El pasado 18 de agosto de 2020,
los militares malienses llevaron a cabo un golpe de Estado contra el presidente
Ibrahim Keïta, con la promesa de establecer un
gobierno de transición para volver a la democracia y convocar unas elecciones libres, puesto que una
gran parte de la población del país africano afirma que hubo un brutal fraude en las últimas elecciones y defiende la decisión de los militares.
A pesar de las críticas a las formas y la desconfianza a su gobierno, ciertamente se podría decir que los militares ya pusieron en marcha su salida del poder dentro de los 18 meses desde su llegada.
Tras 5 meses de gestión de las fuerzas armadas, el presidente interino Bah N’Daw decretó la disolución de la Junta Militar, el llamado Comité Nacional por la Salvación del Pueblo. En su lugar, designó como principal órgano de gobierno al Consejo Nacional de Transición (CNT).
El CNT, constituido el 9 de noviembre del año pasado, ahora está entrando en funcionamiento efectivo con una composición de 121 parlamentarios de distintas fuerzas políticas, y se rige con diálogo y pragmatismo.
A su vez, en consenso con la Comunidad Económica de África Occidental, N’Daw designó como Primer Ministro a un civil vinculado a la vida política y con pasado de funcionario en el gobierno, Moctar Ouane.
Decreto de Bah N’Daw estableciendo el orden de transición a una democracia sin fraudes electorales.
El CNT se estructuró como un nuevo parlamento transitorio, reemplazando a la histórica Asamblea Nacional.
Dentro del nuevo órgano legislativo, el grupo con mayor representación son los que responden a las Fuerzas de Defensa y Seguridad, luego de auto asignarse 22 escaños de los 121 totales, y logrando la elección de muchos otros.
La principal fuerza opositora al gobierno militar, el Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), trató de boicotear el nuevo organismo, pero quedaron en ridículo ya que varios de sus miembros decidieron hacer caso omiso a las autoridades del partido y si se presentaron al nuevo Parlamento, obteniendo 8 escaños.
Irónicamente el M5-RFP había defendido la renuncia de Keita, llamándolo un “éxito de la revolución popular“, sin embargo, rápidamente se dieron cuenta que en su lugar se instaló un gobierno militar conservador, ajeno a sus intereses. Las autoridades del partido pensaban que la salida del Presidente iba a resultar en su asunción al poder, pero terminaron perdiendo todo.
Las elecciones al CNT fueron internas, en grandes mesas de diálogo donde se distribuyeron bancas, ya que las elecciones no se abrirán al público hasta que las Fuerzas Armadas puedan garantizar que no hay interferencia “ni del socialista RPM ni de China“.
Mitín político del comité nacional del MR-RFP.
Como Presidente del CNT, una especie de Presidente de la Cámara legislativa, quedó el Coronel Malick Días, elegido por 111 votos, más del 90% del Parlamento.
Por su parte, el primer ministro interino, Moctar Oune, definió que están esforzándose por lograr que las elecciones sean en marzo del 2022.
Además, prometió una lucha fuerte contra la corrupción, un reforzamiento de las instituciones republicanas y una reforma de la Constitución para empoderar los mecanismos anti-fraude y anti-corrupción.
Según el gobierno militar, las elecciones del 2020 fueron robadas por el entonces oficialismo con la complicidad de China, y han iniciado un proceso de acercamiento a Rusia para alejarse del bloque europeo que, según afirman, es cómplice del régimen comunista. Históricamente, Malí mantuvo una estrecha relación con Francia, ya que fue colonia suya en el siglo pasado.
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