Este martes 18, soldados de las fuerzas armadas malienses salieron a las calles en un claro golpe de Estado contra el Gobierno.
Luego de varias revueltas en las afueras de la capital, finalmentr detuvieron al presidente del país, Ibrahim Boubacar Keita, y al primer ministro Boubou Cissé, tras protagonizar un motín en la base militar de Kati, a pocos kilómetros de la ciudad de Bamako, capital de Mali.
Según los soldados, este motín militar es una respuesta a los largos meses de protestas ininterrumpidas de la población contra el “fraude electoral“ cometido durante las pasadas elecciones de mayo y contra las precarias condiciones de vida que hay en el país.
Cómo mencionamos anteriormente en La Derecha Diario, en mayo de este año se celebraron elecciones legislativas en plena pandemia marcadas por la baja participación y la desaparición del principal opositor previo a la celebración de los comicios.
Tras los resultados de las elecciones, la oposición anunció fraude electoral y llamó a la población a protestar y manifestarse en cada rincón del país, protestas que siguen hasta estos días.
A comienzos de julio, los manifestantes robaron y saquearon muebles y objetos de la Asamblea Legislativa, antes de prenderla fuego en símbolo de protesta.
Hoy, tras el anuncio del golpe de Estado, la población salió a las calles de la capital a apoyar y felicitar a los soldados rebeldes “por su valor“, probando que el nuevo Gobierno tendría al menos una buena parte del apoyo civil.
Horas más tarde, se confirmó que este alzamiento militar está liderado por los coroneles Camara, del Ejército Nacional, y Diaw, de la Guardia Nacional.
La comunidad internacional ya se ha pronunciado respecto al golpe; el gobierno francés, encabezado por el presidente Emmanuel Macrón, rechazó el golpe de Estado y exhortó a las fuerzas militares a que vuelvan a sus cuarteles y respeten el orden constitucional.

Presidente francés Emmanuel Macron junto a su homólogo Ibrahim Boubacar Keïta.
Estás declaraciones se unen a la del representantes de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, y el presidente de la Unión Africana Moussa Faki, quienes también condenaron el golpe de Estado y pidieron la liberación inmediata del Presidente y el Primer Ministro del país africano.
Por su parte, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció que está siguiendo de cerca lo ocurrido en Mali y expresó su preocupación por el motín militar.
Actualmente se desconoce el paradero y estado de salud del presidente Keïta y el del primer ministro, así como del resto de representantes del gobierno secuestrados por los golpistas.

Tropas golpistas festejan el golpe de Estado junto a la población local.
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