Cuando asumió la presidencia, el 10 de diciembre del año pasado, había prometido que “antes de fin de año, los diputados tendrán el proyecto para empezar a leerlo“, pero el 2019 terminó sin novedades en este aspecto. Luego, el 1° de marzo, cuando participó de la apertura del Congreso, dijo en su discurso inaugural que “en los próximos 10 días mandaré la ley IVE“, pero esto tampoco nunca ocurrió.
Casi un mes después, llegó la pandemia del coronavirus. A pesar de que en estos casi 8 meses de cuarentena envió decenas de proyectos, como la expropiación de Vicentín, la Reforma Judicial y la Ley de Teletrabajo, Fernández aseguró que “no había espacio para tratar el aborto“, y que “no quería generar discordia entre los argentinos en medio de una crisis“.
Sin embargo, en las últimas semanas Martín Guzmán y el equipo económico reanudaron las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y las presiones del organismo fueron más fuertes que las voluntades del Presidente; finalmente, el Gobierno kirchnerista tuvo que terminar cediendo.
Las reacciones políticas fueron mezcladas. Como de costumbre en Argentina, algunos peronistas y algunos radicales se expresaron en contra de la decisión, mientras otra gran mayoría de miembros de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos celebraron el día de hoy como “histórico”.
Por su parte, el pre-candidato liberal a diputado, José Luis Espert, conocido por su apoyo a la despenalización del aborto, aseguró en Twitter que si estuviera en el Congreso en este momento, no votaría a favor de esta ley.
Gómez Centurión, en un corto pero contundente video, recordó que “cada vez que aparece el FMI aparece el aborto en Argentina“, y aseguró que para los organismos internacionales “el aborto es la solución para la pobreza“. A su vez, convocó a nuevas manifestaciones en la calle para rechazar esta ley.
El mayor desafío que tendrá ahora Alberto será conciliar esta postura netamente abortista con su fluida relación con el Vaticano. Minutos después de publicar el video, el Presidente encomendó a sus funcionarios preservar el “diálogo institucional” con la cúpula religiosa para evitar un enfrentamiento de “celestes” y “verdes” que divida aún más a la sociedad.
En un pobre intento de justificarse, voceros del Gobierno explican que la ley de legalización del aborto “está al margen de cuestiones religiosas, y que su objetivo institucional es la salud pública”. Así lo dejó marcado también el mismo Alberto Fernández en su anuncio cuando sostuvo: “Mi convicción es que el Estado acompañe a todas las personas gestantes en su proyecto de maternidad, pero también es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo”.
Para suavizar el golpe que esta ley podría tener en las Iglesias, Alberto Fernández también envió al Congreso un proyecto de ley paralelo, que puede ser aprobado junto al aborto o no, para implementar un Plan de Mil Días, para “acompañar a las madres desde el Estado durante los primeros 1.000 días del embarazo“.
“Plan de los Mil Días”
Según pudo acceder Infobae, entre los seis puntos claves del proyecto se destacan:
1) Nuevos planes sociales para las madres gestantes. Consiste en el pago de una nueva Asignación Universal por Hijo (AUH), a abonarse una vez por año, para ayudar al cuidado de cada uno de los niños de menos de tres años.
2) Extensión del pago por la Asignación Universal por Embarazo. Hasta la fecha se percibían seis mensualidades; con este proyecto se extiende a nueve mensualidades, abarcando la totalidad del embarazo. “Se abonará a la persona embarazada desde la acreditación de su embarazo, que podrá realizarse a partir de la decimosegunda semana de gestación, y se percibirá hasta completar la cantidad de meses que hubiese durado su embarazo”, apunta el proyecto.
3) Ampliación del pago por Nacimiento y por Adopción a las personas beneficiarias de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que hasta ahora estaban excluidas de este beneficio.
4) Provisión pública y gratuita de insumos esenciales durante el embarazo y también para la primera infancia, coordinando y ampliando los programas existentes. “En especial, se atenderá a la provisión de medicamentos esenciales; vacunas; leche; alimentos para el crecimiento y desarrollo saludable en el embarazo y la niñez, en el marco de los programas disponibles al efecto”, dice el proyecto.
5) Creación del Sistema de Alerta Temprana de Nacimientos y el Certificado de Hechos Vitales con el objeto de garantizar el derecho a la identidad de las niñas y niños recién nacidos. “El DNI es una herramienta central para el ejercicio efectivo de derechos”, sostuvo Fernández.
Además, en su artículo N° 25 el Proyecto hace referencia a las niñas y adolescentes menores de 15 años embarazadas y sostiene que “se les garantizará una atención oportuna para la detección de un posible abuso sexual con todos los resguardos necesarios para preservar su privacidad y la confidencialidad y respetar la autonomía progresiva según lo establece el Código Civil y Comercial de la Nación, evitando su revictimización”.
Según denuncian algunas organizaciones provida, en este seguimiento estatal que se les quiere hacer a las madres se inculca como una opción el aborto, y se le indican todos los mecanismos a los que podrá recurrir para hacerlo. Incluso sin la Ley IVE, con los protocolos del aborto que ya están aprobados en casi todas las provincias.
Proyecto de Ley completo:
Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión