están en barrios trabajadores y populares””, la fake news de Cafiero.
El problema, como en tantas otras comparaciones, es que las realidades en esos países tienen matices diferentes a lo que pasa acá.
Un claro ejemplo de que en Argentina el coronavirus mata más por edad que por clase social: hasta este sábado, de los 221 fallecidos registrados en Capital, sólo 28 vivían en barrios vulnerables, lo que representa un 12,7%. Más datos porteños: el 85,4% de los contagiados tienen entre 0 y 59 años, pero el 83% de los fallecidos se dio en mayores de 60%.
Para remarcar la presunta letalidad de virus en “trabajadores de barrios vulnerables”, Cafiero había partido de otra hipótesis: que para “infectarse el virus es democrático”.
Por lo cual, podemos decir que es una verdad a medias: para la propagación, el coronavirus sí es más peligroso cuando entra a barrios vulnerables. Por una cuestión básica. Si la gente vive hacinada, no puede cumplir con el aislamiento preventivo.
Una vez que el virus se metió en las villas, la proporción fue creciendo allí día a día. En un mes, pasó de poco más del 10% al 41,6% acumulado hasta este sábado: 3.905 casos en barrios vulnerables sobre 9.392 en toda la Capital.
En síntesis: el virus contagia más en las villas pero es más letal fuera de ellas.
La mortalidad en barrios vulnerables no llega al 1% cuando en el resto es más del doble. Otra vez el factor edad: en barrios vulnerables los contagiados son más jóvenes y muchos fueron detectados con pocos síntomas o ninguno. Por eso mueren menos.

Esta estadística, de todos modos, sí alerta por un problema clasista: en los barrios vulnerables, la mortalidad por la inseguridad es la más alta del país. En gran parte por las muertes violentas. Así, muchos de sus habitantes fallecen por otros motivos antes de volverse grupo de riesgo para el coronavirus.
Por otra parte, Cafiero apuntó contra las marchas en contra de la cuarentena que llevaron a cabo ayer en distintos puntos del país.
“Le digo a esa gente que se cuide porque necesitamos continuar con el distanciamiento; hay otras formas de manifestarse”.
Sin embargo, reconoció que hay mucha gente que “la está pasando mal” porque no puede salir a trabajar y dijo que le parece “genuino” el reclamo de los médicos o de los comerciantes. También hizo hincapié en que vio “intencionalidad política en las marchas anti-cuarentena”, aunque no la hubo.
“Es muy duro, yo no digo que no. Fui comerciante durante muchos años y sé lo que hubiera sido tener la persiana baja 70 durante días”, recordó Cafiero, en alusión a cómo se ganaba la vida antes de desembarcar en la política.
Pero también enfatizó en lo terrible que es cuando algún ser querido tiene problemas de salud por el COVID-19. “Es muy duro cuando un familiar se enferma o se muere”, dijo al hacer referencia a que nos estamos acercando al pico de infecciones que está pronosticado para mediados de junio.
Para Cafiero, el gobierno que lidera Alberto Fernández “sabe escuchar y le puso el hombro a cada problemática con el desarrollo de distintas herramientas para revertir la caída del ingreso de las familias”.
Ademas, destacó la puesta en marcha del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que en junio habrá un segundo pago, de la asistencia a los trabajadores que alcanzó a dos millones de personas, y de la ayuda a las PyMEs con el pago del 50% de los salarios.
En ese sentido, el Jefe de Gabinete se preocupó por marcar el abismo que separa a la actual gestión con la de Mauricio Macri.
“La misma pobreza e informalidad que tenemos hoy, la generaba Macri sin coronavirus, con sus políticas económicas. Queremos un capitalismo de la producción y del trabajo, y no un capitalismo de especulación financiera”, explicó.
Al referirse al comportamiento de la oposición, muchos de los cuales aprovechan la pandemia para hacer especulaciones políticas, Cafiero hizo un gran diferenciación. “Hay gente de la oposición que pone en juego su capital político para sacar adelante al país y hay otros que hacen comentarios solo para salir en los diarios”. En la primera vereda ubicó al Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y a gobernadores opositores; y en la otra a la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Claramente hoy el PRO está dividido
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